Publicado el 2017-04-29 In Schoenstatt en salida

¡Alégrate Mujer! ha cruzado las fronteras

CHILE/PERÚ, Verónica Ciudad •

¡Alégrate Mujer! ha cruzado las fronteras… El proyecto que nació en Chile y busca fortalecer la identidad femenina para hacer su propio aporte en la sociedad, en el mundo laboral, en la familia llegó a Perú. Es la certeza de que lo que allí se gestó es lo que el Padre Fundador siempre soñó, un apostolado en el que todos caminemos hacia la misma meta sin importar razas, culturas, situación socioeconómica, ni problemas geopolíticos y territoriales.

El proyecto «Alégrate Mujer» de las ramas femeninas de Chile sigue cosechando fecundos frutos, no sólo a lo largo de Chile, sino también en el extranjero, esta vez en Lima, Perú.

Todo comenzó en octubre del año recién pasado cuando la Hermana Amelia nos preguntó sobre la posibilidad de llevar el proyecto a esas tierras. No exentas de dificultades, paso a paso, fuimos esquivando los problemas y asumiendo que este viaje apostólico era una voz potente de Dios y la Mater. A última hora, ocurrió la gran tragedia de inundaciones y aluviones que sacudieron al norte de Perú, lo que no permitió que las señoras del Santuario de Trujillo pudieran asistir a la jornada.

Despertar a la mujer

Llegó la fecha tan anhelada y el 17 de abril viajamos un grupo de señoras del equipo gestor del proyecto (Marcela Bustos, Verónica Ciudad, Carola Gerstle y Alejandra Tike), a la ciudad de Lima a capacitar monitoras para que estas repliquen los talleres en toda su patria.

Fueron tres días intensos. Iniciamos nuestro trabajo el martes 18 y terminamos el jueves 20 de abril. Planificamos sin pensar en esa fecha, y todo se dio para que estuviéramos el día de la renovación de nuestra Alianza de Amor en el corazón de Lima, en la Parroquia Nuestra Señora de la Alegría. Son delicadezas de la Mater.

En un entorno de mucho calor humano (y del clima también), fueron llegando una a una las mujeres de la Rama de Señoras, peregrinas y señoras de las Ramas de Matrimonios de Lima, tanto de la Familia de Borja como de La Molina, con muchas expectativas por lo que recibirían. Fueron 43 mujeres que pusieron todo su esfuerzo y dedicación para captar de la mejor forma posible el mensaje que necesitamos transmitir: Despertar a la mujer para que se identifique con lo más propio de su ser femenino: aquella dignidad que le es inherente, que la quiera, la valore, para que así sea fuente de humanización para la sociedad.

Las anfitrionas se ocuparon de todos los detalles. En los escasos momentos de esparcimiento de los que pudimos disponer, se organizaron para que conociéramos sus lugares típicos, su maravillosa y variada gastronomía, y hasta nos llevaron a su día de la confraternidad, un encuentro de rama anual que se hace en las afueras de Lima, muy cerca del sitio arqueológico de Pachacámac. Allí se hallaba un antiguo santuario prehispánico, principal lugar del culto al Dios Pachacámac, al que se le atribuía la creación del universo.

Conquistar día a día a esa mujer nueva, digna, sencilla y bondadosa

Y así, después de una hermosa misa, celebrada por el P. Luis Alberto Celis, en un Monasterio Benedictino de la zona, de disfrutar del almuerzo al aire libre y de un hermoso baile típico peruano, en donde una vez más la delicadeza, femineidad y alegría de la mujer era la protagonista, nos despedimos de Lima con la certeza de que lo que allí se gestó es lo que el Padre Fundador siempre soñó: un apostolado en el que todos caminemos hacia la misma meta sin importar razas, culturas, situación socioeconómica, y en este caso, tampoco problemas geopolíticos y territoriales. Somos todas del país llamado Amor, en el que vamos juntas de la mano a conquistar día a día a esa mujer nueva, digna, sencilla y bondadosa que irradia paz y alegría.

Es el inicio del camino, nos queda mucho por recorrer. Hoy somos nosotras, mañana serán otras, las que tomen el testimonio de esta posta y sigan adelante, recorriendo este difícil, y a la vez maravilloso camino del mundo de la mujer, que cada día nos presenta más desafíos y nos invita a seguir adelante sin desfallecer.

Un fragmento del hermoso poema que compuso y recitó con motivo de nuestra visita, Edith, Hermana de Alianza de Lima, decía:

¡Mujeres que reconociendo sus roles en la sociedad

Sintiéndose estrujadas por su misión

Van transformando su entorno

Sin miedo y con coraje,

Llegando a ser reconocidas

Como mujeres

¡Alégrate mujer!

http://alegratemujer.cl/

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