CL. El 30º Encuentro de Rímini, se celebró siguiendo el desafío dado por el Papa Benedicto XVI: «El distanciamiento y el no involucrarse no son ideales a seguir, es en vano, en el propósito de un «conocimiento objetivo». En cambio, el ideal a seguir es el de involucrarse adecuadamente con el objeto.»Todos – oradores, invitados y primeramente nosotros- fuimos conquistados por el gesto que ofrecieron más de 4.000 voluntarios que pagaron sus pasajes y alojamiento para trabajar en el Encuentro, signo de su voluntad para vivir la experiencia de vivir aquello que te hace crecer en la fe, y compartirlo con todos. Es un «milagro» auténtico recurrente en estos 30 años, que -como muchos dicen- es imposible encontrarlo en otro lado, fruto de la educación en la gratitud como dimensión de cada relación.
Los casi 300 oradores que intervinieron durante la semana, contribuyeron al Desarrollo de un Nuevo conocimiento de la realidad; en algunos momentos, comunicado el significado fundamental de las cosas. Empezando con el P. Julián Carron: En un Encuentro focalizado en el conocimiento, sería difícil encontrar un mejor testigo que San Pablo para documentar la realidad del título elegido. Por otro lado, Carmine Di Martino demostró la importancia de este tema en el viaje que implica la modernidad.
Durante siete días, la gente pudo ver que el viaje del conocimiento no se despierta con discursos o explicaciones abstractas, sino que se realice a través de encontrarse con personas que conocen la realidad de una manera novedosa y atractiva, llena de promesas de bien y verdad.
DLa semana de Rímini presentó diversos testigos de esta realidad, nuevos y conocidos. Amparito, de Ecuador, amiga de Sanitá Rione en Nápoles y Josè Berdini de Corridonia, P. Aldo Trento de Paraguay, Marco y Cleuza Zerbini de San Pablo, Brasil, Rose y Vicky de Kampala y los prisioneros de Padua.
Escuchamos también a personalidades del ambiente cultural, como Mary Ann Glendon, que introdujo el concepto de «experiencia elemental» como la raíz de los derechos humanos. Filósofos como Remi Brague y Fabrice Hdjadj, premios Nobel y científicos como John Mather, Charles Townes e Yves Coppens mostraron el significado del «ancho de la razón».
El 30º Encuentro abrió con un evento internacional excepcional, otorgado por el ministro Frattini: el encuentro con cuatro líderes de cuatro países de África, que hablaron acerca de la Paz y el Desarrollo. El testimonio humano y político de Tony Blair fue totalmente inesperado, fue una confesión pública de las razones de su conversión al Catolicismo: el descubrimiento de la naturaleza universal de la Iglesia.
Por otra parte, maestros de diferentes instituciones, del Gobierno italiano, y de la oposición, aceptaron comparar posturas acerca de temas reales de la vida de la gente, desde educación a trabajo, desde economía a justicia. Este fue el caso de Renato Schifani, Mario Draghi, Giulio Tremonti, Angelino Alfano, Maurizio Sacconi, Claudio Scajola, Mara Carfagna, Mariastella Gelmini, Roberto Calderoli, Luca Zaia, Pierluigi Bersani y Enrico Letta. Al mismo tiempo, intervinieron dirigentes del mundo económico y financiero como Corrado Passera, James Murdoch, Fabio Conti y Raffaele Bonanni.
El Encuentro, siguiendo su tradición, propició momento de ecumenismo real, con representantes Judíos, Ortodoxos y Musulmanes, movidos por una sincera voluntad de diálogo para crear un ámbito de cohabitación pacífica, basada en la verdad y las diferencias. El discurso del Cardenal de Madrid acerca de la contribución de la Iglesia a la vida social, y el discurso dado por el Cardenal Caffarra acerca de la irracionalidad de la Fe, serán particularmente recordados. En el último libro del P. Giussani «Qui e ora» presentado en la conclusión del Encuentro, está escrito que «el hombre, quien actúa con un mínimo de razonabilidad, actúa con un fin último». Por esta razón, el título del Encuentro 2010, que se realizará en Rímini, del 22 al 28 de Agosto, es: «Esa naturaleza que nos empuja al deseo de grandes cosas es el corazón»
