Publicado el 2015-05-27 In Segundo siglo de la Alianza

Tres preguntas… sobre el Schoenstatt del segundo siglo de la Alianza de Amor (17)

Hoy responde: Renate Immler, de Durach, cerca de Kempten, Algovia, Alemania, que, junto con su marido, Christian, son miembros de la Federación de Familias de Schoenstatt y Entrenadores Familiares. Graduados en el Curso de Pedagogía Kentenijiana, de tres años de duración. Son padres de seis hijos y tienen dos hijos de acogida; son titulares y fuerza motora del colegio Josef-Kentenich-Schule en Leubas.

 

A medio año de peregrinar por el segundo siglo de la Alianza de Amor… ¿Cómo sueña este Schoenstatt en su ser, en su estar en la iglesia y en el mundo, y en su quehacer?

El tiempo del silencio respetuoso frente a la forma de vivir y de pensar del prójimo parece haber terminado. Entretanto están apareciendo “salidas” y uno se reconoce impune ante los caminos vitales más locos.

Sueño con muchos pequeños schoenstattianos, que hablen en muchos pequeños lugares sobre la realidad sobrenatural, sobre la fuerte actuación de la Virgen en este mundo y sobre las experiencias de la Alianza de Amor, para ofrecer a su prójimo este tesoro.

Sueño con muchos pequeños schoenstattianos en muchos pequeños lugares, que se ponen incondicionalmente a disposición de la Virgen, “como instrumentos” y cambian para mejor la faz de la tierra. Este sueño se ha hecho realidad en muchos lugares, pero, sin duda, todavía se puede ampliar.

Para llegar a cumplir este sueño, ¿qué tenemos que evitar o dejar?

Debemos dejar de competir personalmente y también con nuestros schoenstattianos. La Virgen busca siempre “pequeños instrumentos” para sus grandes obras. El pequeño instrumento es, según la resultante creadora, la gran tarea y el éxito correspondiente, incluso la prueba de la iniciativa divina.

Por lo tanto, no es necesario, que aportemos capacidades especiales personalmente o con nuestros schoenstattianos. Es suficiente si audazmente decimos que “Sí” y nos ponemos a su disposición, porque Ella es verdaderamente competente, tiene una visión global y se preocupa de todo lo demás.

Para llegar a cumplir este sueño, ¿qué pasos concretos debemos dar?

Deberíamos abandonar el silencio respetuoso sobre nuestra fe, hablar libre y sinceramente sobre la Alianza de Amor y ponernos a disposición de la Virgen como instrumentos, aunque no nos sintamos aptos.

Quizá a veces sea necesario que caminemos valientemente por nuevos caminos y dejemos atrás estructuras anticuadas.

 

Original: alemán. Traducción: M. Paz Leiva, Madrid,España

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