BRASIL, Gregory Oliveira •
El espíritu de la Navidad tiene en cuenta, una vez más, las oscuras calles de San Pablo/SP, gracias a la “Navidad Solidaria”. En la madrugada del día 25 de diciembre de 2015, la Juventud Apostólica de Schoenstatt del barrio de Jaraguá, una vez más transforma la soledad de la noche en sonrisa para aquellos que viven solos en las calles y avenidas de la capital. Con mucha celebración, la “Navidad Solidaria” llega a la marca de diez años de misión.
La iniciativa apostólica comenzó en 2005, con un pequeño grupo de Juventud de Jaraguá yendo por las calles de la ciudad con la intención de llevar un poco de confort y alegría a personas sin hogar. Desde entonces, el proyecto ganó fuera y no para de crecer, siendo que cada año más personas voluntariamente llevan a Cristo a los que más lo necesitan. Lo que antes era apenas un momento rápido en una calle de San Pablo, con un pequeño grupo, ahora se tornó un proyecto que pasa por todo el centro antiguo de la capital.
Cultura del encuentro
En la celebración de los diez años de Navidad Solidaria, 55 voluntarios de varios estados brasileños se dividieron en cuatro grupos, pasando por cuatro puntos del centro de San Pablo: Avenida San Juan, República y Valle de Anhangabaú, Plaza de la Catedral y, por primera vez, la Calle 25 de marzo.
La idea del proyecto es llevar a Cristo a las calles y ser familia para aquellos que más necesitan de un abrazo, amor y cariño, siendo una luz de esperanza, y, por medio de la querida MTA, ser instrumento para cultivar el verdadero sentido de la Navidad que es la llegada de Cristo.
Además de toda buena voluntad y brazos abiertos, los jóvenes llevan también un “kit de alimentos”, que está formado por un vaso de refresco, una bolsa de Pan dulce y algo salado – comida típica para esta época, sirviendo también como canal para iniciar diversas conversaciones con los residentes.
Schoenstatt en salida
Aunque la Navidad Solidaria ocurre sólo una noche, el proyecto se inicia meses antes con el trabajo de la comisión organizadora, que prepara algunos eventos: como el “Cine Luz” y tortas de campaña, para recaudar fondos, permitiendo que el proyecto se realice. De esa forma, todos los que contribuyen con los eventos y con donaciones también participan de la misión de Navidad Solidaria. Así es como la juventud puede, en 2015, muchas donaciones de grandes colaboradores, pudiendo también ofrecerlas para otras instituciones, como orfanatos, casa de rehabilitación de adictos a las drogas y hogares de ancianos, y los llevan a las calles.
Algunos momentos fundamentales marcas el proyecto en sus diez años, como la experiencia de preparación para los voluntarios, realizada dos semanas antes, cultivando así el espíritu de la llegada de Cristo en el Adviento. El punto culminante de la celebración es la cena de Navidad que se prepara en frente del Teatro Municipal en el final de la mañana del día 25, que reúne a voluntarios y residentes en un lindo momento de oración.
Sin duda, esta “Navidad Solidaria de 10 años” viene a afirmar todo aquello que la Juventud realiza y que el mismo Papa les pide. La juventud es fuego y debe salir en misión. De esa forma, cada voluntario lleva firmemente el lema del proyecto del año 2015: “Vosotros sois la sal de la tierra y la luz del mundo, para brillar y llevar a Cristo a los hombres” (Mt. 5 13-14).
Fuente: www.maeperegrina.org.br
Original: portugués. Traducción: P. Esteban Casquero, Coronel Dorrego, Argentina
