ALEMANIA, Hna. M. Monika März. «Hoy es un poco como Navidad», dice el sacerdote que llega al Santuario de Schoenstatt, de Marienberg, Alemania, al caer la noche del 24 de marzo: velas resplandeciendo sobre las bancas, en la banca de la comunión, abajo y arriba del altar y sobre éste, una caja de regalos en forma de corazón – llena de cartas de amor dirigidas a María Santísima, con regalos de amor y pedidos; dentro de una hora inicia la celebración «Anunciación de María»; una noche de cielo estrellado y velas milagrosas resplandeciendo constituyen el escenario de la salida en procesión de nueve señoras que hoy sellaron oficialmente la Alianza de Amor con Nuestra Señora… Todo esto «es un poco como Navidad» – especialmente la atmósfera de consagración.
¡Una verdadera celebración y NOCHE de Alianza de Amor! ¿Pero qué significan esas palabras? Meditar, adorar, cantar en conjunto entre las 8 de la noche y la medianoche; escribir en las tarjetas, que serán depositadas en el jarrón del Santuario, lo que cada una lleva en el corazón; contemplar a María Santísima y dejarse tocar por Ella, tomar su mano y unírsele; una oportunidad para hacer una buena confesión; entre una cosa y otra tomar un poco de aire fresco, beber un vaso de agua o una taza de café; tomar parte, junto con veinte señoras, en la primera «Fiesta de la Alianza de Amor» – Anunciación de María – y después, poco antes de la medianoche, vivir una profunda celebración eucarística, en la que nueve señoras reciben velas encendidas, símbolo de su bautismo, y, a una sola voz, rezan la oración de su Alianza de Amor. Una especie de «Noche de Navidad» en el Santuario de Solidaridad.
«Hoy es un poco como Navidad», pues también en Navidad hay intercambio de regalos. Cuando alguien recibe un regalo se apodera de él un vivo entusiasmo por saber lo que contiene. El entusiasmo aumenta cuando el paquete está bellamente decorado, y eso las mujeres lo saben hacer como nadie. Esta caja de regalos para Nuestra Señora es también misteriosa – ¿qué contiene? Nadie lo puede adivinar, aunque muera de curiosidad. Sin embargo, una cosa es cierta: A Nuestra Señora le ofrecemos hoy nuestro desamparo, así como nuestros esfuerzos. Ella nos ofrece lo mismo, como Dios se desamparó cuando María Santísima Lo concibió y Lo llevó en su seno…».
Esta interpretación que el P. Rector Martin Emge hace en su homilía llega fuertemente a los corazones de los presentes, quitándoles la preocupación de que, para que alguien selle la Alianza de Amor, debe ser perfecto o dar primero pruebas de que ya se encuentra en el camino de la perfección.
«… y deseo pronto sellar también la Alianza de Amor»
«Esta fue la primera vez que vengo a Marienberg – y fue bellísimo. ¡Con toda seguridad, volveré!», así se despidió una joven señora que volverá el próximo verano en compañía de su esposo, del medio del espectáculo. «Es la primera vez que estoy aquí y deseo pronto sellar también mi Alianza de Amor» – manifiesta una señora de Heiligenstadt durante la convivencia que se llevó a cabo cuando concluyó la celebración de la «Noche de la Alianza de Amor». «Estoy muy feliz por haber podido sellar hoy la Alianza de Amor con Nuestra Señora. ¡Le agradezco mucho a la Hermana que me habló de la Alianza de Amor!», dijo al despedirse una madre soltera. «… frecuentemente pienso en las preciosas horas y regalos de esa noche. Ahora, casi todos los días rezo, en casa, la oración de nuestra Alianza de Amor» – opina una madre evangélica, una de las nueve señoras que sellaron su Alianza de Amor. Días más tarde, esa señora volvió, de nuevo, a expresar su alegría: «A menudo pienso en el gran regalo de la Alianza de Amor que sellamos esa noche. ¡Gracias por eso! Ese día fue una magnifica piedra preciosa en mi vida…».
Otras señoras, profundamente conmovidas por lo que vivieron esta «Noche de Alianza de Amor» dieron testimonios semejantes: «Realmente no pensaba venir, porque esta semana tengo muchos compromisos; sin embargo, no me arrepentí de haber venido. Estoy feliz por haber participado». «Primero pensé ¡¿qué vamos a hacer en el Santuario durante cuatro horas?! Pero el tiempo pasó tan rápido y estuve tan ocupada». «La noche de la Alianza de Amor tuvo en mí un efecto duradero. Al día siguiente todavía me encontraba en el Santuario. En todo lo que iniciaba, trabajaba y pensaba, me sentía constantemente rodeada por el Santuario. Era como si todavía estuviese yo ahí».
Fue un poco como Navidad
«Es un poco como Navidad», cuando la fiesta de Nuestra Señora es anunciada a la medianoche mediante el campanario del Santuario, cuando se saborean, en la mesa bellamente decorada, los deliciosos aperitivos de queso de la Casa Dümler, los magníficos canapés de la Casa Seiler y deliciosos bocadillos de queso de Bad Kissingen, y cuando las felicitaciones están acompañadas con el brindar de una copa de champán.
«Es un poco como Navidad», cuando, por largo rato, dos sacerdotes tienen las manos llenas. «Es un poco como Navidad», en los corazones de aquellos a cuyo lado va ahora María Santísima, la MTA de Schoenstatt, como la mujer fuerte que nunca romperá la Alianza de Amor que selló con nosotros.
Todos coinciden: A partir de ahora, debe haber todos los años en Marienberg una NOCHE de Alianza de Amor como esta.
Traducción: Eduardo Shelley, Monterrey, México
