Publicado el 2016-01-01 In Vida en alianza

Apertura de la Puerta de la Misericordia en Monte Sion Gikungu

BURUNDI, Hermes Ntabiriho •

«He visto … He comprendido … Conozco vuestras angustias» Exodo 3, 7″: Con esta motivación se inauguró el Jubileo del Año de la Misericordia en el santuario de Monte Sion Gikungu, en la ceremonia presidida por Mnsr. Evariste Ngoyagoye, arzobispo de la diócesis de Bujumbura, el pasado domingo 20 de diciembre de 2015. La apertura oficial del Jubileo a nivel nacional en Burundi tuvo lugar el 8 de diciembre en el santuario nacional de Mugera de la archidiócesis de Gitega, donde se congregaron todos los obispos de Burundi acompañados de miles de creyentes.

En monte Sion Gikungu, antes del programa propiamente dicho, a partir de las 9 de la mañana, estaba prevista una animación con cantos en la explanada delante del santuario, con pequeñas meditaciones del P. Herménégilde Coyitungiye sobre la misericordia y el jubileo proclamado por el Papa Francisco. Los fieles habituales que llegaron a la misa que comienza normalmente a las 9.30 horas de la mañana, se sorprendieron de la multitud de peregrinos (unos 6.000) que ya se concentraban dentro de la iglesia y delante del santuario mariano. La afluencia recordaba el ambiente que reinaba cuando tuvo lugar la coronación de la Madre Tres Veces Admirable en Monte Sion como reina de la paz y la reconciliación el 15 de agosto de 2009.

A las 9 h 30 min. la procesión solemne encabezada por el arzobispo de Bujumbura, con la imagen de Jesús Misericordioso al frente, llega delante del santuario, dando comienzo la ceremonia propiamente dicha. Los hitos de esta ceremonia fueron la elevación de la Santa Biblia, como primera fuente de la misericordia divina, la lectura del evangelio de la misericordia según San Lucas (cf. Lc. 15, 1-7) y, tras recitar unas oraciones, la apertura de la puerta santa de la misericordia, la puerta del santuario de la Madre Tres Veces Admirable.

Jubile 2 Arrivee des pelerins avec Jesus Misericordieux

La Biblia como fuente de la misericordia

A continuación, los sacerdotes entraron en el santuario, precedidos por el obispo, para recoger e implorar misericordia. La procesión de los peregrinos hacia la iglesia grande se retoma y la misa comienza con la aspersión con agua bendita a los fieles. La iglesia estaba llena y los peregrinos se asentaron en las gradas que la rodean, mientras que otros buscaban la sombra de los árboles.

Durante la homilía, el arzobispo Ngoyagoye dio una verdadera catequesis sobre la misericordia divina a partir de la Sagrada Escritura y volviendo sobre la bula del jubileo extraordinario de la misericordia, Misericordiae Vultus. De entrada, recordó a la multitud de peregrinos que fue el Papa Francisco quien nos ha invitado a entrar en el Año de la Misericordia. Dios tiene muchos nombres, muchos atributos. Es justo, santo, verdadero, fiel, misericordioso, etc. Incluso los musulmanes le conceden 99 nombres. Nosotros los cristianos, dijo, podemos encontrar muchos más nombres. ¿Qué quiere decir esto? Que Dios es un misterio incomprensible. Pero, como dice el Papa Francisco, la misericordia, es la que define mejor el corazón de Dios. Dios es sensible a la miseria del hombre. Por eso ha dicho « He visto… He comprendido… » El pueblo elegido estaba reducido a la esclavitud en Egipto Dios reaccionó.

Según el Papa Francisco, recordaba Mnsr. Ngoyagoye, la misericordia de Dios se manifiesta comenzando con los ojos, cuando Jesucristo dice « Quien me ve a mí, ve al Padre » (cf Jn 14,9) El arzobispo leyó diferentes pasajes para poner de manifiesto la misericordia de Dios: Jesús recibe a los pecadores y come con ellos, escandalizándose los fariseos. O bien, en lugar de condenar a la adúltera, hace que sus acusadores examinen sus conciencias, comenzando por los más viejos.

Incluso Moisés, recuerda a los peregrinos, imploró la misericordia de Dios para su pueblo con quien había sellado una alianza, pero que después adoró al becerro de oro. Rogaba así: ¡Ten piedad de ellos!

Jubile 3 Mgr Evariste Ngoyagoye souleve la Sainte Bible, Source de la Misericorde divine

Una llamada a la conversión

En efecto, insistía, Dios está lleno de ternura y es lento a la cólera. La misericordia está por encima de todo. En Oseas 11, es la misericordia de Dios la que se despliega, a pesar de las infidelidades de Israel. Él perdona, porque es Dios y no hombre (Oseas 11,9). Es tiempo de volver hacia el Dios de la misericordia, martillea el arzobispo, haciendo alusión a los tiempos difíciles que atraviesa Burundi. Y hay mucha más alegría en el cielo por un sólo pecador que se arrepienta (cf Lc 15,7). El año jubilar es una oportunidad para hacer examen de conciencia, para impartir justicia, para pedir perdón y perdonar.

Incluso esta invitación a experimentar la misericordia no debería dejar a nadie indiferente. La llamada a la conversión se dirige especialmente a los hombres que forman parte de grupos y asociaciones criminales. La misma llamada se dirige a las personas culpables o cómplices de corrupción, esta « llaga putrefacta de la sociedad », como la ha calificado el Santo Padre.

Jubile 5 Mgr Evariste se receuille au Sanctuaire

Indulgencias especiales en el año jubilar de la misericordia

Durante este año santo de la misericordia, se ha concedido a todos los sacerdotes la potestad de absolver incluso aquellos pecados que están reservados al obispo, como el aborto, precisa Mnsr. Ngoyagoye. El Santo Padre, añade, dará autorización especial el miércoles de ceniza a los misioneros de la misericordia, para que puedan absolver los pecados que están reservados únicamente al Papa. A los peregrinos que parecían asombrados de que hubiera tales pecados, el arzobispo ha revelado que durante la guerra que ha vivido Burundi, tales pecados han existido, como, por ejemplo la profanación de hostias consagradas.

Finalizando su homilía, Mnsr Ngoyagoye ha recordado la cercanía de la fiesta de la Navidad. María es por excelencia la Madre de la Misericordia, a Ella el ángel Gabriel la saludó diciendo « Alégrate , llena de gracia», es Ella la que canta la misericordia de Dios de generación en generación, Ella estuvo a los pies de la cruz cuando su Hijo pronunció las palabras « Padre, perdónales porque no saben lo que hacen » (Lc 23,34).

Ha terminado pidiendo a los peregrinos que vengan en familias, por parejas o movimientos de acción católicos, para pasar por esta puerta de la misericordia.

Durante la oración universal, los fieles han utilizado muchos símbolos para tratar de ilustrar los pecados de la sociedad burundesa, para los cuales se pide perdón: una vela que se encendió para simbolizar la alegría de salir de las tinieblas, una piedra para recordar que los corazones han llegado a ser duros como piedras, una bandera de Burundi para rogar por la paz y por las numerosas víctimas de una guerra sin decir su nombre.

Una ceremonia de tres horas de alegría

La ceremonia y la misa del cuarto domingo de Adviento duraron más de tres horas, pero ni los peregrinos, ni el arzobispo Ngoyagoye parecieron estar cansados. Las caras radiaban una alegría que se diría celestial. En efecto, Mnsr. Ngoyagoye, antes del canto de acción de gracias que haría bailar a toda la multitud de peregrinos (ver video), tomó el micrófono para dar una catequesis a los fieles sobre las indulgencias y por último los fieles le agradecieron con un aplauso por las enseñanzas recibidas. En el mes de enero, las mismas ceremonias tendrán lugar en el santuario de Mutumba.

Mediadores ugandeses han establecido conversaciones entre el gobierno de Burundi y la oposición el lunes 28 de diciembre, con objeto de detener la espiral de violencia que se ha cobrado cientos de vidas en los últimos meses. Las Naciones Unidas dicen que al menos 400 personas han sido asesinadas y que decenas de miles han abandonado el país. La violencia ha puesto más nerviosa aún a una región que permanece inestable desde hace dos décadas, después del genocidio en la vecina Ruanda. Burundi ha visto varias oleadas de violencia étnica incluyendo la guerra civil de 1993-2005 en la que murieron 300.000 personas. El Movimiento de Schoenstatt asumió un rol activo en el proceso de reconciliación después del final de la guerra civil.

Original: francés. Traducción: Miguel Ángel Rubio, Madrid, España

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