PERÚ, por P. Esteban Casquero •
Del 4 al 6 de abril, se realizó en Lima un encuentro para sacerdotes y diáconos interesados en el Instituto de Sacerdotes Diocesanos de Schoenstatt. La jornada se inició en el Santuario de La Molina, en el saloncito de reuniones debajo del mismo. Participaron cuatro sacerdotes: los Padres Julio Ramírez, Dayán Jesús Aquino y Martin Uriarte, de la ciudad de Chiclayo y el P. Edgar Merel, del Callao. También, estuvo Jorge Torero Renteros, Diácono transitorio del Callao.
La Madre cobija y atrae hacia Jesús
El amor a la Mater va encendiendo los corazones de los hijos que la conocen. El encuentro consistió en mostrar el “abanico” vocacional en las ramas sacerdotales en Schoenstatt, las características propias y la vida que se despierta en cada una de ellas, a partir de la Providencia y del carisma del Padre y Fundador José Kentenich. La reunión estuvo marcada por la colaboración silenciosa de personas de la Familia, que acercaron cosas ricas para comer y mimaron bastante, haciéndolos sentir hijos del santuario peruano.
El entorno natural que rodea a La Molina sirvió para que el encuentro se desarrollara de modo tranquilo y en contacto con el Dios de la Vida y con la Reina, quien con su amor de Madre cobijaba y atraía hacia Jesús.
Que Schoenstatt crezca y fecunde los cerros limeños
«La tarea que me ha encomendado la Comunidad ha sido una gran alegría para mí (P. Esteban Casquero, argentino). Con gusto accedí, cuando me pidieron que viajara a Lima para visitar a los ‘interesados’ en esta propuesta sacerdotal de Schoenstatt. Mi viaje consistió en una tarea de clarificación y discernimiento sobre los muchachos. Doy gracias a Dios Padre por esta encomienda y por las almas de esos sacerdotes jóvenes, que con tanta apertura me recibieron como hermano. También debo agradecer a dos matrimonios que tan generosamente se han ocupado de mi estancia en Lima: la Familia Chávez Vélez y la Familia Scamarone, que me recibieron en su casa y me hicieron sentir como parte de la familia.
Como anhelo, puedo decir que espero que entre los sacerdotes peruanos surja, crezca y se pueda desplegar el carisma propio de cada comunidad sacerdotal schoenstattiana para beneficio de la Familia peruana.
Que los proyectos e ideas que surgieron en las charlas con miembros de la Familia, los animen a dar los “saltos mortales” necesarios para que Schoenstatt crezca y fecunde los cerros limeños con las gracias de la Madre Tres Veces Admirable.
Mucho hay por hacer y muchas ganas hay de hacerlo. Cuando se conjugan deseo y ganas podemos estar seguros de la victoria. La Madre cuidará perfectamente (MPHC – Mater perfectam habebit curam). Bendición para todos los hermanos peruanos, que con desdén se esfuerzan para que Schoenstatt sea conocido en su país, y que la Reina interceda por ustedes para que reciban los dones de conducción y animación que necesiten».
