Publicado el 2012-08-25 In Schoenstatt en salida

La familia, señal de esperanza

PORTUGAL / ESPAÑA, P. Manuel Ribeiro Alves. “La familia, señal de esperanza”: así se pudo caracterizar la jornada en la Casa Jardín de María, junto al Santuario de Schoenstatt en la arquidiócesis de Braga (en Soutelo, Vila Verde, Portugal), en la que participó un grupo de matrimonios provenientes de Alemania y de Madrid, en los últimos días de julio y los primeros de agosto de este año.

 

 

Esta jornada para matrimonios fue una verdadera señal de esperanza, porque por medio de ella se trata de abrir un camino a la implementación, en la península ibérica, de una iniciativa conocida como “Academia de la familia”. Nació en Austria y actualmente se está difundiendo por toda Europa, donde ha dado ya muchos y buenos frutos. No solo en Austria sino también en toda Alemania, Suiza, Hungría, la República Checa y Lituania, en todas partes los obispos no se cansan de elogiarla. A partir de Madrid, esta iniciativa está dando ahora sus primeros pasos aquí, en el sur de Europa.

¿Cuál es la finalidad de esta iniciativa?

Nada más y nada menos que contribuir a que las familias encuentren los medios más aptos para protegerse de las incontables tentativas de asfixiar aquel “medio ambiente humano” necesario para su desarrollo armónico, que constituye la familia para el hombre anulando el rudo golpe antropológico en la imagen, que, desde los orígenes, lo habita. Las herejías antropológicas constituyen el último eslabón de la cadena continuada por aquellos que, a partir de mediados del siglo XVIII se ufanaban en proclamar la muerte de Dios. Así se comprende cuán adecuado es el título de Academia para la pedagogía de la familia, que sintetiza la meta de contribuir al rescate y el fortalecimiento de los lazos que estructuran la persona humana en el seno de la familia.

Inspirada en la riqueza pedagógica del Padre José Kentenich, fundador del Movimiento Internacional de Schoenstatt, la Academia para la pedagogía de la familia ve en cada familia una imagen viva de aquel Dios viviente que es nuestro Dios. En efecto, Dios, al crear al hombre a su imagen, lo llama a constituir una familia, para que en el seno de ella pueda crecer armoniosamente. Dentro de la familia, desde el seno materno, el hombre puede desarrollar diariamente el tejido de relaciones sobre el que se edifican y fortalecen los lazos constitutivos de la vida nueva, para la que se renace en el bautismo. En el bautismo se infunde en nosotros el Espíritu Santo para que, siguiendo a Jesús, lleguemos a ser hombres nuevos que, en la docilidad de la relación filial con el Padre, se empeñan en construir esa comunidad nueva, que en la Iglesia nos permite saborear, ya en la tierra, la experiencia de la patria celestial.

Visita a Guimarães, capital europea de la cultura

En medio de la jornada los matrimonios visitaron la ciudad de Guimarães, actualmente capital europea de la cultura. El punto de encuentro fue la iglesia de Nuestra Señora de los Olivos, culminando después con la participación en la Eucaristía en la iglesia parroquial de Azurém, presidida por el Sr. Cardenal Don Manuel Monteiro de Castro, que desempeña tareas relevantes junto al Santo Padre: es Penitenciario Mayor, miembro de la Congregación para los Obispos, de la Congregación de las Causas de los Santos y del Pontificio Consejo de la Pastoral para los Migrantes e Itinerantes.

La familia: el laboratorio privilegiado para la edificación del hombre

Después de la Sta. Misa, los matrimonios participaron en un diálogo muy interesante con el Sr. Cardenal Monteiro de Castro, dándole a conocer la forma de actuar de la Academia para la Pedagogía de la familia en la Iglesia, cómo procura ayudarla a vencer las dificultades por las que pasa actualmente esta institución fundamental para el desarrollo de los pueblos y para la realización de la misión salvífica confiada por Cristo a su Iglesia, que está llamada a ser “familia de familias”.

Con ocasión de esta visita a Guimarães, estos matrimonios seguramente llenaron de alegría el corazón de Pastor del Señor Cardenal en su condición de colaborador muy cercano al Santo Padre, el Papa Benedicto XVI, que siguiendo a Juan Pablo II, ve en la familia el laboratorio privilegiado para la edificación del hombre, en cuya plenitud Dios encuentra su gloria, permitiéndole llevar de Guimarães la buena noticia de la señal de esperanza, que en la ciudad cuna de nuestra patria, encontró la Academia para la pedagogía de la familia.

 

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La familia, señal de esperanza

PORTUGAL / ESPAÑA, P. Manuel Ribeiro Alves. “La familia, señal de esperanza”: así se pudo caracterizar la jornada en la Casa Jardín de María, junto al Santuario de Schoenstatt en la arquidiócesis de Braga (en Soutelo, Vila Verde, Portugal), en la que participó un grupo de matrimonios provenientes de Alemania y de Madrid, en los últimos días de julio y los primeros de agosto de este año.

 

 

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