AUSTRIA, P. Elmar Busse/Ronald Bieber •
“Papá, ¿qué sentiste al besar a tu novia por primera vez? – «¿Papá, ¿qué te hizo casarte con la mujer que ahora es mi mamá?» – Son preguntas que un hijo no suele preguntar a su padre durante el almuerzo del domingo. Y, sin embargo, son temas que preocupan a los adolescentes. En la sociedad a menudo se ha roto el tabú sobre el tema de la sexualidad, pero no así en las familias. Así que era comprensible que, tras una pausa de seis años, hubiera mucho interés en la oferta de una Jornada Padre-Hijo. —
El largo viaje no fue demasiado largo para los padres e hijos que viajaron al evento, ya que se trataba de una aventura especial que se ha convertido en una marca a lo largo de los años: «Hombres haciendo rafting y conversando – cuando los padres hablan con sus hijos sobre la amistad, el amor y la sexualidad».
A pesar del tráfico del fin de semana y del embotellamiento debido a un accidente en la zona del gran triángulo alemán, las catorce parejas procedentes de toda Austria y Baviera llegaron a las 20 horas. El comienzo de las lluvias torrenciales puso inmediatamente un obstáculo al encuentro. Se canceló la misa prevista en las praderas alpinas. La celebramos en la iglesia del pueblo. Luego, la lluvia amainó y pudimos seguir caminando hasta una cabaña en las montañas donde se podía merendar. Allí, los padres e hijos se presentaron mutuamente y dijeron lo que apreciaban especialmente el uno del otro: un hermoso momento para comenzar el encuentro.
28 hombres y un sacerdote haciendo rafting
Después del desayuno del sábado, el grupo comenzó su rafting en Haiming junto al Río Inn. Trajes de neopreno, zapatos especiales, cascos, chalecos salvavidas… para la mayoría de los participantes un atuendo muy inusual. Los minibuses llevaron al grupo 15 km río arriba. Cada uno de los tres botes inflables para 10 personas tenía su propio guía. Bajo su dirección, las aguas bravas, la espuma del oleaje y las olas que golpeaban el barco no fueron una amenaza. Muy cerca de la fuerza elemental del agua, se sentía un cosquilleo en el estómago y se liberaba adrenalina. En las fases más tranquilas del viaje en bote, hubo tiempo para hacer ejercicios de equilibrio en la punta del bote, batallas de agua con las otras embarcaciones o un refrescante baño en el río Inn, cuya temperatura del agua de 9 °C rápidamente se sintió en las manos sin protección, a pesar del soleado tiempo de verano. Después de 90 minutos, desgraciadamente terminaba la diversión.
Después del almuerzo, el padre Busse presentó la grabación de un programa televisivo de entrevistas de la serie «Treffpunkt Wien» (Punto de encuentro Viena), en el que él mismo había participado años atrás. El tema de este programa: «Nada de sexo antes del matrimonio: la nueva castidad». Se presentaron todas las posturas imaginables: el propietario de un sex-shop que opinaba que el ser humano no es monógamo por naturaleza; un psicólogo que calificó la abstinencia sexual como algo patógeno; un pastor de una iglesia libre que primero fue parte de la generación de los salvajes años del 68 y ahora pensaba de forma diferente sobre la sexualidad después de su conversión; jóvenes casados que «esperaron» hasta el matrimonio; jóvenes que pensaban que hay que probar todo cuanto antes, jóvenes matrimonios cristianos que guardaron la muestra de amor más intensa para la noche de bodas. Material explosivo y argumentos suficientes para elaborar la propia posición y discutirla intensamente con los demás.
Conversación entre padre e hijo: uno de los elementos centrales del fin de semana
Tras el vídeo, el padre Busse habló de la visión del amor y la sexualidad en su totalidad. Después, cada pareja de padres e hijos buscó un lugar tranquilo para hablar entre ellos sobre lo que habían escuchado. Además, cada padre pudo contar su propia historia y sus primeros pasos hacia el sexo opuesto utilizando fotos que trajo de su juventud. Al final de la charla, los padres pudieron sellar una alianza de amor paternofilial con sus hijos y acordar lo que querían regalarle al otro y lo que esperaban del otro. Todo quedó registrado en un documento, que quedó como el secreto de cada padre e hijo.
Noche de barbacoa y fútbol
Afortunadamente también nos acompañaron tres padres entusiastas de la barbacoa, que incluso llevaron su propia parrilla y así sirvieron una deliciosa cena de hamburguesas. La velada se coronó viendo juntos el fútbol: los octavos de final del Campeonato de Europa: Italia contra Austria. Desgraciadamente, Austria perdió 1:2 y quedó así eliminada del torneo.
Desarrollo del yo y maduración para una relación
La última mañana fue dedicada a la emocionante fase del convertirse en el yo y madurar para una relación. Se trata de los muchos caminos y desvíos que experimenta un hombre hasta encontrar «a la pareja correcta». El Padre Busse se refirió repetidamente al Padre J. Kentenich, quien en su espiritualidad dio gran espacio al deseo de lograr algo grande, al crecimiento y la lucha por la santidad, a la pasión como fuente de energía, a la capacidad de poner los sentimientos en palabras y a tomar en serio la propia persona y la propia dignidad. En sus charlas de los lunes por la noche para matrimonios en Milwaukee, el Padre Kentenich ya en 1962, había dado a las parejas una visión positiva de la sexualidad, mucho antes de la Revolución del 68. [para leer en: Kentenich, El amor conyugal como camino de santidad, en la serie «Los lunes por la tarde…» Volumen 20, Editorial Schoenstatt 1994]. La mañana terminó con una celebración eucarística junto a la comunidad parroquial. Los cielos cooperaron: la santa misa pudo celebrarse a pleno sol junto a la iglesia en el recinto del cementerio. Este año tuvimos muchos padres músicos, así se pudo embellecer la fiesta de consagración de la iglesia de esta pequeña parroquia filial con una banda en proyecto.
No será la última vez…
Después del almuerzo, durante la ronda de feedback, se expresó repetidas veces el deseo de prolongar por un día más el formato de esta jornada. También nació la idea de que las jornadas Padre-Hijo podrían ofrecer también otros temas. La nueva cercanía espiritual es el gran logro. – Este fue el tenor de los muchos comentarios: ¡Una nueva calidad de relación!
La bendición de Aaron – un hermoso término del evento
Para el último punto del programa, los participantes se reunieron para bendición en la iglesia. Los padres impusieron las manos sobre sus hijos y rezaron la bendición de Aarón del Antiguo Testamento. Los hijos respondieron: “Acepto mi vida al precio que te costó y que a mí me cuesta y te prometo que haré lo mejor de ella”. El saludo de paz constituyó el armonioso término de esta breve pero impresionante liturgia. Está planeado otro fin de semana Padre-Hijo como este en 2022.
Fuente: www.schoenstatt.at
Original: alemán 24/7/2021. Traducción: Tita Andras, Viena, Austria
