Publicado el 2017-06-15 In Vida en alianza

La piedra roja de la piedad: „No olviden la oración y no dependan de sus propias fuerzas“

ROMA BELMONTE, Bettina Betzner y Maria Fischer •

El día de Pentecostés se celebró en Schoenstatt el aniversario de oro del Santuario de la Federación de Mujeres. Este santuario fue inaugurado el dia de Pentecostés hace 50 años por el propio Padre José Kentenich.

En esta celebración se encontraba la placa con el símbolo del Padre-Espíritu Santo de la ermita de Belmonte, la que se encuentra aún hoy a la entrada del terreno y que recuerda aquella sencilla ermita bendecida el 8 de diciembre de 1965 por el Padre José Kentenich como “la primera piedra simbólica para el futuro santuario internacional en Roma”. Esta placa muestra el símbolo del Espíritu Santo junto al símbolo de Dios Padre.

Una semana antes, las jefas de la Federación de Mujeres de la región sur, colocaron una piedra roja que faltaba en la placa, durante la jornada que tuvieron en Stuttgart-Freiberg. Las siete piedras rojas que rodean el símbolo del Espíritu Santo, representan los siete dones del Espíritu Santo; la piedra que faltaba y que fue agregada ahora, representa el don de la piedad.

Anhelo del corazón

El don de la piedad apunta a nuestra estrecha relación con Dios, el que nos regala un sentido en nuestra vida y nos acompaña en situaciones difíciles. Sin embargo, esta vinculación con Dios no puede ser vista como algo forzado, sino como la actitud que tiene que venir de uno mismo. Se trata, en el verdadero sentido de la palabra, de un anhelo del corazón y ésto no es algo que uno se propone o entrena, sino que es un don que se recibe del Espíritu.

El Papa Francisco dice sobre ésto:

“Si el don de piedad nos hace crecer en la relación y en la comunión con Dios y nos lleva a vivir como hijos suyos, al mismo tiempo nos ayuda a volcar este amor también en los demás y a reconocerlos como hermanos. Y entonces sí que seremos movidos por sentimientos de piedad —¡no de pietismo!— respecto a quien está a nuestro lado y de aquellos que encontramos cada día. ¿Por qué digo no de pietismo? Porque algunos piensan que tener piedad es cerrar los ojos, poner cara de estampa, aparentar ser como un santo. En piamontés decimos: hacer la «mugna quacia»[ser hipócrita]. Esto no es el don de piedad.”

(Audiencia General del 4 de junio 2014)

El don de la piedad tiene mucho que ver con aquello que el Padre Kentenich describe como “simpatía por Dios”, “el espíritu de fe desarrolla en mí una secreta y positiva apertura a Dios” (Kentenich-Reader Tomo 3)

Para la Iglesia

Bettina Betzner escribió: „Fue un momento sublime cuando colocamos la piedra de la piedad en la placa, fue como una señal del Espíritu Santo, que nos decía: “No olviden la oración y no dependan de sus propias fuerzas, sino diríjanse al Dios Trino con toda vuestra necesidad e impotencia, a mi, al espíritu de Dios.”…Que el centro (Belmonte) se convierta entre todas nuestras comunidades, en el sentido de nuestro Padre Fundador, cada vez más en su y en nuestro anhelo del corazón para la Iglesia”.

La placa y también el símbolo del Espíritu Santo del Santuario de Belmonte, que ahora resplandece con nuevo esplendor, estuvieron presentes en Schoenstatt durante la celebración de Pentecostés. La relación de la Comunidad de la Federación de Mujeres de Schoenstatt con Belmonte está marcada por las muchas peregrinaciones a Roma para visitar la ermita desde varias décadas y con distintas generaciones de la Federación. El gran deseo: Que el centro se convierta entre todas nuestras comunidades, en el sentido de nuestro Padre Fundador, cada vez más en su y en nuestro anhelo del corazón para la Iglesia”.

Ya esta semana una representante de la Federación de Mujeres llevará el símbolo del Espíritu Santo y la placa nuevamente a Belmonte.

 

www.roma-belmonte.info

Original: Alemán 12 de junio 2017. Traducción: Tita Andras, Viena, Austria

ROMA BELMONTE – JUNIO 2017 – ES from schoenstatt org on Vimeo.

Saludo en video desde Belmonte, 8. de junio 2017

 

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