Entrevista con Aleix Forcada Zamora •
El proyecto 3MR es una iniciativa de la juventud del Movimiento de Schoenstatt de Madrid. Su objetivo es la realización de una producción cinematográfica, sin ánimo de lucro, que busca difundir valores cristianos. Esta película – que acaba de ser estrenada – está inspirada en el libro Tres Monjes Rebeldes de M. Raymond, O.C.S.O. Aleix Forcada es el director del proyecto y responde las preguntas de la redacción de schoenstatt.org.
¿Cómo surgió la idea de filmar una película?
Supongo que es el resultado de varias corrientes de vida que han ido madurando en nuestra generación a lo largo de los años, y también el resultado de la iniciativa directa de Dios, que nos puso en el momento y el espacio oportunos, y suscitó en nosotros este proyecto.
En primer lugar, existía la inquietud entre la Juventud Masculina Universitaria de España de realizar un proyecto que nos pudiera unir como rama y fortalecer nuestros vínculos, y tenía que ser un proyecto en el que pudiéramos trabajar juntos y explotar nuestros talentos, ya que los jóvenes se unen y se hacen amigos cuando luchan juntos por una meta común. Al mismo, tiempo, existía la inquietud de usar los nuevos medios de comunicación y la nueva cultura digital como herramienta de evangelización: que el cristianismo no se alejase de ellos, sino que entrase de lleno en ese ambiente y anunciara su mensaje al mundo, porque si tú no lo haces, otros lo harán por ti, y darán una visión muy distinta a la tuya. Además, nuestra juventud contaba con la suerte de tener mucha gente con grandes inquietudes y mucho talento en el plano artístico, creativo y emprendedor, que permitieron que una vez que hubo surgido la idea, existiera un cierto núcleo dispuesto a acogerla y entusiasmarse con ella.
Finalmente, lo que nos impulsó a realizarla fue la lectura del libro “3 Monjes Rebeldes”, que da una visión muy joven y atractiva de la santidad, y que nos encendió y suscitó muchísima vida entre nosotros. Solíamos comentar los pasajes del libro que más nos gustaban, y de forma inconsciente, nos los imaginábamos en nuestra cabeza de la manera en que estamos acostumbrados a recibir las historias: cinematográficamente.
¿Cuantas personas han estado involucradas en el proyecto? ¿Hay profesionales del mundo del cine en el equipo?
Aproximadamente unas cien personas, aunque el núcleo más o menos fiel y constante lo forman unas treinta. Ha habido colaboraciones esporádicas por parte de profesionales, que nos han dado una valiosísima ayuda y muchos consejos, pero la mayor parte del tiempo éramos solamente nosotros: nosotros y la Mater.
¿Qué fue lo que más os motivaba a seguir con el proyecto?
Pues la motivación fue cambiando a lo largo del tiempo. Al principio estaba la motivación de lo novedoso, y el deseo de hacer algo grande y en lo que pudiéramos poner a funcionar nuestros talentos. Pero en los momentos más difíciles o agotadores, lo que nos impulsaba a seguir adelante era la palabra dada y la expectación creada. Siempre teníamos como meta: “Un rodaje más, hasta que logremos terminar la película”. Yo creo que detrás de nosotros siempre estuvo San Roberto (el santo sobre el que trata la película), apoyándonos y sosteniéndonos, puesto que desde un primer momento nos pusimos bajo su amparo y advocación, y en cada plano que grabábamos, antes de decir la palabra “acción”, uno decía: “San Roberto…”, y el resto contestaba: “ora pro nobis”.
¿Cuál fue el momento más difícil de la producción?
Fue después del primer rodaje, durante el curso 2012-2013. Habíamos vuelto muy encendidos y motivados con el proyecto, e intentamos realizar varios rodajes para ese año, pero el día a día y las obligaciones de la universidad nos absorbieron y no pudimos realizar ninguno. Nos planteamos incluso renunciar al proyecto, pero gracias a Dios, que nos volvió a abrir puertas y ventanas por las que poder seguir adelante, y nos demostró que cuando nuestras fuerzas fallan, Él está ahí para continuar la obra comenzada, que este era un proyecto Suyo, y que solamente confiando y abandonándonos íbamos a ser capaces de llevarlo a cabo.
¿Cuál fue el momento más cómico durante el rodaje?
Hay tantas anécdotas que es difícil quedarse con una sola. Recuerdo una escena durante el primer rodaje en la que al protagonista le dio un ataque de risa y tuvimos que repetir la toma diecinueve veces hasta que logró calmarse. Recuerdo otro momento, durante el segundo rodaje, en el que llevábamos muchas horas seguidas trabajando, y estábamos tan cansados, que yo grité de repente “acción”, sin que ni siquiera estuviera encendida la cámara ni los actores preparados, esto provocó una carcajada en todo el set. También nos sucedió en algún rodaje llegar al sitio y descubrir que nos habíamos olvidado el trípode, o algún otro elemento importante.
¿Dónde y cuándo se puede ver la película?
Ahora mismo estamos hablando con una distribuidora, que si acepta distribuir nuestra película, comenzaría una “gira” que se iniciaría en algunos cines de España en este verano de 2015, y luego intentaría dar el salto a Latinoamérica y Estados Unidos. En cualquier caso, el que la película se pueda ver o no dependerá principalmente de la acogida que tenga, y de nuestra oración. En nuestra página de Facebook “Proyecto 3MR” iremos informando puntualmente de cómo va el proceso de distribución.
La última pregunta: ¿Valió la pena tanto esfuerzo? y si la respuesta es sí, ¿por qué?
Sí que lo valió, como lo merece todo aquello que es de Dios. Todos los encuentros y el proceso nos han transformado interiormente, y nos han hecho aprender, no solamente a nivel técnico cinematográfico, sino también a nivel humano, a tratarnos y a trabajar en equipo, así como a nivel espiritual, a dejar actuar a Dios, a no guardarnos para nosotros lo que hemos recibido en Schoenstatt y en la Iglesia, sino a comunicarlo, a compartirlo. También hemos aprendido y participado muchísimo de la espiritualidad monástica y cisterciense, que nos ha enseñado a tener una visión más paciente de los caminos y ritmos de Dios, a aprender a amarle en el silencio y la contemplación y del servicio al otro. Además, gracias a este proyecto muchos hemos encontrado nuestra vocación en el mundo del cine, y si Dios quiere, seguiréis oyendo hablar de nosotros.
!Qué alegria Aleix!! !Enhorabuena! Ya nos contaras como lo podemos ver desde Francia. Un abrazo fuerte desde nuestro Santuario hogar
¡Felicitaciones! ¡Espero poder verla aquí en Argentina en algún momento! Destaco el compromiso, el permanecer y perseverar en un proyecto de vida compartiendo con el otro en la espiritualidad del movimiento. Gracias por compartirlo.