ALEMANIA, Hermana Cordula-Maria Leidig •
El sábado 8 de octubre se realizó en la Casa Padre Kentenich en Wiesbaden el primer «Día de Belmonte».
En el último encuentro del Consejo Diocesano de Familias, se formó un primer ‘Grupo de trabajo Belmonte’, el que se reúne aproximadamente cada día 8 del mes (debido a la primera colocación de piedra simbólica el 8 de diciembre de 1965 y a la bendición del santuario el 8 de septiembre del 2004, el día 8 es para este grupo un “Día deBelmonte”).
El encuentro comenzó con un momento de adoración eucarística: escuchar al Señor, amarlo, sabernos amados por Él. Luego se conversó acerca de qué manera nosotros, como familia diocesana, podríamos hacer realidad en nuestro entorno la idea de una Iglesia renovada, idea que el Padre Kentenich desarrolló después del Concilio. El contexto de Belmonte: Según nuestro Padre y Fundador, la misión del santuario de Roma es llevar la idea de Schoenstatt a toda la Iglesia. Es por eso que nos importa mucho que se finalice la construcción en Belmonte.
La “Cruz de consagración de Engling” y la misión de Belmonte
Con nosotros estaba la “Cruz de consagración de Engling”, aquella cruz que 14 sacerdotes ex palotinos y que estaban muy vinculados a Schoenstatt, mandaron a hacer a la joyería de los Hermanos de María en el tiempo del exilio del Padre Kentenich, como expresión de su fidelidad al Fundador. La consagración de Engling significaba para ellos, imitar a José Engling en su fidelidad y entrega. El P. Seidemann, que trabajó durante mucho tiempo con la Familia de Schoenstatt de Wiesbaden, conoció esta cruz en Milwaukee. Él mandó a hacer una réplica, la que heredó nuestra familia diocesana después de su muerte.
La cruz está llena de simbolismos:
Cristo no cuelga de los clavos, pareciera que se alza desde los clavos, como un ganador en una competencia, dando todo de sí mismo para ganar. Por este motivo, su mirada está fija en el ojo del Padre que se encuentra sobre él. La cruz tiene sus raíces en el globo terráqueo. En torno a esta imagen de la tierra, se encuentra una corona de santuarios y el Santuario Original representado por un santuario más grande. Por debajo de los santuarios, los que representan a la Familia de Schoenstatt mundial, se encuentran 14 cruces, simbolizando a los 14 padres que mandaron a hacer esta cruz: cada cruz representa la Consagración de Engling de cada uno de los padres. Bajo el símbolo del mundo hay una serpiente negra, símbolo del diablo. Cristo lo vence en la cruz; los Padres aportaron su parte de la victoria sobre el mal, a través de su consagración personal. A los pies de la cruz, sobre el globo terráqueo, está la Basílica de San Pedro, símbolo de la Iglesia renovada, a la que Schoenstatt quiere contribuir en todo el mundo.
La cruz original fue un regalo que recibió el Padre Kentenich, como consuelo y como símbolo de fidelidad en el tiempo del exilio.
La réplica de esta cruz peregrina por la Familia de Schoenstatt de la Diócesis de Limburgo. Visita especialmente a aquellos que experimentan una situación difícil, para que puedan encontrar la fuerza de unir sus sufrimientos y sus luchas con Cristo para la renovación de la Iglesia.
Durante este encuentro, nos dimos cuenta que esta cruz tiene mucho que ver con nuestro Día-Belmonte: en Roma Belmonte se concentra el encargo para Schoenstatt de contribuir a la renovación de la Iglesia. Con nuestras cruces, nuestra contribución al capital de gracias, nos unimos a la cruz de Cristo en esta intención. Belmonte en sí mismo es una expresión de lealtad al Padre Kentenich, una expresión de fidelidad al Padre.
Llevar a Schoenstatt a nuestro alrededor y colaborar para finalizar la construcción en Belmonte
Se recopilaron los siguientes impulsos:
1)Llevar a Schoenstatt a nuestro alrededor
- Como schoenstattianos queremos mostrar nuestra presencia en nuestras parroquias, en las juntas y concretamente en la familia de la parroquia. Además queremos llevar en forma más consciente las ideas del Padre Kentenich. Sin embargo, la experiencia nos demuestra que las personas reaccionan en forma muy sensible cuando se habla mucho de “Schoenstatt”. Pero no se trata de eso, sino de ofrecer aquello que les puede servir de Schoenstatt.
- Durante el encuentro diocesano de las comunidades espirituales, trataremos de transmitir la idea de “Juntos por Europa” en nuestra diócesis: junto a las nuevas comunidades espirituales, sellar una promesa mutua, una alianza de amor como signo, de que queremos contribuir en común para la renovación de la Iglesia en nuestra diócesis.
2) Finalización de la construcción en Belmonte
- Queremos dar a conocer en nuestras ramas, que nosotros los schoenstattianos, podemos contribuir a la finalización de Belmonte a través de préstamos privados. Este préstamo (suma mínima de 1.000 Euros, duración hasta 10 años) tendrá un interés de 2 % (más información en Préstamo para Belmonte).
- Algunos de nosotros tuvieron la idea de regalar para Navidad tazones y pasta de Belmonte y de esta manera poder contribuir personalmente con un pequeño aporte.
Con una oración de acción de gracias y la renovación de nuestra Alianza de Amor le entregamos todas estas intenciones y proyectos a nuestro Padre Celestial y a la Santísima Virgen.
Fotos: Hna. Claudia-Maria Leidig, adapción: Claudia Echenique
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Más sobre Belmonte: www.roma-belmonte.info
Original: alemán. Traducción: Tita Andras, Viena, Austria/ce
