Publicado el 2017-09-08 In Dilexit ecclesiam, schoenstattianos

La Mater me demostró que jamás caeré tan bajo que sus brazos no puedan sostenerme

Entrevista a Darío Ramírez, venezolano, refugiado político en Panamá •

Darío Ramírez, un joven legislador venezolano, sorprendió al Papa Francisco y a su novia al pedirle la mano en matrimonio el domingo 27 de agosto en la Sala Clementina del Vaticano. El pedido de mano ocurrió durante una audiencia privada concedida por el Santo Padre a 80 delegados de diversos países que participaban en la reunión anual de la International Catholic Legislators Network (ICLN – Red Internacional de Legisladores Católicos) en Roma. Grande fue la sorpresa al ver en la mano del joven venezolano un cuadro de la Madre Tres Veces Admirable de Schoenstatt.  Hay unos instrumentos atrás de una historia impresionante: el P. José Luis Correa fue quien vinculó a la redacción de schoenstatt.org con los protagonistas; Fer Castro, una joven de Costa Rica que sembró las semillas de Schoenstatt en el corazón de Darío, su novia y muchos jóvenes más; y el Padre Rómulo Aguilar, el párroco de la parroquia donde el joven refugiado venezolano vive hoy –quien en los años ’90 conoció Schoenstatt a través del P. Esteben Uriburu y Monina Crivelli, se comprometió como misionero de la Campaña de la Virgen Peregrina y mantuvo en alta la bandera de Schoenstatt en Panamá durante años casi sin contacto…

Darío Ramírez resume su experiencia en pocas palabras: «Ahora comienza la construcción de un matrimonio santo. La Mater fue la diseñadora de todo esto, en sus manos puse todo y ofrecí mucho capital de gracia y Ella se ha desbordado de dones para nosotros. Estos últimos 3 años de vida han sido la mayor experiencia de fe práctica. Cuando sentí mi vida perdida hace 3 años, sólo Dios y la Mater pudieron demostrarme que jamás caeré tan bajo que sus brazos no puedan sostenerme».

El domingo 3 de septiembre entrevistamos a Darío y le pedimos a él y a su novia un mensaje a los jóvenes que están en camino al matrimonio.

 

Al lado derecho del Santo Padre se ve al P. Simon Donnelly, sacerdote schoenstattiano en el Secretariado del Estado

Muchísimas personas se alegraron con el pedido de mano que le hizo a su novia frente al Papa Francisco, y varias de las más de 300.000 que ya miraron el video, también se dieron cuenta que usted tenía en su mano un cuadro de la Mater. ¿Cómo llegó hasta el Papa con su novia y qué le motivó a hacer el pedido a ella así?

Yo soy refugiado político en Panamá. He sido electo concejal en el Municipio Sucre de Caracas, la capital de Venezuela en diciembre del año 2013. En febrero del año 2014, muy poco después de ser electo, empezó una persecución muy fuerte en mi contra, que me llevó en mayo de ese año a tener que salir de Venezuela, escondido básicamente en un carro por la frontera con Colombia, y desde ese entonces estoy en el exilio. No puedo volver a Venezuela porque tengo una orden de detención. Por ese mismo perfil político, hace dos años me invitaron a formar parte de la International Catholic Legislators Network. La ICLN se reúne una vez al año en Frascati y tiene una audiencia privada con el Papa todos los años. En el 2015, tuve la oportunidad de venir a la primera reunión y fue de verdad una experiencia maravillosa poder conocer a Francisco. Hablé del tema de Venezuela y además pude ver cómo lo que hablé allí tuvo su repercusión.

En el 2016 no pude venir porque sólo tengo pasaporte venezolano, se ha vencido y yo no puedo ir a la Embajada de Venezuela porque me detienen. Entonces, no pude viajar durante un año y medio a ningún lado. Comencé una lucha para tener mi pasaporte de refugiado, que es un derecho humano, pero que en Panamá no estaba legislado todavía. Hace cuatro meses esa lucha cambió por completo y me dieron mi pasaporte panameño. Entonces pude viajar e invité a Maryangel a que viniese conmigo a Roma.

Llevamos juntos casi dos años y hace unos seis meses empecé a pensar en la posibilidad de pedirle matrimonio. No tenía pasaporte, no podía venir a ver al Papa, pero empecé a orar muchísimo. Era una decisión muy importante en mi vida y decidí orar y pedirle a Dios que como yo deseaba mucho casarme con Maryangel , si éste era su plan, que me ayudase o me indicase si era bueno así. En ese momento pensé: yo quisiera poder regalarle algo del tamaño del amor que Maryangel me ha dado y me ha demostrado. Como yo conocí a Maryangel  en la Iglesia y lo que nos ha unido ha sido la Iglesia y Dios, quería hacerlo en el Vaticano, frente al Papa. En ese momento era algo casi imposible.

Las cosas empezaron a suceder: ocurrió lo del pasaporte y luego unos amigos me ayudaron económicamente para poder conseguir el dinero. Ya en Roma, le pedí ayuda a un compañero de Argentina. Le comenté lo que iba a hacer, le pedí por favor que hiciera un video y logramos concretar esta sorpresa para ella. Fue hermoso de verdad, y como me dijo un amigo después, cuando uno pone sus talentos al servicio de Dios, nada es imposible.

¿Cómo conoció Schoenstatt y qué es lo que más le atrae?

Creo que desde el momento en que empecé a pensar en pedirle matrimonio a Maryangel , apareció la Mater. En una charla que dio Fer Castro, una chica de la Juventud Femenina de Schoenstatt en Costa Rica, que viajó a Panamá. Allí, desde hace un año y algunos meses yo tengo un grupo de teatro de puros adolescentes, que ha revolucionado la historia de la parroquia y que la ha llenado de jóvenes. Empezamos con ocho chicos y ya somos más de cuarenta. El Padre Rómulo, nuestro párroco, que además es el coordinador, es asesor espiritual de Schoenstatt en Panamá y el coordinador de la JMJ 2019 (Jornada Mundial de la Juventud), me pidió que invitara a esa charla a la Señora Carmen, que es del grupo de Señoras de Schoenstatt, también me dijo “por favor, quiero que vayas con los chicos”. Justo acabábamos de terminar las funciones de “La Pasión”, obra sobre la pasión de Cristo. Fue una puesta en escena súper grande, la primera en gran formato, con una tarima inmensa, que giraba 360°. Vino gente patrocinante de muchísimos lugares y la escenografía era imponente. Todo el mundo estaba muy pendiente de los chicos y ya estábamos planeando nuestra próxima obra. Ya había decidido que la próxima representación sería para la Virgen María. Todavía no sabíamos con qué advocación, pero iba a ser para la Virgen María.

Entonces nos pidieron que fuéramos a hablar con Schoenstatt. Y Fer dio una charla súper bonita, que nos impactó, nos pareció muy linda. Nos llamó mucho la atención que no se había aparecido la Virgen, sino que habían decidido seguirla. Lo que más me encanta es poder ver a la Virgen como una maestra y entender que evidentemente Ella educó a Jesús: qué mejor maestra puede haber que quién educó a Jesús, quién le enseñó a Jesús a querer, a amar, a perdonar, a caminar. Seguramente, Ella escuchó llorar a Jesús de pequeño o algún berrinche en la adolescencia y con paciencia fue formándolo, puliéndolo, queriéndolo tanto en ese camino y recordándole que él era el hijo de Dios; porque Jesús, en su parte humana, probablemente pasó por muchas dificultades. En la Biblia encontramos uno o dos momentos de su adolescencia pero sabemos que María estuvo allí para él. Creo que eso es lo que más me gusta de Schoenstatt: poder entender que María es la maestra perfecta.

Con la imagen de la MTA

Usted es el guionista de la obra de teatro ‘Un lugar hermoso’, cuya tema es la Santidad de la Vida Diaria, y en su Instagram se lee que eligieron a la Mater como patrona de su grupo de teatro. ¿Cómo llegaron a hacer esta obra de teatro y cómo fue su desarrollo?

Justamente después de esa charla que nos dio Fer, yo llegué a la casa y estaba muy exaltado. «Esta Virgen es una belleza», le comenté a Maryangel. Ella estuvo conmigo en la charla y la comenté: «Creo que vamos a hacer algo sobre esto en la próxima obra». Y como los chicos son muchos, con una sola obra no íbamos a poder tener roles para todos. Entonces tomé la decisión de hacer dos obras de teatro: una sobre la Virgen de Fátima y otra sobre Schoenstatt.

Le encomendé la de la Virgen de Fátima a una de las chicas del grupo que se llama Laura, que tiene 17 años, ya que ella había sido mi asistente de dirección durante La Pasión. Y le dije: Laura, te toca escribir y dirigir tu propia obra. Ella escribió Fátima, la dirigió y lo hizo muy bien. Luego yo decidí hacer una obra a la Virgen de Schoenstatt. Se lo comuniqué a Fer y se emocionó muchísimo, lo comunicó a la Señora Carmen y al Padre Rómulo. Fue muy emocionante, sobre todo porque necesitábamos que hubiese algo que empezase a llamar la atención, ya que nuestra parroquia es el lugar que va a albergar a todos los jóvenes de Schoenstatt del mundo para la JMJ. Y me pareció una buena motivación. Pero no quería hacer cualquier obra, no quería volver a hacer la historia de cómo se fundó Schoenstatt, sino que quería aterrizarlo a lo que vivimos hoy.

Quería plasmar mi experiencia práctica trabajando con jóvenes en los últimos diez años de mi vida. Y así surgió esta obra llamada ‘Un lugar hermoso’, que trata sobre la historia de seis adolescentes que llevan su vida normal, que pertenecen a un grupo de la Iglesia y cómo lidian con sus problemas. El argumento se basa en la metodología de Schoenstatt. Es la historia de un padrecito joven que vive en el interior del país y que llega a una parroquia de la ciudad capital. Le encomiendan ser guía espiritual de los jóvenes. Pero sólo hay dos jóvenes en la Iglesia que son del grupo juvenil. Entonces se propone motivar a más jóvenes. El Padre logra que entren cuatro jóvenes más, pero se genera un caos total: hay algunos que son muy asiduos a la Iglesia, que sienten que estos cambios no son buenos, luego tenemos el típico muchacho que hace bullying, porque realmente tiene un vacío dentro de él. Así vamos viendo cómo el Padre Kentenich, que se le aparece al padrecito en tres ocasiones, lo va guiando, le va enseñando, le va recordando, porque el padrecito cae en muchas dudas, siente que no está haciendo las cosas bien. También vemos cómo la Mater se instala en la vida de todos ellos y cómo les va regalando muchísimos dones: de la amistad, del amor a Jesús, del amor a María y cómo sus vidas se enderezan.

Creo que lo más bonito que quedó de la obra de teatro, más allá de la obra en sí, son las consecuencias en los chicos: una de las muchachas, la protagonista, está promoviendo el grupo de Juventud Femenina de Schoenstatt en Panamá. Y el muchacho que hizo de padrecito, está promoviendo el grupo de Juventud de Schoenstatt en Panamá. Muchas de las chicas están muy animadas formando grupos femeninos y ahora los jóvenes están muy animados haciendo grupos masculinos, así que creo eso es lo más hermoso. Aparte, muchas señoras se sumaron al grupo de señoras. Ha sido de verdad muy lindo, muy hermoso.

Y ya llegó la invitación para que representen la obra en Costa Rica y también quieren llevarlo a Chile. Es muy hermoso, porque ellos están viendo cómo Dios, cómo la Mater los llenan de dones cuando ellos entregan tanto Capital de gracias.

El hecho de que ahora nuestra patrona sea la Virgen de Schoenstatt, y que nuestro grupo de teatro es schoenstattiano, me llevó a decirle a Fer: la semillita que fue a sembrar a Panamá creció y salió un súper árbol pues hizo un excelente trabajo y ya puede verse cuánto ha crecido Schoenstatt en Panamá.

El Papa anima a la novia a decirle que si…

 ¿Cómo fue su experiencia personal en la fe en estos últimos años, desde que tuvo que salir de su país, Venezuela, y tuvo que vivir en Panamá?

Trataré de responder en forma breve, porque de hecho, ésta es una de mis catequesis sobre cómo confiar en Dios. Hoy en día he aprendido, gracias a José Kentenich, qué es la Fe Práctica: entender que uno no va a caer más abajo que en los brazos de Dios. Yo en Venezuela, desde joven soñaba con ser político para poder ayudar a muchas personas, poder transformar y cambiar para bien. Y lo logré muy joven, a los 27 años fui el concejal electo más joven de la historia de mi Municipio. En ese momento, más de 80 personas trabajaban conmigo. Yo tenía mi carro, tenía moto, la escolta; la gente decía que yo iba a ser alcalde en poco tiempo. Estaba en la cúspide. Y yo cometía una tontería que era decir siempre que gracias a Dios yo había logrado todo lo que quería, que era demasiado feliz y que estaba en el lugar que necesitaba estar. Que era como los jugadores de fútbol: yo ganaba mi sueldo haciendo lo que amo hacer y que ya estaba bien.

Y un día Dios me demostró que mis planes no son míos, son de él y me sucedió esto: de la noche a la mañana pasé de tener todo a no tener nada, a estar escondido en la parte de atrás de un carro, con un bolso con nada más que un cambio de ropa, con el poco dinero que tenía guardado entre la suela de mis zapatos y huyendo, huyendo, sin nada… Fue muy duro, muy duro, porque además al poco tiempo de haber perdido todo eso, una ex novia terminó conmigo el día de mi cumpleaños. Fueron días muy difíciles, en los que sentí que no valía la pena seguir viviendo, que no podía seguir. De hecho por mi cabeza pasó la idea de suicidarme una noche y estuve parado frente al balcón y cuando estaba a punto de lanzarme hacia adelante, caí hacia atrás. No caí en el vacío, sino que caí en el mismo balcón. Lloré mucho rato y sentía cómo la Virgen me acariciaba, sentí que estaba en las rodillas de la Virgen y Ella me acariciaba y me decía que estuviera tranquilo.

Yo siempre he sido una persona muy mariana desde pequeño. De hecho mi primer cargo de elección popular fue ser tesorero de la Legión de María Infantil a los 8 años. Ese día me paré y me fui a caminar por la calle y caminé, caminé y caminé toda la ciudad. En aquel momento estaban estrenando un documental en Panamá sobre la Virgen María y todo lo que había en el camino eran posters de esa película de la Virgen. En ese momento sentí cómo si Ella me dijese: Siempre voy a estar aquí.

Al día siguiente, decidí ir a la parroquia que estaba cerca de la casa y ofrecer mis servicios, que yo trabajaba como adolescente, en lo que pudiera ayudar, y ellos me integraron en el grupo de catequesis de confirmación. Y me volví catequista. Más adelante, una amiga que es evangélica me regaló un libro que se llama ‘Seis horas de un viernes’ y son las seis horas de la pasión de Cristo. Y en ese libro hablan sobre un santo que marcó mi vida: San Maximiliano Kolbe. Él era un sacerdote que estuvo en un campo de concentración y que se ofreció para morir, se sacrificó por otro hombre que era un padre de familia. Y yo no sé por qué esa historia me conmovió muchísimo.

Al tiempo, cuando escapé a Colombia, estuve en casa de una prima y le pregunté dónde quedaba la Iglesia más cercana y me dijo, «como a una cuadra». Fui a la Iglesia, y cuando estaba orando, de repente veo un cuadro de una persona, de un hombre en un campo de concentración. Y me pareció curioso y cuando salí de la Iglesia para ver la Iglesia por fuera, dice Parroquia San Maximiliano Kolbe. Y yo nunca había escuchado en mi vida sobre San Maximiliano Kolbe ¡y de repente estaba allí! Y sentí como que Dios me dijo ‘estás donde tienes que estar’. Luego cuando llegué a Panamá y pasó todo esto, voy a la Iglesia y le pido al padre para ayudar y me manda al grupo de Confirmación. Esa tarde, en un video que ponen en la reunión, unos muchachos hablan sobre San Maximiliano Kolbe y yo digo ¡wuaw! ¡Ok! Creo que estoy en el lugar que debo estar.

Y luego, después de casi un año viendo la catequesis, me tocaba dar mi primera catequesis y es justamente sobre esto: sobre las decisiones de Dios. Les conté que San Maximiliano Kolbe fue como esta  guía que Dios me fue dando. Cuando terminó la catequesis, una de las catequistas me comenta: Hoy es el día de San Maximiliano Kolbe. Yo fui sintiendo a través de la Iglesia, cómo Dios me fue diciendo: Aquí estoy contigo, no te estoy dejando, estás donde tienes que estar.

Hace tres años yo pensé que lo había perdido absolutamente todo y jamás en mi vida  hubiese pensado que todo esto iba a pasar. Hoy le pedí matrimonio a una mujer hermosa que ha llenado mi vida de felicidad, que ha sido la vivencia de Dios y de la Mater en mi vida y lo hice frente al Papa. Yo no tenía idea de lo que Dios me tenía preparado hace tres años. Confiar en Él en los momentos más difíciles ha sido lo más duro, pero confiar me ha dado una recompensa enorme. No eran mis planes, eran los de Él, y sus planes son muchísimo, muchísimo mejores que los míos.

 

Video: Cómo Darío hizo los anillos

¿Qué mensaje tiene para los jóvenes en camino al matrimonio?

Que se entreguen a Dios realmente. El matrimonio nace de la Iglesia y de Dios. Es decirle a Dios: «Nos amamos en tu nombre». El noviazgo no es fácil. Para empezar, uno piensa que es todo “rosado”, todo lindo, pero el noviazgo es lo que nos prepara para el matrimonio, para poder tomar esa decisión. Yo diría que entreguen sus decisiones a Dios. Yo empecé con mi semillita: ¿será que me quiero casar? Y luego, después de haber tenido muchos desencuentros amorosos, yo veía cada vez más imposible la posibilidad de casarme. Yo amo muchísimo a Maryangel, pero igual sé que vivir toda una vida juntos, trae consigo muchos retos, muchas dificultades. En este mismo viaje que hemos estado haciendo, se nos han dañado las dos tarjetas de crédito, la de ella y la mía y nos hemos quedado sin dinero. Eso nos sucedió ayer en la mañana y la tensión era mucha: terminamos en una pelea fuerte, porque los dos sin dinero, preocupados, etc. Y enseguida poder respirar, sentarnos y decir: ¡Hey!, atención, esto es el plan de Dios, hagamos lo que nos toca y Dios va ir haciendo lo que le toca a Él. Tú y yo vamos a querernos, no cambiemos nuestra actitud, no cambiemos la motivación por la que vinimos a este viaje, no cambiemos nuestro amor a Dios. Ni siquiera dudemos de Él, ni reclamemos nada, hagamos lo que nos toca. Y en cuestión de horas, todo se solucionó rápidamente. Yo pude con calma pensar una solución que me mandasen una ayuda desde Panamá, fuimos a visitar a una amiga y sin contarle prácticamente nada, nos regaló 50 Euros. Entonces, cuando uno entrega sus decisiones a Dios y a la Mater, no hay manera de que las cosas salgan mal.

Y en una relación, poder confiar en que no todo es el amor que se siente entre nosotros, sino que lo más importante es que Dios sea el amor de todo y el centro de todo. Yo hice el anillo con el que le pedí matrimonio a Maryangel. Lo hice yo con mis manos desde cero. Y el anillo son dos pececitos cristianos, católicos que se encuentran en el diamante. Y justamente es por eso: yo quiero que nuestra relación sea fuerte, pero porque Dios es el centro de todo esto y que no nos podemos amar tú y yo más de lo que amamos a Dios. Ni yo voy a ser el centro de tu vida ni tu vas a ser el centro de mi vida, sino va a ser Dios y en ese centro nos encontramos nosotros y allí tenemos nuestro amor.

Lo que yo le recomendaría a las parejas jóvenes, es que mantengan a Dios como su centro. Podrá sonar tonto, risueño, pero yo he visto cómo jóvenes de 17, 16 y de 15 años que van a fiestas, que hacen lo que hacen los adolescentes normales hoy en día, ven a Dios como su centro, y yo no pensé que eso fuese posible. Más de 40 chicos se han acercado a la Iglesia, que no lo hubiesen hecho de ninguna otra manera. Sí, hay manera de poder tener a Dios cerca de ti, de poder llevarlo de la mano y cuando uno está con Dios, todo sale bien. Y si una relación se entrega a Dios, va a ser una relación hermosa.

Maryangel:

Una de las cosas más importantes es siempre pensar qué haría María en cada situación. Es una de las frases que más me ha quedado, no sólo para el matrimonio, sino con todas tus relaciones a diario, con tu familia, en tu trabajo. Es algo que te mantiene siempre feliz y motivado porque me imagino ese amor, esa dedicación de María. Siempre cuando me encuentro en una encrucijada, o que tengo mucha presión, o que no sé qué hacer, me calmo, siento y me pongo a pensar, a orar, y digo:“Bueno, ¿qué haría María?”, y siempre hay una respuesta maravillosa para eso.

Y además, María constituyó con San José la Sagrada Familia. Qué mejor ejemplo de pilar materno. Ella crió a Jesús, hizo un matrimonio santo, y es algo maravilloso ese amor, esa entrega, esa paciencia, esa dedicación… Creo que debe ser el ejemplo para todas las madres y todas las esposas.

El primer Santuario que visitaron: Roma, Cor Ecclesiae

En el encuentro en el cual usted participó, el Papa Francisco pidió a los legisladores que construyan una sociedad más humana y justa, con el amor de Cristo. ¿Es posible? ¿Vale la pena meterse, como cristiano, como schoenstattiano, en lo político?

Yo diría que más que valer la pena, es necesario que los políticos seamos profundamente católicos y que seamos schoenstattianos es mucho mejor todavía, porque ofrecemos la política como capital de gracias. Entonces nuestros países, nuestras ciudades se van a llenar de dones. Yo creo que es posible. Si no creyera que fuese posible, no estaría en esto. Yo me metí en la política porque estaba cansado de que la gente dijera que la política es algo malo. Cuando doy charlas de liderazgo, cuando le digo a los chicos que soy político, les pregunto: «Cuándo les digo político, ¿qué es lo primer que ustedes piensan?». Todo el mundo habla de corrupción, de ladrones, de maldad. Y yo estaba cansado de pensar que todos los que nos gobiernan tienen que ser personas malas. Yo soy un convencido de que hay muchos políticos buenos, pero que los malos tienen más publicidad.

Además, Dios así lo quiere y en nuestras misas, siempre pedimos por nuestros gobernantes. Entonces, mientras más políticos tengamos que trabajen para Dios, mejor será. Dios creó la figura de los líderes con personas como Abraham, Moisés, como Noé, que les puso responsabilidades fuertes. El liderazgo en la política está rodeado de tentaciones, está rodeado del demonio, sí. Porque el poder hace a veces envejecer más a las personas, las hace más débiles y más inseguras y necesitan caer en todas estas tentaciones. Entonces mientras uno más gobierna para Dios y con Dios, mayor felicidad le puede traer a su gente y a su pueblo. Así que no sólo vale la pena sino que es sumamente necesario que podamos tener mas políticos porque de esa manera va a ser más real un mundo más humano, con más tranquilidad, con mayor paz y que sea más cercano a lo que Dios quiere para nosotros.

¿Hay alguna frase del mensaje del Papa Francisco que lleva muy personalmente a su vida y su trabajo?

Pues, recientemente, hay varias frases del Papa Francisco que trato de aplicar. La primera, sobre todo en mi relación, es la que dice que «Las relaciones no pueden irse a dormir con una pelea». Si uno tuvo una discusión con su pareja, uno no puede irse a dormir sin que esa discusión se haya solucionado. Junto con Maryangel la tratamos de aplicar muchísimo. Mari y yo no vamos a dormir si hay una pelea entre nosotros. Tratamos de sentarnos, de hablarlo y de resolverlo. Y creo que esa ha sido la clave de nuestra relación en todo este tiempo, que nos ha ayudado a no tener peleas graves o profundas. Así estemos muy dolidos por lo que pasó, nos sentamos, lo hablamos y siempre terminamos orando. Eso es parte de lo que nos hace muy felices y viene de la recomendación que nos hace el Papa Francisco.

En mi grupo de teatro hay otra frase que les digo todo el tiempo y es «Que los jóvenes hagan lío». Y la digo en todos lados porque como son tantos jóvenes, que hacen mucho alboroto. Y en la iglesia están esas señoras que son tan tradicionales y dicen «Ay, estos muchachos que están por todos lados haciendo gritos…». Y yo les respondo «El Papa dijo que los jóvenes hagan lío. Nosotros estamos haciéndole caso al Papa». Esa frase la llevamos muy con nosotros. Creo que esas dos frases son las más importantes.

Entrevista, transcripción y redacción: Tita Andras, Claudia Echenique, Maria Fischer

Etiquetas: , , , , , , , ,

3 Responses

  1. Martha H. de Liotti dice:

    He leido con mucho interés el hermoso articulo publicado sobre la historia de Dario Ramírez y su relación con Schoenstatt en Panama .
    Cuando volvi a saber algo del Padre Rómulo ,después de tantos años ,recordé su visita a Corrientes el 6 de septiembre de 1998.Vino desde Buenos aires por recomendación del P. Esteban Uriburu .(No se si los schoenstattianos de la Capital ,tienen registrado este viaje ) Lo recibimos en mi casa ,con inmensa alegría ,teniendo la oportunidad de mostrarle algo de la Campaña de la Virgen Peregrina en esta ciudad .Mando fotos .

  2. Daniele dice:

    Que linda história! MPHC!

  3. María Isabel Herreros Herrera dice:

    «Darío Ramírez, un joven legislador venezolano, sorprendió al Papa Francisco y a su novia al pedirle la mano en matrimonio…»
    El comienzo de este artículo está redactado en forma bastante confusa…no sé quién lo escribió, pero el Papa Francisco no tiene novia y Darío Ramírez no pidió la mano del Papa en matrimonio. Es importante explicar las cosas con claridad….

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *