Publicado el 2013-04-07 In Schoenstatt en salida

¡Familia de María se fiel a tu Misión!

ESPAÑA, Rosa y Eduardo Aymerich Lobo. “Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que contemplamos y tocaron nuestras manos, eso os anunciamos, para que también vosotros estéis en comunión con nosotros” (1 Jn 1, 1-3). El acontecimiento de la Resurrección, el encuentro con el Señor Resucitado, nos pone en camino. Hay algo que se ha roto en nosotros, hay algo que ha cambiado. Esta Semana Santa hemos podido vivirla nuevamente en comunidad y Misión. Son las segundas Misiones Familiares que hacemos en San Rafael, un pueblo entre las montañas de Segovia. 105 misioneros, 48 menores de 14 años, 30 menores de 6… ¿Pueden ser más pequeños los instrumentos? Juntos hemos acompañado al Señor y hemos caminado con Él en los días previos a su pasión. 9 días intensos que han culminado con la Pascua.

Las Misiones Familiares en España empezaron a dar sus primeros pasos en 2007 cuando un grupo de familias comenzaron a trazar las primeras líneas del proyecto. ¿Qué tipo de misiones queremos hacer en España? ¿Qué estilo queremos imprimir? Durante los dos siguientes años se prepararon las primeras misiones y se fueron poniendo las bases del proyecto. Tras un tiempo de discernimiento y diálogo entre las distintas comunidades de la obra familiar, se escogió un lema que va camino de convertirse en el ideal de la Misiones Familiares españolas: ¡Familia de María se fiel a tu Misión!

Una familia misionera

Tras 5 misiones, podemos contemplar cómo el proyecto ha echado raíces profundas y va tomando vida y estilo propio. Este grupo misionero ha ido poco a poco encarnando los rasgos de María y formando en torno a Ella una familia misionera.

El hombre moderno clama por un hogar. Lo hemos experimentado recientemente con la elección del papa Francisco. ¡Cuánta expectación incluso del mundo pagano! ¡Cómo anhela el hombre de hoy tener un padre, una familia!

La comisión organizadora de las misiones, ya no está solo formada por familias, también contamos con jóvenes profesionales totalmente entregados al proyecto. Aquí, en esta Familia de María, cada uno encuentra su lugar: familias, jóvenes, niños, solteros, consagrados… Nos necesitamos los unos de los otros, nos ayudamos y apoyamos mutuamente, y todos unidos luchamos por una misión en común. Los jóvenes grandes y chicos nos regalan su fuego, servicialidad y disponibilidad; los niños la espontaneidad, sencillez, entusiasmo y la alegría; las familias la madurez y radicalidad…, aunque todos aportamos un poco de todo.

¡Qué importante es la unidad en Schoenstatt! ¡Qué importante que es que las distintas comunidades, manteniendo su esencia y autonomía, se unan para trabajar apostólicamente y crear familia!

Cuando Ella reina en nosotros

Somos conscientes de nuestra pequeñez e inutilidad… Sin embargo, por medio de la Alianza de Amor, intercambiamos nuestro desvalimiento humano por la omnipotencia divina, y hacemos un gran esfuerzo por vaciarnos de nosotros mismos y vincularnos totalmente a Ella. Entonces es cuando Ella obra el milagro y comenzamos a ser Familia de María.

¿Y cómo es esta Familia cuando Ella reina en nosotros?

  • Es una Familia recia que sobrelleva las dificultades heroicamente.

  • Es una Familia alegre que contrapone la complejidad logística, el mal tiempo, la falta de espacio y el cansancio con desprendimiento y magnanimidad.

  • Es una Familia con un alto espíritu de conquista.

  • Es una Familia firme en la fe, que confía en la Providencia y en que las cosas se van a ir dando.

  • Es una Familia sencilla que asume las incomodidades y la falta de recursos con una gran dignidad y pobreza de espíritu.

  • Es una Familia que acoge, se preocupa y ama al hermano que tenemos cerca.

  • Es una Familia feliz en donde cada uno está a gusto y encuentra su lugar.

  • Es una Familia que se ha vaciado totalmente de sí misma y se ha vinculado radicalmente a Dios.

  • Es una Familia que se levanta y se acuesta alabando y adorando a Dios.

  • Es una Familia que está al pie de la Cruz, acompañando a Cristo en su dolor.

  • Es una Familia que sabe reconocer su debilidad e impotencia humana pero que espera en la Victoria de Cristo.

  • Es una Familia que corre de mañana al sepulcro y se encuentra con el Señor Resucitado.

  • Es una Familia que se pone en camino, que sale a visitar puerta a puerta a cada hogar del pueblo de misión para llevarles la Buena Nueva de Cristo.

  • Es una Familia que sirve generosamente a la Iglesia.

  • Es una Familia que arde por la Misión.

Una escuela de amor

Estos días en San Rafael han sido una escuela de amor. Escuela no exenta de sacrificio e incluso de dolor e incomodidades. Hemos ido a Misiones renunciando a muchas cosas y sin embargo hemos ganado una comunidad, un descanso en Dios, en el hermano. Ante las adversidades siempre había una sonrisa esperando a encontrarte para levantar el ánimo. Ante la impotencia una mano amiga que, por último, no podía más que ser impotente contigo. Ante la preocupación por los hijos, unos brazos dispuestos a entretenerlos y aliviarte la carga. Ante los retos de la misión, algún hermano dispuesto y atento a las necesidades…

Ha merecido la pena el esfuerzo. Por cada puerta abierta, por cada persona que nos la cerró, y por las que despedimos con una oración. Por aquellos que ni siquiera escucharon nuestra voz pero sí el timbre. Ha merecido la pena por cada persona que se alegraba de nuestra presencia en la Iglesia, por la emoción del párroco y por las catequistas agradecidas, por cada persona que vino a los talleres y a las motivaciones, por pocas que fueran, y por cada uno de los que se acercaron a nuestra casa el Sábado tras la vigilia

Ha merecido la pena por cada uno de nuestros hijos que tan bien lo han pasado, que han visto las procesiones, que han llamado a las puertas, que han rezado intensamente. Por cada adolescente que ha salido a misionar, que ha prestado su mano a ayudar, por cada joven que con su alegría, cantos y disposición al servicio, ha sido un ejemplo para el resto. Ha merecido la pena por cada matrimonio, testimonio de amor y entrega. Por cada oración, cada comida, cada rato libre de cafés y conversaciones, por cada pinchaje, por cada canción…

Las Misiones Familiares son un estilo de vida

Las Misiones Familiares son algo más que una actividad. A la vivencia personal y familiar, se suma la experiencia de ser Familia de Schoenstatt en donde todos tienen cabida. Son un estilo de vida que debe traspasar estos 9 días y acompañarnos el resto del año. Nuestra vida debe ser coherente con las Misiones Familiares, si no, no nos habrá calado, habremos misionado sin que nuestro corazón se haya abierto realmente a la Misión. Esta Misión, por tanto, no acaba en San Rafael, sino que nos impulsa a nuestro día a día. Así, 105 faros luminosos irradiaran luz esparcidos por España. Una Pascua vivida en comunidad pero que se abre para servir al mundo.

Efectivamente, la Pascua nos invita a salir de de nosotros mismos, a salir al mundo y regalar el tesoro que se nos ha dado.

“Mil veces pídanle al Señor la gracia de ser una congregación accidentada, que no una congregación enferma”

El papa Francisco nos habla así: “Una congregación que se encierra en sus cositas, termina como todas las cosas encerradas, se echan a perder, con olor a moho, inservibles, enferma. El camino más seguro para la enfermedad espiritual, es vivir encerrados en cositas chiquitas. Una congregación que sale a la calle, corre el riesgo de toda persona que sale a la calle: accidentarse. Mil veces pídanle al Señor la gracia de ser una congregación accidentada, que no una congregación enferma”.

Cuánto se parecen estas palabras a lo que dijo nuestro Padre muchos años atrás: “De ahí el gran esfuerzo para que la Iglesia salga más decididamente al mundo. Los institutos seculares han sido llamados, como brazos de la Iglesia, a cumplir especialmente esta tarea. No han de quedarse detrás de muros conventuales, sino exponerse al peligro de mundanizarse en el mundo exterior; si bien ellos tienen la misión de salir al mundo y dar testimonio de Cristo con su persona; y de ese modo servir de anzuelo, para llevar el mundo hacia el cristianismo (…) Esta novedad consiste en ser capaces de servir a Dios no sólo en casa, sino en la calle. En la calle, incluso allí donde haya peligro (…) Queremos cristianizar el mundo y no mundanizar lo cristiano ¡Cuánta austeridad, cuánta clausura exterior y apertura interior se exige!”

Nos sentimos interpelados por estas palabras. Queremos también nosotros salir de nuestras “cosas chiquitas” personales y de las de nuestras comunidades (esas “cositas” que nos encierran en nosotros mismos y que nos alejan los unos de los otros) para salir unidos a la calle y construir ahí el Reino de Dios.

¡¡Muchas gracias a todos los misioneros!! Sigamos construyendo el Reino de Cristo y de nuestra MTA!!

“Exulten por fin los coros de los ángeles,
exulten las jerarquías del cielo,
y por la victoria de Rey tan poderoso
que las trompetas anuncien la salvación”.

¡Feliz Pascua!… y ¡FAMILIA DE MARIA SE FIEL A TU MISION! Juntos podemos.

 

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¡Familia de María se fiel a tu Misión!

ESPAÑA, Rosa y Eduardo Aymerich Lobo. “Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que contemplamos y tocaron nuestras manos, eso os anunciamos, para que también vosotros estéis en comunión con nosotros” (1 Jn 1, 1-3). El acontecimiento de la Resurrección, el encuentro con el Señor Resucitado, nos pone en camino. Hay algo que se ha roto en nosotros, hay algo que ha cambiado. Esta Semana Santa hemos podido vivirla nuevamente en comunidad y Misión. Son las segundas Misiones Familiares que hacemos en San Rafael, un pueblo entre las montañas de Segovia. 105 misioneros, 48 menores de 14 años, 30 menores de 6… ¿Pueden ser más pequeños los instrumentos? Juntos hemos acompañado al Señor y hemos caminado con Él en los días previos a su pasión. 9 días intensos que han culminado con la Pascua.

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3 Responses

  1. Nella (C.R.) dice:

    Felicitaciones a esas maravillosas familias que han elegido la mejor educación para sus hijos, desde chicos qué importante tener vivencias familiares donde todos nos podemos sentir integrados en el dolor y las necesidades de otros. Y saber que somos un sólo corazón. Eso es crear necesidades y modelar temperamentos de que todos somos hermanos, como lo dice nuestro Papa Francisco. Ya en Costa Rica se ha hecho la primera misión y queremos continuar en ese mismo camino, de la mano de la Mater! Un fuerte abrazo a nuestros hermanos de España y en especial a nuestro querido Padre Carlos Padilla, con quien también nos une una gran amistad de los ticos!

  2. Patricia Navas dice:

    ¡Qué bonito! Cuántos lugares necesitarían acoger estas misiones y qué privilegiados los que las habéis vivido. Las fotos y el texto transmiten lo grandes que han sido. Besos desde los Pirineos.

  3. HMA - Argentina dice:

    ¡Enhorabuena! Me ha emocionado enormemente saber de estas magníficas misiones familiares ¡en España! Maravillosa la cantidad de niños… Los felicito a todos… No se imaginan cuán honda es mi alegría al comprobar la inculturación de Schoenstatt en España, a la que llamamos Madre Patria, a quien le debemos la fe, el idioma, la cultura… ¡Leer Schoenstatt en perfecto castellano! ¡Era un sueño hace cincuenta años! Y ahora, gracias a todos ustedes, una realidad. Gracias, Familia de Schoenstatt española, muchas gracias… Desde la tierra de Francisco, que fuera mi arzobispo y que ahora, increíblemente, es un Padre para todos…

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