Publicado el 2015-09-18 In Vida en alianza

Mons. Rafael Biernaski toma posesión de la diócesis de Blumenau, llevando la gratitud de la gente de Curitiba

BRASIL, Edson y Luciana Mocelin •

Desde que el pasado 24 de junio se supo la noticia que Mons. Rafael Biernaski, de la Federación de sacerdotes diocesanos de Schoenstatt, había sido elegido Obispo de la diócesis de Blumenau, se produjeron algunos momentos especiales que marcaron la despedida de este estimado pastor que Dios nos dio. La arquidiócesis de Curitiba, la Familia de Schoenstatt y la Federación de Familias prepararon encuentros para agradecer la presencia amable, paterna, consejera y cariñosa, entre muchos otros adjetivos que pueden describir los cinco años en los que Mons. Rafael fue obispo auxiliar de nuestra ciudad y, en los últimos nueve meses, administrador de la Arquidiócesis.

El 5 de julio, durante la Sta. Misa que presidió Mons. Rafael en el encuentro del Curso XV, la Federación de Familias en Curitiba recordó las muchas veces que nuestro querido Obispo estuvo con nosotros en las jornadas, conferencias, reuniones sociales, Misas, aniversarios del Congreso de Hoerde y atención de confesiones (éstas estarán siempre en la memoria de las familias consagradas, que mensualmente y durante unos tres años, pudieron experimentar la misericordia de Dios a través de las manos y las palabras que don Rafael dirigía, con bondad muy paternal, a los adultos y también a los niños, incluidos los pequeños, a los que escuchaba pacientemente en confesión). La atención que Mons. Rafael dispensó a nuestra comunidad quedará grabada para siempre en los corazones y, por supuesto, en fotos, en muchas fotos.

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Enviado por la Familia de Schoenstatt

esuiCty9UP5c8CczpWeNLo3mNnH3-FTn4gwMZWV9NzgEl 18 de agosto la Familia de Schoenstatt, en la Sta. Misa celebrada en el Santuario Tabor Magníficat en la que renovó la Alianza de Amor, dio gracias a Dios por la misión del obispo Rafael desde el inicio de su historia, cuando consiguió el terreno para que la MTA se estableciera en nuestra ciudad, y en todas las celebraciones el las que estuvo junto al Santuario. Un video recordó estos momentos, y una oración rezada por todos los presentes, envió a Mons. Rafael a su nuevo hogar y a una nueva misión

Querido Padre Celestial, nuestra gratitud en este momento se dirige a ti:

(…) – Por haberle llamado al ministerio episcopal en nuestra ciudad y por haber sido un pastor complaciente y atento con todos: adultos, jóvenes y niños;

– Por haber dado a Mons. Rafael el don de la paternidad espiritual, la paciencia y la misericordia que viene de Ti y cuya gratuidad a menudo nos recordó;

– Por todos los momentos que nos proporcionaste al lado de este tu hijo amado, cuya presencia nos recuerda en cada gesto, mirada y palabra, tu presencia paterna.

(…) Unidos por la Alianza de Amor, prometemos a Mons. Rafael nuestras oraciones y junto al Padre y Fundador, el Padre Kentenich, rezamos una estrofa del Cántico al Terruño con la certeza de que el carisma de Schoenstatt va a sostener nuestro vínculo para siempre:

(…) Desde el Santuario Tabor Magníficat enviamos a Mons. Rafael a su nueva diócesis y que las gracias que fluyen de este trono de gracias lo acompañen en su nuevo hogar. ¡Amén!

Curitiba se despide y a Blumenau le da la bienvenida

El 27 de agosto la Arquidiócesis celebró una Sta. Misa en acción de gracias, y una cena en su homenaje. Fue emocionante ver cómo un hijo de Schoenstatt es tan amado por el pueblo que Dios eligió para recibirlo en el comienzo de su ministerio episcopal. Mons. Rafael se ganó el corazón de todos y dejará nostalgias. En el sitio de la arquidiócesis se lee: «Don Rafael fue un pastor según el corazón de Dios, un hombre preparado en el ámbito teológico y pastoral, humano y acogedor, cercano a la gente: se hizo amigo de todo el mundo».

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«Él me ha enviado para evangelizar»

Pero una nueva misión le espera y un cálido pueblo le dio la bienvenida en la Eucaristía de toma de posesión del cargo en la catedral San Paulo Apóstol, en Blumenau, el 29 de agosto. Con el lema episcopal «Él me ha enviado para evangelizar», Mons. Rafael asumirá una Diócesis que incluye trece ciudades y que hace seis meses que espera y reza por el nuevo pastor. La Catedral, con capacidad para tres mil personas, acogió a más de cuatro mil. En el exterior un cartel daba la bienvenida y dentro de la Catedral, la gente recibía al obispo Rafael con pancartas, remeras y bufandas con su foto estampada. Varios discursos marcaron el comienzo de la Eucaristía, y la lectura de la bula de nombramiento selló el momento en el que Mons. Rafael recibió el báculo, símbolo del pastoreo, luego ocupó la cátedra episcopal, que simboliza la enseñanza del Evangelio, de la que es el principal responsable en la diócesis. Por primera vez, recorriendo los pasillos de la Catedral, el obispo Rafael bendijo a los fieles de la ciudad y de la región. Autoridades, fieles, familiares y amigos, prestigiaban este profundo y emocionante momento que él estaba viviendo.

En la homilía, el obispo Rafael usó términos muy familiares a los schoenstattianos: dijo que quería conocer a la gente para poder amarla y luego servirla. Y con el amor y el cuidado paternal de siempre pidió a los que se encontraban de pie en toda la celebración, que ofrecieran el sacrificio por su ministerio episcopal. Sí, Don Rafael, ofrecemos todo al Capital de Gracias, pero es algo muy pequeño en comparación con el tiempo que usted nos dispensó, sus gestos de atención y generosas palabras de aliento y profundo cuidado paternal que nos dedicó en los últimos años.

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Unidos por la Alianza de Amor

En el almuerzo de confraternización en la sala de la Catedral, saludamos a Mons. Rafael por la nueva misión y transmitimos las palabras de afecto y deseos de éxito de los que no pudieron estar físicamente allí. Espiritualmente estaban todos, y permaneceremos unidos por la Alianza de Amor. Estaremos distantes geográficamente, pero no en nuestros pensamientos y oraciones. No nos cansaremos de agradecer a Mons. Rafael, que en cada gesto, nos recordó tanto la manera personal que nuestro Padre y Fundador, el P. Kentenich trataba a la gente. Sobre todo, Don Rafael siempre será un reflejo de la paternidad misericordiosa Dios.

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Fuente: http://www.uniaodefamilias.com.br

Original: portugués. Traducción: Kikito Vázquez, Asunción, Paraguay

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