Publicado el 2010-03-28 In Vida en alianza

El Padre Kentenich llegará a Roma “¡increíble!”

Detail der Pater-Kentenich-Statue in MilwaukeeROMA, P. Rainer Birkenmaier. Sucedió pocos días después del 15 de septiembre de 1965. Le dijimos a nuestro profesor de religión que el Padre Kentenich había regresado a Roma desde su exilio en EE.UU. Sacudiendo la cabeza, murmuró para sí mismo: ¡increíble, increíble, increíble! Quienes se lo comunicamos éramos algunos schoenstattianos que cursábamos el 12º curso y nuestro maestro de religión – y de hebreo – era un sacerdote con un ligero contacto con Schoenstatt. Aún hoy lo veo ante mí, sacudiendo la cabeza: ¡increíble, increíble!


22. Dezember 1965Después de catorce años de exilio, repentinamente, sin anunciarse, llegó «el Padre» a Roma en medio de la fase final del Concilio. Fue en el momento justo: la Iglesia lo necesitaba para que se realizara lo que el Concilio había promulgado. Aún hoy le es muy difícil a la Iglesia poner en práctica su misión postconciliar. Ya llega la hora del carisma del Padre Kentenich.

De Milwaukee a Roma

En junio de este año, exactamente en el cierre del año sacerdotal, el Padre Kentenich volverá otra vez de Milwaukee a Roma, en este caso en un símbolo muy significativo: una estatua de bronce hecha en Milwaukee – lugar donde vivió los catorce años de exilio – «volará» a Roma para ser colocada en el Centro Internacional de Schoenstatt en Belmonte. En la plasmación de esta estatua – cuya autora es Gwendolyn Gillen, una reconocida artista norteamericana – participaron muchas Hermanas de María que por largo tiempo vivieron en la más estrecha cercanía del Padre Kentenich.

Begegnung in MilwaukeeEsta estatua, según la experiencia, tiene un papel muy importante para los peregrinos de Milwaukee. Acerca al «Father» (Padre) y logra que se cree un vínculo personal con él.

Los años del exilio (1951-1965) lamentablemente son aún, para muchos, «los años ocultos». ¡Más de la cuarta parte del tiempo que dedicó el Padre Kentenich a la fundación de su obra, la pasó en el exilio! Es hora de que se descubra – como «el tesoro escondido en el campo» – esta etapa de la historia de la Familia de Schoenstatt como un momento especial de la gracia y que se lo ofrezca a la Iglesia.

Misión postconciliar de la Iglesia

El 22 de diciembre de 1965, luego de finalizado el Concilio, el Padre Kentenich le prometió al Santo Padre – Pablo VI – que toda la Familia de Schoenstatt se comprometería por la realización de la misión postconciliar de la Iglesia. Desde entonces han pasado 45 años, y es mucho lo que ha sucedido en el mundo y en la Iglesia. Pero el Padre Kentenich está aún, en cierto modo, «ante portas» («ante la puerta»). Ciertamente hoy en día Schoenstatt ya no es más combatido, pero el Padre Kentenich aún no puede presentarse siempre con su carisma en la renovación y el desarrollo de la Iglesia tal como él lo había previsto. En cierto modo ¿está aún en camino desde Milwaukee a Roma? ¿Ha llegado la hora de que se le abran ampliamente las puertas?

El 8 de diciembre de 1965 concluyó en Roma el Concilio Vaticano II. Ese día el Padre Kentenich, con la colocación simbólica de la piedra fundamental del Santuario «Matri Ecclesiae» y del futuro Centro internacional, aprehendió valientemente las líneas del Concilio y vinculó con ello el camino futuro de Schoenstatt. Consideró este acto como cierre de la historia de la Visitación y, en consecuencia, el fin del tiempo del exilio.P. Josef Kentenich und Bischof Tenhumberg, Belmonte

Un regalo para el año sacerdotal y para el centenario de la ordenación del Padre Kentenich

Han pasado 45 años desde el final del concilio. Mucha agua ha corrido bajo los puentes del Tíber y del Rin. Dentro de poco concluirá el año sacerdotal. Es una peculiar permisión de la Divina Providencia que el año sacerdotal proclamado por la Iglesia haya caído directamente antes del centenario de la ordenación sacerdotal del Padre Kentenich. Los sacerdotes están en el centro de muchas tensiones y cambios de la Iglesia. La estatua se colocará en Roma el 11 de junio de 2010, al cierre del año sacerdotal. En este símbolo, el Padre Kentenich se presenta a los sacerdotes de hoy como lo ha hecho a lo largo de su vida. Puede orientarlos y darles ánimo.

Año sacerdotal – Centenario de la ordenación del Padre Kentenich – Crisis

La Iglesia celebra el año sacerdotal, la Familia de Schoenstatt se prepara para el centenario de la ordenación del Padre Kentenich. Y justo en este momento estalla una tempestad. La palabra clave: «abusos». Es el mejor momento para el carisma del Padre Kentenich, que fue un gran educador de sacerdotes y quiso regalar a la Iglesia un nuevo tipo de sacerdote: el sacerdote profético, que es ante todo un explorador y un guía en la fe, antes que un administrador o un gerente. ¿Logrará educar sacerdotes «de su cuño» en la Iglesia de hoy?

Un regalo para la Iglesia

Die Künstlerin gestaltet die Schuhe La estatua del Padre es un regalo de los peregrinos de Milwaukee, de los sacerdotes del Instituto de sacerdotes diocesanos de Schoenstatt y de muchos amigos de Belmonte. Es un regalo para el Padre Kentenich en su centenario como sacerdote, pero también es un regalo para la Iglesia. Nuestro Padre es un regalo que el Espíritu Santo ha hecho a la Iglesia, esto debe hacerse cada vez más público y se hará patente con su canonización.

Lo acompañamos en su camino

En el comienzo del exilio se hizo la pregunta «¿me acompañas?». En ese entonces estaba dirigida al Padre Menningen, pensado como representante de toda la Familia. Podríamos muy bien imaginarnos que el Padre Kentenich, en su camino de Milwaukee a Roma, nos dirige nuevamente la pregunta: ¿me acompañan? El viaje de la estatua desde EE.UU. a Roma – se la espera para Pentecostés – debe comprenderse simbólicamente. Todos estamos invitados a acompañar esa peregrinación (schoenstatt.de seguirá el camino de la estatua e informará continuamente).

Un reflejo del Padre

In den letzten Tagen wurde in Rom die Statue gegossen. Wie schon zur Zeit der Griechen und Römer wird von einem Modell eine Wachsform erstellt, die als „verlorene Form“ ausgegossen wird.Hace pocos días fue fundida la estatua en Milwaukee. Como ya se lo hacía hace siglos en Grecia y Roma, se elaboró primero un modelo de cera que sirvió de molde para el bronce. Es la técnica llamada «a la cera perdida».

El fundido de una estatua como esta es un proceso arduo y muy exigente.

La Familia de Schoenstatt desea que la Mater, por la Alianza de Amor, logre formar en muchos sacerdotes un reflejo del Padre. Y esto Ella lo logrará mejor si muchos sacerdotes encuentran un acceso personal al Padre Kentenich y se dejan guiar por él.

Para crear vínculos

Si se quisiera mostrar, en una pantomima, un gesto típico del Padre Kentenich en el tiempo de Milwaukee, habría que elegir el gesto de regalar algo con gran cariño. El Padre siempre regalaba.

Verschenkende HandCuando se erija la estatua, en el cierre del año sacerdotal (11 de junio de 2010 a las 17,30 hs.), se espera a unos 250 sacerdotes schoenstattianos de todo el mundo. ¿Qué les regalará el Padre Kentenich? El Instituto de sacerdotes diocesanos tuvo una buena idea: el Padre Kentenich le regalará un cíngulo a cada sacerdote, como signo de su compromiso con Cristo y con la Iglesia, y también como signo del vínculo mutuo. Para esto los sacerdotes del Instituto necesitan ayuda. Invitan a cada miembro o comunidad de la Familia de Schoenstatt a ofrecer como regalo una cantidad suficiente de cíngulos, para que el Padre Kentenich pueda repartirlos a manos llenas entre los sacerdotes. ¡Este podría ser un hermoso signo de solidaridad con los sacerdotes al fin del año sacerdotal!

Traducción: aat, Argentina

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *