Publicado el 2009-09-06 In Vida en alianza

Jóvenes, testigos y actores de la Justicia, el Perdón y la Reconciliación

Jóvenes de Burundi, Ruanda y Kongo en la peregrinación al Santuario de Mont Sión GikunguBURUNDI, Chris Harahagazwe. Bajo el lema «Jóvenes, testigos y actores de la Justicia, el Perdón y la Reconciliación». 300 congoleños, 200 ruandeses y miles de locales responden a la cita. Ocho obispos, de los cuales 3 son de la República del Congo (Este, Norte y Sur) y 2 de Ruanda. Una centena de sacerdotes. Hermanas y hermanos. Después del éxito del Congreso mundial de ex alumnos de los Jesuitas, Burundi se convirtió en un centro de atracción. Los delegados se distribuyen entre las escuelas de residencia y entre las generosas familias de acogida (una formidable idea de fraternización).


En la entrada de Mont Sion Gikungu, Mons.  Evarist Ngoyagoye. Chris Harahagazwe cuenta:

Mi espíritu joven ha seguido con pasión las JRJ en Radio María y La Voz de la Paz (radio del episcopado). Quise comprar los boletines diarios en la secretaría de las JRJ y allí pude ver al arzobispo organizador, Monseñor Evariste Ngoyagoye, haciendo de todo, como un joven más, con el pañuelo de delegado al viento o, mejor dicho, al cuello.

Miles de jóvenes marchando por la paz

El domingo de clausura de las Jornadas (2 de agosto) me paro delante de mi casa en Mutanga Nord, a 500 m del santuario mariano de Mont Sion con capacidad para recibir a diez mil peregrinos. Monseñor Ngoyagoye es el primero en pasar con el auto y me saluda con la mano. Me inclino en señal de reverencia. ¡Vaya, vaya! ¿Me conoce? Cuando lo saludé en la Parroquia San Miguel no pareció reconocerme. Me sentí honrado por este gesto.

La multitud de caminantes llega, dirigida por la fanfarria de la CHIRO y coros. Partieron de la Parroquia de San Miguel, centro neurálgico de las JRJ, bajo el calor implacable del verano. Por lo menos 39 grados a la sombra. Los sacerdotes y las religiosas que los acompañan están empapados de sudor. Tengo ganas de invitarlos a que vengan a mi casa a refrescarse y a lavarse la cara, pero pasan demasiado rápido. Veo al arzobispo de Gitega, Monseñor Simon Ntamwana en el medio de los jóvenes, en compañía del obispo de Bunia. Es raro, no parecen cansados.

Peregrinar con la juventud

La cruz de la juventud Monseñor Ngoyagoye hizo una broma que provocó muchas risas. Saludó al obispo de Bunia que, como él dice, es todavía joven, porque hizo el trayecto a pie desde San Miguel, o sea 6 Km., a diferencia de los «mayores» que se sumaron a los 800 m. de la llegada. Y la Iglesia estalló en una carcajada. El joven y elocuente maestro de ceremonias cuenta que el obispo de Gikongoro, Monseñor Augustin Misago, dijo que cada día que pasa con los jóvenes lo rejuvenece un año. El Maestro de Ceremonias hizo el cálculo. Ya que pasó 5 días junto a los jóvenes, rejuveneció 5 años. ¡No está mal! ¡Que lleguen pronto las próximas JRJ para rejuvenecer 10 años!

Vengan si quieren un poco de agua

Pasa un grupo de congoleños, los invito a que vengan a casa a tomar algo fresco: Karibu kama munataka mayi. Vengan si quieren un poco de agua. Unos diez entran en casa. ¡Rápido, jarras de agua! Como vienen de Bukavu y de Goma no están acostumbrados a estos calores infernales de Bujumbura. Una joven se desploma en mi parquet y ya no quiere volver a salir. Le pido a mi hija de 22 años, que está de vacaciones, que los lleve en auto a Mont Sion. Invito a l grupo a volver a casa después de la misa.

Vuelven seis. Compartimos algo fresco y comida. Los jóvenes me impresionan. Tienen la fibra de los líderes. Están como flotando en una nube ante lo que acaban de vivir, me dicen que la pacificación de nuestra región comenzará por la base. Después de la pacificación política y étnica habrá que pensar en la pacificación religiosa, ya que las sectas protestantes se desarrollan sobre la base del odio a la Iglesia católica. ¡Habrá que pensar en esto! Otros señalan que harían falta jornadas de políticos, militares y adultos de la región. También habría que pensar en esto. Estos jóvenes son una mina de ideas. Afirman que hay que rechazar el odio y la manipulación de los políticos, ya que son los pobres inocentes los que sufren la guerra y las destrucciones. Nunca los ricos y los políticos, añaden con elocuencia. En la iglesia de peregrinos en Mont Sión GikunguLaurent, organista proveniente de Goma, recuperó las partituras de los cánticos Kirundi. Yo les digo que canto en latín y que soy presidente de un coral gregoriano. Aprovecho para darles la partitura de Salve Regina, el canto más bello del mundo. Y se los enseño. Escuchamos un maravilloso CD de Salve Regina : ¡O clémens ! ¡O Pía! ¡O dúlcis ! ¡Vírgo María! Este canto es divino. A uno lo transporta en plenitud. Me propuse difundirlo distribuyéndolo en los corales de Bujumbura al igual que en Radio María y la Voz de la Paz.

Jóvenes con la cruz Laurent y Marthe, de Goma, lamentan de que se vuelven sin haber visto la ciudad de Bujumbura. ¡No hay problema! Vamos a visitar la ciudad. Cuatro se meten en mi auto en dirección a las alturas de la ciudad para tener una inmejorable vista de la capital y el lago Tanganica. En primer lugar, el monumento del Príncipe Louis Rwagasore, héroe nacional y padre de la independencia. Una vista grandiosa de la ciudad. Los jóvenes sacan sus cámaras. Viene un gendarme y nos dice que hace falta un permiso del Concejo Municipal. ¿Para qué sirve un monumento que no se puede visitar? Subimos más arriba sobre el monumento de la Unidad Nacional. Una obra de arte de creación artística. Un fagot de madera sujetado con lianas para mostrar que sólo pueden romperse las varillas si se arrancan de a una, cuando su unidad ya no existe. Esta vez es una posición militar la que nos impide acceder a la magnífica explanada del monumento. A palabras necias oídos sordos.Bajamos a la ciudad, cruzamos el centro y llegamos al majestuoso e inmenso lago Tanganica. Un verdadero mar interior. En frente, a 15 Km. está la ciudad de Uvira. Al sur está Tanzania y a 600 Km. Zambia. En la playa nos cruzamos con otros delegados que quisieron visitar el Lago. Los jóvenes quedaron literalmente encantados. La bella brisa del lago les sirvió de bálsamo para mitigar el intenso calor de la jornada. A las 18.00 los dejo en sus lugares de residencia y en las familias de acogida. Están profundamente emocionados. Me cubren de bendiciones diciéndome que soy un santo. No saben que detrás de todo santo hay un diablo escondido.

La fraternidad en nuestra región es posible

La fraternidad en nuestra región es posible. Si los cristianos rechazasen el odio y la iniciativa a las fuerzas del mal. Si nuestra madre la Iglesia de los Grandes Lagos hubiese rechazado el odio, incluso en su seno, y promovido los derechos de la persona humana de cada hombre, independientemente de su etnia, proclamado el carácter sagrado de la vida humana, ¿el mal no habría triunfado en nuestra hermosa religión? La más hermosa del mundo. El amor evangélico no debe ser más únicamente proclamado. Debe ser vivido. Y las JRJ habrían contribuido a ello. Nuestros agradecimientos van a todos los organizadores de este acontecimiento sin precedentes y que constituye un nuevo punto de partida para nuestra región corroída por la miseria, el odio y las destrucciones. Pero este fuego fundador deberá ser mantenido en forma constante, de lo contrario se extinguirá.

Por la paz

Traducción del francés: Cecilia Mata, Buenos Aires, Argentina

1 Responses

  1. Cecilia Cabral Nolf dice:

    Querida familia de Schoenstatt,
    estoy emocionada, alegre y bendecida de ver que
    nuestra MTA ha hecho maravillas en esas tierras
    tan sufridas.ELLA obrará Milagros de transformación.
    Cuando hay Fe y Esperanza es nuestro Padre Dios que los ha bendecido.
    y los seguira bendiciendo con mucha PAZ con
    vuestra reconciliación entre todos los hermanos
    de los pueblos del Africa mía.
    Saludos al Santuario de Burundi, por vuestra
    Coronación -Reina de la Paz y la Reconcialición-
    todos los días rezo desde mi Santuario de Viña
    Mar Chile, un Rosario por las vocaciones y la paz
    de Uds.-
    Nos cum prole pia.
    Cecilia

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