Publicado el 2009-08-29 In Vida en alianza

Un arquitecto para la construcción del Santuario de la Mater en Bogotá

Testimonio de un peregrino colombiano, Carlos Aranguren, sobre su peregrinación a SchoenstattSoy uno de los 32 peregrinos que fuimos de Colombia a las praderas soleadas de Schoenstatt. Mi nombre es Carlos Aranguren y se me reconoce por la guitarra en las fotos. Tuvimos la dicha de poder asistir a esta peregrinación gracias a la Mater, que a partir de nuestro conocer de Schoenstatt no se cansa de darnos tantas gracias como esta que nunca habíamos tenido en nuestros planes, pero ahora veo que necesitaba un arquitecto para la construcción de su Santuario en Bogotá y fue tan grande la experiencia del Santuario original que jamás se me borrará cada momento de esta peregrinación, porque ¡qué diferencia entre ir en plan de turismo a ir en busca de esa tierra prometida como veía yo el poder llegar a Schoenstatt!

Grupo de Colombia en Schoenstatt; Carlos  Aranguren con la guitarraTuve la dicha de ser el primero en llegar al Santuario Original y a la gente que nos pregunta cómo fue esa experiencia, les decimos que sólo viviéndola puede uno experimentarla, porque no hay palabras para describirla: el estar frente a frente con la Mater, ver sus ojos que nos preguntaban cómo estábamos, cómo había sido nuestro viaje, cómo habíamos dejado a nuestros seres queridos, cómo habíamos dejado al Movimiento en Bogotá y Colombia, y era imposible dejar de mirarla, de contarle todo eso.

En esos momentos recordaba a mi madre cuando llegaba de las vacaciones y ella me abrazaba y me preguntaba todo eso, y le daba gracias por ella, por haberme hecho nacer en un hogar donde viví la experiencia de tener una madre muy mariana y un padre estricto pero amoroso y esa semilla que germinó en mí cuando nacieron mis hijos y luego creció al conocer a Schoenstatt, que fue el terreno apropiado donde la semilla pudo crecer.

Alianza de Amor en el Santuario OriginalSólo me resta decirle «Gracias, Mater» por haberme hecho sentir las gracias del Santuario y esa despedida de esa capillita que fue muy especial ya que Ella me despertó temprano y pude asistir a la misa de 6:30, luego de caminar respirando ese aire que para nosotros es demasiado puro por la vegetación que se alimenta por ese riachuelo que uno atraviesa para llegar al Santuario y el coro de los pajarillos que acompañan el coro de las Hermanas. Fue un pequeño Tabor que disfruté al máximo y en donde recordé a cada ser querido y a cada miembro de la rama de familias de Bogotá.

Que nuestro Santuario en Bogotá pronto sea una realidad

En el Santuario OriginalEsa experiencia y esa pradera asoleada de Schoenstatt es la que quiero traer para Bogotá para que muchas personas puedan tener esa experiencia de Santuario que pude vivir tan profundamente.

Gracias a todas las Hermanas que nos atendieron y nos explicaron, así como a los sacerdotes de Schoenstatt y Diocesanos que de igual manera nos hicieron vivir cada momento de nuestra peregrinación, y a los laicos comprometidos con la causa. Que la Mater los siga acompañando en su labor y pedimos sus oraciones y capital de gracias para que nuestro Santuario en Bogotá, Colombia, pronto sea una realidad.

Todo el grupo de Colombia

1 Responses

  1. Maria Tedeschi italiana in Argentina dice:

    Sempre più impressiona quanto chi conosce Schoenstatt impari subito a conversare con Maria Santissima Il dialogo è spontaneo e dona pace e sicurezza. Padre Kentenich ci ha trasmesso questo occulto potere con il suo grad’amore per la Madonna, con la sua fede senza limiti. Grazie, Padre!

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