Publicado el 2017-07-09 In Vida en alianza

Vocación: Hacer visible ese sí de Dios hacia nosotros

REPÚBLICA CHECA, P. Frank Riedel •

“La diócesis de Litoměřice le ha dado al Movimiento de Schoenstatt un regalo con tu persona”, le dijo el obispo Jan Baxant al Padre Jiří Landa, a quien acababa de ordenar de sacerdote. Inmediatamente le pidió al nuevo sacerdote, que él le hiciera regalos a la Iglesia.

A la solemne liturgia que tuvo lugar en la Catedral de San Esteban en Litoměřice, la ciudad natal del Padre Jiri, asistieron invitados de diferentes lugares, acompañados por el buen tiempo de verano. Junto a la familia, amigos y conocidos, así como numerosos miembros del Movimiento de Schoenstatt de la República Checa, llegaron muchos invitados de Alemania, donde el Padre de Schoenstatt comenzó en el 2005 su formación y donde vivió muchos años. También llegaron personas de Polonia, Hungría, Austria, Suiza e incluso desde Brasil, para celebrar este día tan especial.

Incluso el arzobispo Dr. Udo Markus Bentz con su asistencia, sentó un precedente de solidaridad con el P. Jiří y con la Comunidad de los Padres de Schoenstatt, los que han cooperado desde hace muchos años en la formación pastoral con el Seminario de Mainz, cuyo director es el obispo Bentz. Landa fue primero diácono en la Parroquia Zaybachtal en Mainz y asumirá como capellán en la ciudad de Worms.

Agradecimiento a una mujer especial

Al final de la misa de ordenación sacerdotal, el Padre Jiří dijo algunas palabras de agradecimiento primero a su familia, a sus hermanos de comunidad, como también a muchos que lo acompañaron en su camino y que lo apoyaron en sus años de formación. Al final tuvo palabras de agradecimiento a “una mujer especial”. Se refería a la Santísima Virgen María, a la Madre Tres Veces Admirable de Schoenstatt. Visiblemente conmovido, el P. Jiří le entregó un gran ramo de flores.

Los cinco Padres de Schoenstatt de República Checa

Poder crecer en un clima de benevolencia

El día después de la ordenación sacerdotal, el P. Jiří Landa celebró su primera misa en la iglesia de su comunidad de origen, en la Iglesia de Todos los Santos, ubicada también en Litoměřice. En su primera homilía, el P. Stefan Strecker de Munich dijo que la vocación se trata de hacer visible ese sí de Dios hacia nosotros. “Nuestro mundo necesita personas que tengan una visión positiva del mundo.” La promesa de Dios a las personas debería encotrar expresiones concretas de aceptación.

El P. Stecker destacó como un don especial del nuevo sacerdote, que él irradia a su alrededor un clima de benevolencia, donde las personas pueden desarrollarse. Una experiencia humana muy importante es la de poder crecer. “Necesitamos la experiencia de que no tenemos que estar ‘terminados’”.

En esos días en Litoměřice se pudo experimentar mucho ese aire de benevolencia. Fue un ambiente de alegría y de gratitud. Alegría y gratitud por el Padre Jiří con su forma de ser que estimula el crecimiento en las personas, por el hecho de que ahora como sacerdote puede trabajar para las personas y porque Dios siempre llama a personas que en su semblante nos regalan el sí de Dios hacia nosotros.

 

Iglesia de Todos los Santos

 

Original: Alemán 7/7/2017 Traducción: Tita Andras, Viena, Austria

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