El 15 de agosto, fiesta de la Asunción, marca para los cristianos católicos y ortodoxos el ascenso a los cielos de la madre de Jesucristo, María.
En total, 59 diócesis de 16 países se sumaron a la iniciativa, en ciudades como París, Madrid, Luxemburgo, Colonia, Viena, Montreal u Orán.
El papa Francisco denunció el 6 de agosto las persecuciones «inhumanas» de las que son víctimas numerosos cristianos de Oriente, en un mensaje a la Iglesia católica jordana.
En julio, llamó al fin del «genocidio» de cristianos en Oriente Medio y en otros lugares, denunciando una «tercera guerra mundial» por las persecuciones y torturas infligidas a los cristianos.
Al menos 300.000 cristianos han huido de Siria desde el inicio de la guerra en 2011, y en Irak solo quedan 40.000 cristianos, frente a los 1,4 millones de 1987.