Puerto Rico, Edgardo L. Rivera •
“Fue una noche maravillosa, un regalo de la Mater… Cuando me propusieron la presidencia, el sí fue incondicional… Que se haga la voluntad de Dios… La oportunidad que me da la Virgencita para poder misionar, poder trabajar por ella, ser un servidor más, que me ayude a ser cada vez más humilde”. —
Estas son solo algunas de las palabras expresadas por un misionero durante la fundación del Capítulo de Paraguay de los Motociclistas Misioneros de Schoenstatt (MMCS por sus siglas).
Motociclistas frente a sus motos
Nace otra estrella
El pasado 20 de octubre de 2021, nació el tercer capítulo de los MMCS, esta vez en Paraguay. Los miembros de los otros dos capítulos, Alemania y Puerto Rico, estamos sumamente alegres. Fue un proceso muy bonito, ver como la Mater iba moviendo a sus hijos, cómo nos puso en contacto con los hermanos de Paraguay, durante muchos meses, hasta lograr que naciera esta nueva estrella que está llamada a llevar, como lo hicieron los apóstoles, la luz de Cristo a todos en el camino.
Cada nuevo país que se une contribuye en la formación del club internacional. Me viene a la mente el desarrollo mismo del Movimiento Apostólico de Schoenstatt: comenzó en Alemania y de allí a todo el mundo. Cada país va aportando a la formación del movimiento: Uruguay, el primer Santuario Filial; Chile, el hito del 31 de mayo; Estados Unidos, el exilio del Padre, etc.
Testimonios de dos misioneros motociclistas
Comparto con ustedes los testimonios de dos de los motociclistas que dieron su “sí” a Dios, por medio de María, para llevar a cabo esta hermosa misión.
“Primero que todo, tengo que agradecer infinitamente haber conocido Schoenstatt, ya que, de ahí en adelante, cambió mi vida y la de mi familia. Las gracias que hemos recibido son muchísimas, demostrándonos que con el intercambio de corazones todo es posible. La pedagogía que nos dejó el padre José Kentenich es muy rica en nuestro andar diario. Cuando me enteré de los MMCS quede más que maravillado, ya que mediante la Fe y las motocicletas podía unir mis dos pasiones: la entrega a Dios, a través de la Mater de Schoenstatt con las motos y su libertad. Al compartir con algunos hermanos, fue espectacular la recepción de la idea. Estamos más que contentos y llenos del Espíritu Santo en este nuevo apostolado que estamos iniciando y con confianza que vamos a poder llegar a muchas personas, para aportar un poco de la alegría y fecundidad del Movimiento de Schoenstatt”.
Oscar Arnaldo Elizeche
“Me compré la moto hace más de un año con el consentimiento de mi señora esposa. Ante la enfermedad que tenía ella, no se animó a subir conmigo en la moto. Tal es así que no la utilicé por mucho tiempo. Me parecía de mi parte mucho egoísmo, ¿andar yo solo?….dije no. No sería igual que solamente yo disfrute sobre la moto. Mi querida esposa falleció el pasado mes de marzo. Desde ese tiempo me preguntaba el sentido de tener la moto, ya no la quería. Tal es así que la puse en venta, pero la moto no se pudo vender por varios motivos… mis hijos decidieron que no se vendiera y me dijeron que esperara y a ver qué hacemos. Cuando recibí la invitación de parte de Oscar para pertenecer al club, mi corazón se llenó de alegría. No podía creer que la Mater tenía algo preparado para mí. ¡No lo pude creer!
El 18 de octubre tomé la decisión de aceptar la invitación y dije, ¡Sí! Cuando fui a la reunión me encontré con gente maravillosa, con una disposición fenomenal y llenos de emociones. Un regalo más fue cuando me eligieron… ¡como presidente! También dije ¡Si! Qué maravillosa misión de peregrinar con la imagen de nuestra Virgen, nuestra Madre. Que alegría interior la que de nuevo sentí. Tal es así que me quedé en silencio y, nada más que aceptar la voluntad de Dios y la Virgen ¡Que hermosa misión, qué hermoso regalo! Y me pregunté, ¿será que me merezco tanto? Y pronuncié la respuesta en voz baja: Sí, Madre, quiero ser tu servidor ¡Nada sin ti, Nada sin nosotros!”.
Juan Carlos, Presidente de MMCS Paraguay
La Jornada Mundial de las Misiones 2021, también conocido como DOMUND, tuvo este lema: “No podemos dejar de hablar de lo que hemos visto y oído” (Hch 4,20). Con testimonios tan hermosos como éstos, ¿quién podría callarse?
El Presidente de capitulo de PR presente virtualmente
