MEXICO, Gabriela Ma. De la Garza M. •
Hace cinco años y como una opción para la mujer actual que se vive llena de actividades, trabajo y compromisos que la llevan a vivir “en el afuera” sin darse tiempo para mirar, valorar y cuidar su mundo interior, nace el Ándale María, un día en el que podrían adquirir o reforzar herramientas para concientizarse de su dignidad, potencializar sus fortalezas, reconocer su grandeza y valorar su importante aporte a la sociedad. —
Estamos seguras de que la vida nos invita a renovarnos, salir de nuestra zona de confort y abrirnos a nuevas posibilidades constantemente. Todavía viviendo los estragos por el covid19, vimos como un signo de los tiempos poder llevar este evento de forma virtual a otros lugares de la México, así como a ciertas ciudades de Texas en Estados Unidos que desde años anteriores nos habían contactado invitándonos a ir. Así que empezamos a planear con mucha ilusión el primer Ándale María Internacional Virtual.
Porque a las mujeres… ¡ni una pandemia nos detiene!
Este evento lleva en su nombre una expresión muy mexicana: ¡Ándale! que nos invita al movimiento, al cambio, a no estar quietas, a activarnos, que nos empuja a salir… pues el mundo en que vivimos, no se detiene…. ¡¡ni en pandemia!! Agregamos el María porque queremos incluir a toda mujer, sin importar edad, estado civil, creencias, raíces, porque todas somos valiosas en nuestra originalidad y queremos ser un importante aporte en los diferentes ambientes en que nos desenvolvemos. El mundo necesita mujeres fuertes, dignas, sencillas, bondadosas…como las más de 120 mujeres participantes el sábado 10 de abril.
“Reconoce, mujer, tu grandeza y dignidad”
Se ofrecieron cuatro diferentes talleres interactivos en ocho grupos simultáneos, de los cuales pudieron participar en dos:
- Perdónate, María, para conocer el perdón como una fuerza liberadora y sanadora en la vida.
- Encuéntrate, María, acerca de nuestra misión en la vida.
- Ámate, María, que invita a reconocer y valorar nuestro aporte y originalidad femenina.
- Párale, María, en el que aprenderían sobre la meditación como una forma de dialogar con Dios.
También hubo un tiempo, en el Exprésate María, para compartir con las demás asistentes a través de una herramienta tecnológica llamada Padlet, algo de lo aprendido o que se hayan dado cuenta, porque es importante ponerlo en palabras para hacer más consiente lo que se va guardando en nuestro corazón.
Finalmente, en el panel de testimonios, participaron cuatro mujeres de diferentes edades y estilos de vida que nos abrieron su corazón al aterrizar de manera concreta la vivencia de lo que se trató cada uno de los talleres.
Nos quedamos con el corazón lleno de alegría y satisfacción, pues fue una hermosa y valiosa experiencia tanto para las participantes como para las más de 30 colaboradoras de las diferentes ramas y caminos de pertenencia femenina de Schoenstatt, haciendo mancuerna con Querétaro. Al poner al servicio de Dios nuestros talentos, vencemos miedos, nos vinculamos, crecemos, pero, sobre todo, ¡Él se manifiesta tremendamente en cada momento!
