Navidad en la calle Buenos Aires

Publicado el 2020-12-25 In Iglesia - Francisco - Movimientos, Schoenstatt en salida

Celebración de la Nochebuena en la calle

ARGENTINA, Claudia Echenique •

#QuedateEnCasa. Quedate en casa y vení a celebrar en la calle. Parece una contradicción. Pero no lo fue para la comunidad del santuario de Confidentia, en Buenos Aires, que este 24 de diciembre se unió a la comunidad de la parroquia Patrocinio de San José y juntas celebraron en la calle la misa de Nochebuena. Sí, cortaron la calle para celebrar la llegada del Niño Jesús. Todos pudieron participar, con distancia y tapabocas, incluso algunos desde los balcones de su casa enfrente a la parroquia. Un pedacito de la ciudad se hizo templo, se hizo pesebre y todos pudieron acercarse a adorar al Niño en el Belén urbano. —

Desde hace varios años, la familia de Confidentia realiza actividades junto con la Parroquia Patrocinio de San José, a partir de su cercanía (150 m) y la vinculación entre los sacerdotes. Si bien están habilitadas las misas presenciales, aún hay restricciones en la cantidad de asistentes en los templos. Por eso, para esta Nochebuena, surgió la idea de unirse y celebrar en la calle, para lo cual se tramitaron los permisos correspondientes ante el Gobierno de la ciudad.

Desde las 18.30 h empezó a llegar gente a la calle Ayacucho al 1000, algunos traían sus sillas, otros preparaban el sonido, el coro ensayaba los cantos. El altar fue colocado sobre una tarima en la misma vereda de la puerta parroquial. A las 18.50 h ya estaba cortado el tránsito y fueron colocando asientos a lo largo de 30 metros, con la distancia protocolar.

Presidió el P. Manuel López Naón y concelebraron el P. José María Vallarino (de la Federación de sacerdotes diocesanos de Schoenstatt y actualmente a cargo de la parroquia), el P. Facundo Fernández Buils y el párroco, P. Fernando Giannetti, quien lo hizo desde su silla de ruedas, dado lo avanzado de su enfermedad.

Villancicos y cantos de la Misa Criolla

La misa comenzó con los sacerdotes saliendo de la parroquia hacia la calle para subir a la tarima del altar, mientras todos entonaban “Con mi burrito sabanero voy camino de Belén…”, guiados por el coro y acompañando con palmas.

En el momento del Gloria, una familia se acercó al altar y los niños llevaron al Niño Jesús que fue colocado sobre el altar.

Entre la gente estaban las familias del barrio con abuelos, padres, hijos y nietos, misioneras de la Campaña del santuario, algunos comerciantes que cerraban a esa hora su negocio, personas en situación de calle que desde un rincón participaban en silencio y de vez en cuando se animaban a hacer palmas en los cantos.

El coro fue acompañando cada momento con villancicos y canciones tradicionales navideñas, que variaban los ritmos de acuerdo al momento litúrgico. Así hubo fiesta en las aclamaciones y hubo recogimiento en la adoración al Niño Jesús.

¿De qué se trata ese «Quedate en casa» en Nochebuena?

En la homilía, el P. Manuel se preguntaba y preguntaba a todos:

“¿Quedate en casa? ¿No será demasiado? Ya lo hemos escuchado infinidad de veces a lo largo y ancho de este interminable 2020. ¡¿Por qué una vez más?! ¿Para qué? ¿Será que nos piden que nos volvamos a encerrar? ¡Pero si nos invitaron a venir a la Parroquia, con nuestros bancos, a copar la calle, a decirnos entre nosotros, unos a otros que estamos vivos, que nuestra fe aún no se apaga y que busca el pesebre para volver a encontrarse con la Estrella, con la Luz! ¿De qué se trata ese «Quedate en Casa» en Nochebuena?

Costó este año quedarse en casa, costó postergar, aguantar, creer, esperar, sostener, despedir, renunciar, soltar, permanecer. Y acá estamos, con un cierto gusto a victoria y un dejo de incertidumbre, con ganas de brindar rápido y comer apresurados el vitel toné o el pan dulce, para que nadie nos robe la alegría de esta noche.

Costó y acá estamos como comunidad que peregrinó virtual y presencialmente. Qué importante fue poder adaptarnos, poder perseverar frente a las pantallas, pendientes de que la señal caprichosa no decidiese abandonarnos en medio de una adoración, un encuentro, el trabajo, una misa o un rosario con las “chicas de la Parroquia”.

Después de 12 meses que parecieron 40, te traemos, Señor, la ofrenda de todo lo que viene a nuestra memoria cuando escuchamos ese «Quedate en Casa».

Quedate en mi casa, en mi Familia, Señor. Quédate en mi pesebre porque necesitamos tu ternura para no tratarnos como enemigos a muerte, necesito de la Sagrada Familia como faro para mirar a mi familia y descubrir lo sagrada que es para mí, necesitamos que vengas a nacer de nuevo en nosotros (…) ¡Quedate en casa, Señor!

Navidad en la calle

Navidad en la calle

Cuidarnos, sí; descuidarnos, no

Pero no nos confundamos: una cosa fue y es cuidarnos, y otra es descuidarnos como hermanos, como cristianos, como humanos. ¿Cuál es el virus? ¿Y cuál es la vacuna que trae Jesús en esta noche?

Hace 2000 años nadie le dijo a José y a María, a la Mater, «quédense en casa» o «acá pueden descansar». Ellos buscaban un lugar, un terruño, pero nadie supo darles un lugar. Puertas cerradas, excusas elegantes, lógica impecable, y la humilde familia seguía deambulando sin techo. Pasaron los siglos, (…) y nosotros no somos tan diferentes de esos hombres temerosos a lo desconocido, reticentes a lo incontrolable, puestos en jaque por esos extraños.

Cuidarnos sí, descuidarnos no. Cuidarnos unos a otros para no enfermarnos y enfermar a otros, especialmente a nuestros hermanos de riesgo. Pero a la vez no descuidar nuestro sentir comunitario, nuestra necesidad de contacto. No tomemos de rehén a nuestros abuelos para aislarlos solo porque queremos salir sin cargo de conciencia. Porque eso es descuido”.

Navidad en la calle

Navidad en la calle

Haceme un lugar en tu vida, abrime la puerta

Y sobre el final, el P. Manuel se preguntaba: “Llegó Jesús ¿será cierto? ¿Será Dios hecho hombre? Silencio y paz, la respuesta a esa pregunta la tiene cada uno en su pesebre interior. ¿Será cierto que vive en mí?

«Quedate en casa, quédate conmigo, con nosotros» le digo sin poder evitar mi indignidad. Él me mira con sus ojos pequeños e inofensivos que parecen devolvernos un: «para eso he venido, para eso he nacido, haceme un lugar en tu vida, abrime la puerta».

Gracias por invitarme a alabar antes que a justificar o alardear de lo que hago por vos. Solo un niño puede entenderse bien con nuestros niños interiores deseosos de libertad y misericordia por parte nuestra. ¡Feliz Navidad!”.

Audio de la homilía del P. Manuel López Naon:

 

 

Homilía completa

 

 

 

 

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4 Responses

  1. Hna. M. Pilar del Campo dice:

    Gracias por esta gran iniciativa del proyecto Encuentro-Acoge en esta Navidad para tantas personas en situación de calle. Gracias, querida Pilar de Beas! Cómo te acompañará José Antonio desde el Cielo! Cuántos proyectos familiares y sociales hicísteis juntos…!
    Bendiciones para 2021!

  2. Paz Leiva dice:

    Claudia, muchas gracias por compartir esta hermosa Navidad. Desde el frío de España, causa mucha alegría ver una celebración con calor. Es una iniciativa estupenda celebrar a lo grande sin saltarse las normas. Qué suerte que tengáis un santuario insertado en la vida de la parroquia. En fin, feliz Navidad y enhorabuena.

  3. ¡Felicitaciones por tan hermosa iniciativa!

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