Publicado el 2017-10-29 In schoenstattianos

“Construimos con nuestras propias manos”

HUNGRÍA, Hna. Gertrud-Maria Erhard •

El 29 de septiembre fue sepultado Róbert Gódány, el hombre del matrimonio fundador de Schoenstatt en Óbudavár / Hungría, la patria de la familia Gódány, donde surgió también el Centro de Schoenstatt. Asistieron cerca de 700 personas. Además de su gran familia, se reunió gran parte del Movimiento de Schoenstatt húngaro, a pesar de que se celebró en día de semana por la tarde. También asistieron a rendir el último homenaje a Róbert Gódány, simpatizantes del Movimiento de Schoenstatt, como, por ejemplo, el representante del ayuntamiento de Budapest, que ya ha participado en jornadas de la Familia.

El féretro estuvo hasta poco antes del entierro en el santuario hogar de la familia, donde todos pudieron despedirse de él. A las 15 horas fue llevado al santuario, situado a unos cientos de metros, por algunos hombres del Movimiento, seguidos por el séquito del duelo. Se colocó el ataúd frente al santuario. Un suave sol otoñal brilló durante toda la ceremonia, celebrada fuera del santuario.

La plaza frente al santuario estaba reservada para la gran familia Gódány. En primera fila se encontraba Rita Gódány, su esposa y sus cinco hijos, nueras y yernos, además de los 23 nietos.

Cuando soy débil, soy fuerte

El párroco local celebró la misa, en la que los hijos y nietos de la familia Gódány hicieron las lecturas y las peticiones. Especialmente me conmovió una petición libre de la hija menor, que expresó, que había tenido la experiencia de Pablo, descrita en la Biblia: Cuando soy débil, soy fuerte. La debilidad del padre, durante los últimos meses de su grave enfermedad, les mantuvo, como hijos, más cerca de él. Que esta cercanía se mantenga más allá de la muerte.

Un coro espontáneo de personas del Movimiento acompañó la misa de forma sencilla, profunda, al modo húngaro. Tras la misa habló Kálmán Csermák, su hermano de curso de la Federación de familias y padre del P. Péter Csermák, en nombre de todo el Movimiento.

Relató con todo detalle la vida y el carácter de Róbert Gódány. Fue un verdadero homenaje. Después, en representación del Movimiento de Austria, habló Bruno Mucha, que junto a su esposa, es presidente nacional de Austria. Además habían llegado de Viena Eva y Erich Berger, otro matrimonio, la Hna. Kinga y la Hna. Beata-María.

Familia

A continuación algunos hijos y nietos llevaron el ataúd de su padre y abuelo al cementerio del pueblo. Entre ellos estaba Judit, de 20 años. Yo nunca había visto a una joven ayudando a llevar un ataúd. Era conmovedor. Abajo, en el cementerio, se colocó el ataúd. Allí estuve junto a la hija mayor, María. La atmósfera otoñal y el maravilloso y cálido sol hechizaban de alguna manera el lugar, de tal manera que María me susurró: ¿no es bonito esto?

Péter, uno de los hijos de la familia Gódány, dirigió un discurso a su padre. Fue el punto culminante de la celebración. Péter tuvo que tomar aliento varias veces, para poder aguantar. Fue un discurso excelente en el sentido literario y artístico. Se dirigió a su padre de forma personal, intercalaba muchas preguntas que encajaban perfectamente con el corazón de su padre, dio las gracias y se despidió de él. Durante estas palabras todos derramaron lágrimas. Yo pensaba con el corazón: Ahora, desde el cielo, Róbert Gódány está orgulloso de su hijo.

Luego, el ataúd fue introducido en la fosa por sus hijos y nietos, e inmediatamente fue cubierto de tierra, como es costumbre en las zonas rurales en Hungría. Mientras que cantaban los asistentes, ocho hombres echaron la tierra en la sepultura… El tiempo que duró, fue más o menos igual que lo que se tarda en Alemania cuando todos pasan por la sepultura abierta, echando tierra y flores.

Del constructor de la eternidad

Tras dos horas y media de celebración, todos fueron invitados a un ágape en el Centro de Schoenstatt, donde hubo muchos encuentros y muchas conversaciones. También se mostraron fotos de la vida de Róbert Gódány.

Rita Gódány vivió toda la ceremonia con increíble fortaleza. Los largos meses de enfermedad de Róbert le dieron la oportunidad de despedirse de él y de aceptarlo todo de las manos de Dios. Se notaba que ella había pacificado su alma. Ella era el centro fuerte y cálido de su gran familia, de sus nietos, de los cuales algunos iban continuamente hacia ella. Acogió las condolencias de corazón irradiando fuerza y serenidad.

Durante las conversaciones, que siguieron a la celebración, se notaba lo conmovidos que estaban los asistentes. Fue una ceremonia “hermosa” y profunda, así lo definieron muchos. Todos nos experimentamos como una gran familia.

Esto es un hito en la historia del Movimiento de Schoenstatt en Hungría. El padre de la familia fundadora, portador espiritual y garante del auténtico espíritu de Schoenstatt, se ha despedido en medio de una evolución floreciente del Movimiento de Schoenstatt húngaro.

La canción favorita de Róbert Gódány dice:

Construimos sobre tierra sagrada el reino sagrado de Dios, como una catedral, con manos fuertes y jóvenes.

Fuimos llamados por un mensaje celestial con la urgencia de tiempos de tormentas. Deberíamos ser obreros del constructor de la eternidad.

Tocó nuestras almas con Su gracia, en el amanecer de nuestras vidas nos hizo Sus obreros.

Ahora construimos con nuestras propias manos, igual que una catedral, el reino sagrado de la Reina en la tierra sagrada de Schoenstatt

Original: alemán, 12.10.2017. Traducción: Paz Leiva, Madrid, España/ cmr

Róbert Gódány: el sueño de Schoenstatt en Hungría hecho persona

 

 

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