Publicado el 2015-12-31 In Vida en alianza

Una ocasión auspiciosa

ESTADOS UNIDOS, Carlos Cantú •

Realmente fue una ocasión auspiciosa la que tuvo lugar el 12 de diciembre de 2015 en el Santuario Confidentia y en el Centro de Schoenstatt en Lamar, Texas. Aquí se fundó el Movimiento de Schoenstatt en Texas. El P. José Kentenich, nuestro Padre Fundador, que estaba recorriendo el mundo, fue invitado en 1948 a visitar Texas por el entonces obispo de la diócesis de Corpus Christi. El obispo le pidió al P. Kentenich que enviara a las Hermanas de María a trabajar en su diócesis. Cuando, en su viaje de regreso, el P. Kentenich visitó Sudáfrica, le pidió a tres Hermanas de María que fueran a Texas. Les dijo que construyeran una casa y un Santuario e impulsaran la espiritualidad de Schoenstatt entre la gente. Las tres Hermanas eran Hroswitha Jockheim, Renata Hagen, and Clementia Wolkmann. Las Hermanas abordaron un barco en dirección a Mobile, Alabama. Tenían muy poco dinero con ellas y se preguntaban cuánto costaría y cómo llegarían a Corpus Christi, Texas. Confiando en Dios y en la Santísima Virgen, rezaron por su intención. De manera inesperada se desató un huracán en el Golfo de México y el barco tuvo que refugiarse en Corpus Christi. De ahí surgió el nombre de nuestro primer y central Santuario en Texas: Confidentia. ¿Por qué? Porque las Hermanas confiaron y, desde su llegada en 1949, han hecho todo con una confianza ilimitada, victoriosa, como de niños.

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Reinauguración de la Casa Schoenstatt

El Santuario Confidentia se construyó en 1959, junto con lo que ahora se conoce como Casa Schoenstatt y que era la residencia de las Hermanas. Conforme el Movimiento creció y se desarrolló, también ocupó parte de la Casa Schoenstatt. Para aliviar el problema del espacio, en 1967 se agregó una nueva ala a la Casa Schoenstatt, que proveyó más habitaciones y un comedor para dar servicio a los asistentes a reuniones o retiros. Las cosas mejoraron aún más cuando se construyó, en 1974, el Centro de Entrenamiento. Después de que las Hermanas construyeron su Casa Provincial, el Movimiento dispuso por completo de la Casa Schoenstatt. Sin embargo, como todos sabemos, llegó el momento de remodelar la Casa Schoenstatt para hacerla más cómoda. A principios de este año, y gracias a la generosidad de muchas personas, empezó la remodelación. Hoy la Casa Schoenstatt cuenta con muchos más dormitorios y baños, comedores más espaciosos, una cocina remodelada, espacios para reuniones, alojamiento para los sacerdotes y un elevador. Ha sido hermosamente decorada y pintada. ¡Uno se siente inmediatamente como en casa!

La bendición de la Casa Schoenstatt remodelada – una ocasión propicia – se llevó a cabo el 12 de diciembre de 2015. Entre los aproximadamente 150 invitados de ese día estaban el Excmo. Michael Mulvey, obispo de la diócesis de Corpus Christi, los Padres de Schoenstatt Gerold Langsch y Jesús Ferrás; el P. Peter Anthony, capellán de las Hermanas de María en Lamar; el P. Yrlas, pastor local; la Hna. Joanna, Superiora Provincial; la Hna. Gabriella, anterior Superiora Provincial; varias Hermanas de Schoenstatt que llegaron de visita desde Wisconsin y nuestras Hermanas de María locales, que trabajaron afanosamente para hacer que esta ocasión fuera verdaderamente propicia. No podemos agradecer suficientemente a nuestras Hermanas por todo lo que hacen para nuestra Familia de Schoenstatt en Texas.

Sean embajadores de la misericordia

La Santa Misa se ofreció en agradecimiento al Dios Trino y a nuestra Madre Tres Veces Admirable, Reina y Victoriosa de Schoenstatt, por el regalo maravilloso de nuestra Casa Schoenstatt remodelada, y también en gratitud a todos los que tan generosamente ayudaron con sus donaciones o que estuvieron involucrados en la remodelación.

El P. Jesús Ferrás, director del Movimiento de Schoenstatt en Texas, extendió una cálida bienvenida a Monseñor Mulvey y a los sacerdotes presentes. A continuación se presentan extractos de la homilía del obispo:

“Ahora que el Papa Francisco ha proclamado el año de la misericordia, tenemos oportunidad de recibir muchas gracias de Dios. ¿Qué gracias hay hoy? Se trata de recibir y dar, no de almacenar las gracias. Recibir y dar. La Santísima Virgen es nuestro modelo perfecto porque está llena de gracia. Es un vehículo de honor. ¿Qué tiene Dios reservado para cada uno de nosotros? Aquí estoy, Señor, úsame. Reconócete como un vehículo de gracias. ¿A dónde se dirige nuestro mundo? ¿Por qué hay tanto miedo? El miedo no debería paralizarnos porque somos vehículo de gracias. El Señor nos dio a María. Dios está trabajando, pero si estamos paralizados por el miedo, estorbamos al trabajo de Dios. La persona consagrada debe reubicarse, no físicamente, sino reubicar su corazón en el de Jesús y Su Madre. Vivamos nuestra fe y seamos embajadores de la misericordia. Tengamos confianza y transmitámosla a los demás”.

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Regalos significativos

La procesión del ofertorio fue muy significativa. Se presentaron tres regalos:

1) Una imagen de la Casa Schoenstatt… Ofrecimos una imagen de nuestro recién remodelado centro de retiros, la Casa Schoenstatt, como nuestro regalo de jubileo a nuestra Madre y Reina, así como a nuestro Padre Fundador. En gratitud rezamos por todos los que llegan a nuestro Santuario y ahí experimentan profundamente las gracias del acogimiento, la transformación interior y el envío apostólico.

2) Un sobre con los nombres de nuestros benefactores. En agradecimiento y profundo aprecio ofrecemos los nombres de nuestros generosos benefactores: los que han rezado y hecho sacrificios; los que han trabajado y aportado su tiempo y esfuerzo; los que han ofrecido sus padecimientos y los que han hecho aportaciones económicas para este proyecto especial. Le pedimos a nuestra Reina de la Confianza como Niño que recompense a nuestros maravillosos benefactores con sus gracias desde nuestro Santuario Confidentia como sólo ella puede hacerlo.

3) Los presentes para la Sagrada Eucaristía.

Procesión

Antes de la bendición final, la Hna. Gabriella se dirigió a los presentes, no sólo para agradecer a los que hicieron posible el evento, sino también para reconocer al arquitecto, contratistas y demás personas que se esforzaron denodadamente durante todo el proyecto de remodelación. Explicó también el propósito de la casa de retiros y de su servicio al Movimiento de Schoenstatt y a la diócesis de Corpus Christi.

Al terminar la celebración de la Sagrada Eucaristía, se llevó a cabo una hermosa procesión, desde el Centro de Entrenamiento, frente al Santuario, hasta la recién remodelada Casa Schoenstatt. Desde lo alto caía una llovizna, como bendiciendo al evento. La procesión incluyó la bandera del Centenario, banderas de los cursos de la Federación de Señoras y de la Federación de Familias, auxiliares de las diócesis de Brownsville y Corpus Christi, y una imagen de nuestro Padre Fundador en memoria del milagro de Nochebuena de 1965, cuando el P. Kentenich regresó a Schoenstatt.

Bendición

Monseñor Mulvey dirigió un breve rito introductorio, seguido por el momento solemne de la develación y bendición de la piedra angular. El obispo oró así:

“¡Tu palabra, Señor, es Espíritu y vida! Tu misericordia es ilimitada y tu bondad inagotable. Gracias por todo lo que, en tu majestad, nos has concedido. Te pedimos, Padre amoroso y lleno de gracia, que bendigas esta piedra angular. El símbolo del ojo del Padre es un recordatorio de tu bondad paternal, que nos conoce, ama y guía en nuestra vida diaria. Que esta piedra angular con el símbolo del ojo del Padre nos ayude a reconocer que tu gracia paternal nunca nos abandona, sino que constantemente nos da la bienvenida a tu viñedo. Que Nuestra Madre Tres Veces Admirable nos recuerde siempre que ‘grandes cosas me ha hecho el Poderoso; y santo es su nombre’ (Lucas 1:49)”.

El obispo rezó entonces la oración de bendición: “Oh Dios, inspirador y autor de toda obra santa, escucha nuestra plegaria para que derrames tu gracias en ésta nuestra Casa de Retiros de Schoenstatt y en todos los que a ella acudan. Hazla un lugar de meditación constante sobre tu palabra, de mutuo amor, de hospitalidad a todos y de servicio incansable a los demás. Concédenos que aquellos que siguen fielmente a Cristo puedan juntos dar testimonio elocuente para nuestra Iglesia y el mundo. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor”.

Monseñor Mulvey, acompañado por las Hermanas, recorrió la casa bendiciéndola. Posteriormente se sirvió un refrigerio y hubo una convivencia.

El 12 de diciembre de 2015 – Día de nuestra Señora de Guadalupe – será sin duda recordado como una ocasión auspiciosa por la Familia de Schoenstatt en el Santuario Confidentia y Centro Schoenstatt.

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Original: Inglés. Traducción: Eduardo Shelley, Monterrey, México

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