URUGUAY, Providencia/mf. •
Matea es la primera empresa social de tecnologías de información en Uruguay. Fue fundada por el Centro Educativo Providencia en 2019 con la intención de impactar en la educación de los chiquilines de la zona del Cerro y cambiar el paradigma de sostenibilidad de la organización – un modelo adaptado también por la Casa Madre de Pan, la panadería adjunta a Casa Madre de Tupãrenda (CMT), que da trabajo a los jóvenes egresados y recursos – hacia la sostenibilidad – al proyecto CMT. —
La empresa cumple con tres propósitos fundamentales: lograr la sostenibilidad de Providencia a largo plazo a través de la generación de fondos propios; ofrecer servicios de agencia de software a pequeñas y medianas empresas nacionales e internacionales y formar jóvenes de la zona en programación para su inserción en el mercado laboral (lo que se ha llamado Matea Academy).
“En 2021 Matea tuvo la gran alegría de ampliar su cartera de clientes, brindando servicios de programación con experiencias muy buenas tanto con clientes locales como internacionales”, destacó Laura Voituret, directora general de Providencia.
Actualmente Matea se encuentra brindando servicios de agencia a empresas de desarrollo de software que tercerizan sus servicios y, por otra parte, se enfoca en el desarrollo de sitios web y aplicaciones web para clientes de diversas áreas.
Clientes contentos
Octavio Garbarino, referente técnico de Matea, resaltó los buenos resultados respecto al trabajo con los clientes, quienes han manifestado mucha satisfacción e incluso han renovado y recomendado el servicio. Los clientes se muestran “contentos por nuestra respuesta, el tiempo de ejecución, la prioridad que le damos y el ida y vuelta que vamos teniendo”, señaló.
Por otra parte, en 2020 Matea Academy realizó el primer curso de programación para jóvenes entre 17 y 25 años de la zona. Se trata de un curso intensivo en programación en el que los chiquilines aprenden todo lo necesario para iniciarse en el mundo de la tecnología. En marzo de este año comenzó el segundo curso de programación, en el que están participando 30 estudiantes desde la virtualidad.
Me motivó para salir de mi zona de confort
Los chiquilines nos cuentan:
Desde Matea existe un acompañamiento en busca de oportunidades laborales para los chiquilines que realizan los cursos de programación e incluso en contacto constante una vez que ingresan al mundo laboral para apoyarlos y orientarlos en lo que necesiten.
Conversamos con Yésica, quien participó en el primer curso de Matea Academy y que hoy tiene la gran alegría de formar parte del equipo de Mythtology Labs, empresa que se dedica al desarrollo de software.
Nos contó que su pasaje por Matea significó un gran impulso para avanzar en su carrera. “Me sirvió un montón, porque fue lo que me motivó para salir de mi zona de confort y mostrarme que se puede”, señaló. Y agregó, “Agradezco mucho a Matea porque aprendí un montón, me dieron para adelante”.
Leandro, también estudiante del primer grupo de Matea Academy y exalumno del Liceo Providencia, nos contó: “Cuando logras hacer una página web, ahí te das cuenta de que sabes. Eso se hizo posible gracias a Matea. Ya tenía esta base, pero no estaba seguro de mí mismo y con Matea me di cuenta de que sí”.
Continuamos generando oportunidades para la educación de los chiquilines de la zona y así poder impulsar sus posibilidades de desarrollo a nivel laboral. Por otra parte, confiamos en dar solución de calidad a necesidades de programación que puedan tener las empresas, dado el gran crecimiento del sector tecnológico.
Fuente: www.providencia.org.uy