Publicado el 2010-05-26 In Vida en alianza

¡Estuve en prisión y viniste a verme!

Entregando las donacionesBURUNDI, P. Déogratias Maruhukiro. El domingo 10 de mayo de 2010 una pequeña delegación de la comunidad cristiana de Mont Sion Gikungu, especialmente los que pertenecen a la comisión «acción-cuaresma», fueron a Ruyigi a visitar a los prisioneros. Recordemos que la acción cuaresma es una obra de caridad nacida en el Santuario mariano de Mont Sion Gikungu hace cuatro años.

 

 

 

 

Das Bild der Gottesmutter bringen, darum geht es Esta obra consiste en fructificar el tiempo de cuaresma motivando a los Cristianos de Mont Sion y a otras personas de buena voluntad, a vivir una cuaresma diferente, una cuaresma para compartir. Reunimos víveres, ropa y dinero durante todo el tiempo de cuaresma y esperamos al mes de mayo para distribuirlos. ¿Por qué el mes de mayo? Porque es el mes de María, y estamos convencidos de que salimos con María desde el Santuario para visitar a los más desposeídos. Es María quien, a través de nosotros, va hacia los pobres desde su Santuario. Uno de los regalos que ofrecemos a las personas que visitamos es, en primer lugar, la imagen de la Virgen María Madre y Reina Tres veces Admirable de Schoenstatt. Con este fin, entonces, fuimos hacia el Este del país a la diócesis de Ruyigi.

Alimentos, ropa, jabón

Nos motivó esta palabra del Evangelio: «Porque tuve hambre y me dieron de comer (…) estaba desnudo y me vistieron; enfermo, y me visitaron; en la cárcel y fueron a verme» (Mt 25, 35).

Se trata de la primera etapa de la distribución de víveres y de otros bienes recolectados durante el tiempo de cuaresma. Teníamos media tonelada de arroz, media tonelada de alubias, media tonelada de harina, una montaña de mantas, jabón y también mucha ropa. El capellán de la prisión de Ruyigi nos hizo saber que con esta ayuda, cada prisionero podía recibir por lo menos medio kilo de víveres sin contar la ropa.

Entregando las donaciones Lo que nos impresionó, es la alegría que encontramos entre los prisioneros, más especialmente entre aquellos con los que habíamos compartido la Eucaristía. Allí encontramos un coro bien organizado y que canta con pocos medios pero, no sólo con bellas voces sino también con mucho compromiso y mucho gozo. Tal gozo sólo puede justificarse porque Jesús verdaderamente está allí, se deja tocar por estas personas que de una u otra forma son abandonados en las diferentes prisiones. Pero Él se deja tocar por aquellos que se convierten verdaderamente y aceptan compartir su vida. Es por ello que uno puede darse cuenta de la diferencia entre los que vienen a Misa y los que no oran. Unos son alegres, a pesar de estar en prisión, se sienten liberados ya por Cristo y sólo esperan el día «D», en tanto que los otros ¡están tristes, con el ceño fruncido!

Apoyando al coro

Después de la Misa, el responsable de la comunidad cristiana de esta prisión, nos dirigió una palabra de agradecimiento. También nos pidió que apoyáramos al coro que necesita un instrumento musical para acompañar el canto litúrgico. Algunas personas que nos acompañaban propusieron contribuir para comprar un piano. Ya tenemos la promesa de contar con 400.000 francos, y según el precio de un piano, nos faltaría tener todavía casi otro tanto, es decir, 400.000 francos burundeses. La próxima etapa de distribución de lo que recolectamos se hará a principios del mes de junio en la parroquia de Kinama, en la localidad de Buterere.

Una palabra de gratitud

No podría terminar sin dirigir una palabra de agradecimiento a las personas que colaboraron con esta obra de caridad, más especialmente las personas comprometidas en la acción cuaresma. Mis agradecimientos también van hacia todas las personas que contribuyeron con esta acción, ya sea los de Burundi, más precisamente los Cristianos de Mont Sion, o los del extranjero que oyeron hablar de la acción cuaresma a través de Radio María de Burundi. Invitamos a todas estas personas a acompañarnos en esta obra de caridad como es la acción cuaresma sobre todo en el proyecto que estamos a punto de emprender. Este proyecto consiste en sacar de la calle a los niños discapacitados que son dejados allí por sus familias para ganar dinero a través de la mendicidad. Es un proyecto sumamente importante para nosotros y estamos buscando adeptos que puedan ayudarnos y alentarnos.

A todos les deseamos muchas bendiciones durante este mes de mayo. Que a partir del Santuario de Mont Sion Gikungu, la Virgen María, la Reina de la paz y de la reconciliación ¡los colme de mucha gracia!

Traducción: Cecilia Mata, Buenos Aires, Argentina

Más informaciones en la página de Mont Sión Gikungu (francés)

Artículo relacionado: Amahoro Ruyigi

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *