Publicado el 2009-08-20 In Vida en alianza

¡Con María acercamos la tierra al cielo!

Santa Misa en ArboreaITALIA, Stefanie Scarpinella. Roma. Julio 26 de 2009, heme aquí iniciando la 4ta misión de la Juventud de Schoenstatt. La cita fue fijada para las 17 h. en la parroquia de los Santos Patronos, pero tratándose de un grupo de romanos, ninguno se sorprendió de que la Misa empezara a las 17, 30 h., cuando por lo menos la mitad de los misioneros ya habían llegado. Después de la ceremonia de envío, se realizó la de los saludos, también esmerada e importante, que habría llegado casi a la noche si nuestros sacerdotes no nos hubieran cargado «gentilmente «en los automóviles, poniendo fin a nuestras cariñosos saludos. Así comenzaron las misiones en Arborea, Cerdeña, bajo el lema: ¡CON MARÍA ACERCAMOS LA TIERRA AL CIELO!

Misiones de la Juventud de Schoenstatt de RomaUna vez llegados al trayecto que nos llevaría a Olbia, en Cerdeña, nos dimos cuenta de la gran diferencia que existe entre quienes ya habíamos participado en las anteriores misiones y quienes no; el misionero «experto» lleva consigo: un almohadón , un antifaz para dormir, una chaqueta (para no convertirse en un cubito de hielo con el aire acondicionado del buque) y una pequeña valija rígida para apoyar los pies y así poder quedar en una posición casi acostada, perfecta para dormir en los sillones del buque.

Al contrario el misionero inexperto se encuentra con una remerita de manga corta (ya pensado en el caluroso clima sardo) y un par de sandalias, perfectas para congelarse los dedos de los pies, sobre un sillón inevitablemente roto, cuyo apoya pié no se levanta, encandilado permanentemente por las luces de la sala, condenado a usar el chaleco salvavidas como almohada. De todos modos, a la mañana siguiente estábamos todos despiertos, listos para retomar los automóviles y dirigirnos a la verdadera meta de nuestro viaje, Arborea.

Llegada a la Parroquia de Don Bosco

Después de casi tres horas de viaje, llegamos a la Parroquia de Don Bosco, donde el párroco, el P. Silvio, nos estaba esperando para darnos las últimas informaciones sobre su comunidad y los horarios de las actividades, sagradas y profanas, que tendríamos que respetar.

El primer día estaba dedicado completamente a nosotros, cada uno pudo elegir su habitación y sus compañeros de dormitorio, y -casi como en una excursión escolar- la orden era: ¡el que llega primero agarra las mejores habitaciones! Después de una breve reunión, en la que los jefes de misioneros nos aclararon algunos puntos prácticos de la misión, como horarios, turnos de trabajo y de oración, fuimos a almorzar, hambrientos y ya un poco adormecidos, tal es así que, llegados al postre, algunos bostezaban (disimulando, con una mirada atenta y un poco vaga que dirigida a sus propios platos) de manera tal que nuestros severísimos jefes se dieron cuenta y nos concedieron una hora y media de siesta..

Preparando la Capilla de la casa

Mientras tanto los encargos de espiritualidad transformaron la Capilla de la casa en un pequeño Santuario, que se convertiría en el lugar en el cual rezaríamos a la mañana y a la noche, el lugar en donde cada uno se podía encontrar con Dios y con la Virgen, descansar y meditar, encontrar todos los símbolos de Schoenstatt, la imagen de la Madre Tres Veces Admirable, la Cruz de la Unidad, la tinaja del Capital de Gracias, el Teléfono del Padre y todas las peregrinas que acompañaban a cada pareja durante la visita a las casas de Arborea.

Para tener una idea de un día típico en la vida del misionero describiré ahora uno de ellos: El misionero se despierta siempre a último minuto, con el tiempo suficiente para darse una ducha rápida y bajar en el segundo exacto en el cual se inicia la oración de la mañana; durante el desayuno se despierta verderamente y cuando se comienza a caminar sobre las calles del lugar (en la playa entre las sombrillas ) está ya listo para invitar a las personas a la misa, hablar sobre la Virgen Peregrina e intercambiar algunas charlas con los más sociables. Cerca de la hora del almuerzo se dirige al comedor, feliz de la vida, y se entusiasma con la idea de poder jugar ping pong o alguna otra cosa que no sea dormir, y puntualmente, sin saber cómo, se encuentra recostado en la cama con el despertador que lo llama al orden.

El Rosario en la playa

Por la tarde discute sobre la Nueva Encíclica del Papa, y después con su compañero de misión regresa a visitar a los parroquianos hasta las 18.50 h., cuando asiste a la Misa para animarla con los cantos y las lecturas. La noche está dedicada a canciones de otro tipo, bailes y entretenimientos para los que pasean por la plaza principal. Il rosario in spiaggiaLos momentos más lindos de esta misión fueron seguramente el Rosario en la playa del que participaron algunas personas que estaban allí, la Misa y los juegos que organizamos con los niños de la colonia de las Hermanas de Arborea, las visitas a los enfermos y el espectáculo del final de la misión al cual invitamos a toda la gente del pueblo, en el que actuó un grupo de rock de muchachos de Arborea y nosotros, los misioneros, que dimos prueba de un talento artístico excepcional.Uno de los frutos más notorios de nuestro paso fue la Misa final, en la que participaron muchísimos parroquianos, un grupo de muchachos que se estaban preparando para la Confirmación y el grupo de encargados de las peregrinas que visitan las casas de Arborea; y al final de la ceremonia, el envío de una nueva misionera, encargada de una peregrina en un pueblito vecino.

Son muchas las experiencias y las emociones vividas durante los siete días, muchos regalos del cielo. Uno entre tantos es quizás el lazo que se instala entre quince muchachos y dos sacerdotes, que antes apenas se conocían y que al final descubren que se convirtieron en una verdadera pequeña familia

unida por el lema que los acompañó durante toda la misión: ¡CON MARÍA ACERCAMOS LA TIERRA AL CIELO!


Traducción: Clara Bianco de Herbón, Argentina

2 Responses

  1. mirtha dice:

    Queridos amigos: pues si, pasa el tiempo rápido, ya son las cuartas misiones en Italia y tan rápido como pasa el tiempo, así de rápido crece el movimiento en Roma, firme y sólido, con grandes personalidades al frente, comprometidas y felices de haber recibido este gran regalo del cielo. Cada vez son más los aliados con la “MTA” y es maravilloso como sigilosamente va eligiendo sus instrumentos, perfectos y magníficos, es toda una gran juventud llena de vida, ilusión, abierta a todos los países, haciéndola universal.
    Así pues desde Roma crece una juventud maravillosa, fuerte y perfecta, desde la tierra donde yace la tumba de Pedro, y de muchos otros santos y desde la tumba de nuestro querido Juan Pablo II amante fiel de los jóvenes, para ese lugar en el que todo cristiano sueña llegar algún día, y el que ya ha llegado sueña con volver, crece este terruño de schöenstatt.
    PD: recen siempre por esta juventud.
    Un saludo
    Mirtha.

  2. Hna. M. Andrea dice:

    ¡Felicitaciones a todos los misioneros! ¡Una magnífica actividad apostólica! ¿La autora es la misma Stefie que estuvo en Nuevo Schoenstatt (Argentina) y de la que no supimos más de su vida?
    Si es ella ¡la recordamos mucho y bien! ¡Adelante en la conquista de Italia para la Mater! Esto nos llena a todos de esperanza. Unidos en la misión, Hna. M. Andrea

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