Publicado el 2016-07-20 In Vida en alianza

Belmonte: Una interacción de las mejores fuerzas y convicciones de la nueva Iglesia

Una entrevista al P.  Christian Löhr, Instituto de Sacerdotes Diocesanos de Schoenstatt •

Qué representa Belmonte?

160719_belmonte_foto_fischer_schoenstattorg-00Como schoenstattianos decimos inmediatamente: es la visión de futuro de nuestro Padre Fundador el P. José Kentenich. Pero hoy, durante nuestra reunión con los colaboradores profesionales de recaudación de fondos y comunicación, nos hemos dado cuenta, como responsables de las obras y el funcionamiento, que ésto hay que desmenuzarlo: ¿Qué es entonces esta visión de futuro? Esta es la pregunta: ¿cómo es la Iglesia “futura”?¿Cómo se puede reordenar la colaboración entre sacerdotes y laicos, de manera que, estando los unos al servicio de los otros, se fomenten los carismas, para que la Iglesia realmente se impregne de ellos y muchos puedan compartirlos y aportarlos

Schoenstatt tiene 200 santuarios. ¿Para qué se necesita el Santuario de Belmonte?

El Santuario de Roma es realmente como el delta de un río. Las múltiples corrientes de los últimos años y decenios, que están también en los diferentes santuarios filiales, culminan, confluyen en el Santuario de Roma, en Belmonte, allí encuentran de nuevo su expresión original, es decir, cada santuario filial se debe reencontrar y reflejar allí de nuevo. Además ser una apertura hacia la Iglesia y el mundo: nos ofrecemos, tal como quería el P. Kentenich, a la Iglesia y al mundo, para contribuir a dar forma la Iglesia y el mundo desde el Santuario de Roma con nuestra original Alianza de Amor, o sea, con lo más especial de Schoenstatt.

El P. Kentenich habla muy a menudo de una Iglesia renovada, de una Iglesia nueva. ¿Tiene el Santuario de Roma, en este sentido, una misión especial?

La visión vinculada a ésto es para mi, que quizás por primera vez en la historia de Schoenstatt, en Belmonte se hace visible, de manera ejemplar, el vivir y actuar juntos de schoenstattianos de diferentes ramas y comunidades.

Es decir, existe la esperanza de que aquí se establezca mucha vida, que no dependa tanto de las estructuras de ramas y comunidades, sino que aquí llegue lo mejor de los diferentes ramas y comunidades en una colaboración y convivencia ejemplar visible y fecunda para todos, tanto para los que pasen como huéspedes, como para los que permanezcan más tiempo, y así esta presencia de diferentes schoenstattianos se convierta también en regalo para la iglesia universal.

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Reunión de los responsables de las obras y el funcionamientocon y los colaboradores profesionales de recaudación de fondos y comunicación: Martin Emge, Hans-Martin Zipfel, Torsten Schmotz, Maria Fischer, Christian Maria Löhr, Peter Lauer (de izq.)

Palabra clave: universal. Hablamos del Centro Internacional de Schoenstatt en Roma. ¿En qué se reconoce para usted lo internacional de Belmonte?

En que aquí no se trata un santuario individual situado en el centro, ni siquiera de una determinada nación con su correspondiente impronta, sino que Belmonte es efectivamente el lugar donde se encuentran las naciones, las filiales, en una interacción de las mejores fuerzas y convicciones y donde se enriquecen recíprocamente con gran intensidad. No se  trata de que se extinga algún carisma, sino de llegar a un gran enriquecimiento a través del contacto de los unos con los otros.

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Hoy hemos hablado de ello, que la Domus Pater Kentenich se inaugurará (posiblemente) el 1 de enero de 2017. ¿Cuál es su deseo para el 1 de enero de 2018?

Sería bonito que, pasado un año, hubiera una pequeña y buena permanencia – el rector de la casa, una pequeña comunidad de Hermanas de María, quizá también los Padres de Schoenstatt, se hagan cargo de una pequeña permanencia. Pero también más allá que vinieran por unos días, un mes o más tiempo, estudiantes que vienen a Roma u otros schoenstattianos a convivir y que cada uno en forma individual le diera su seño a Belmonte en el tiempo que permanezcan aquí. Quiero decir, que también los huéspedes, que vengan quizá cada dos años, experimenten en Belmonte  cada vez la iglesia nueva a través de los schoenstattianos  que están en el lugar. ¡Ésa sería mi visión favorita!

Entrevista realizada por Maria Fischer

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Original: alemán. Traducción: M. Paz Leiva, Madrid, España/mf/ta

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4 Responses

  1. Tita Ravera de Andras dice:

    Tuve el inmenso regalo de haber estado el año del jubileo 2014 en Belmonte, dándole la bienvenida a los peregrinos de habla hispana que llegaron durante esa semana de octubre, haciéndoles un «tour» por ese maravilloso lugar que es Belmonte. Lo sentí en esos días como un regalo privilegiado que me hizo Dios y la Matercita en un momento familiar bastante difícil… Viví lo que significa la visión profética de nuestro Padre Fundador: venidos de todas partes del mundo a las afueras de Roma, en la periferia, como lo dice también nuestro Santo Padre Francisco. Viví esa internacionalidad, esa calidez que se siente en el encuentro con hermanos, con tantos que nunca antes habia visto, sin embargo me sentí unida a ellos por amar a una misma madre y aspirar a los mismos ideales. Belmonte ha quedado grabado en mi corazón, ese santuario que no es sólo de Roma o de los italianos, sino es el centro internacional de Schoenstatt en pleno corazón de nuestra Santa Iglesia. Mi sueño para Belmonte: que este lugar abra sus puertas no sólo a schoenstattianos, sino a tantos sedientos de fe, de cobijamiento, que sea lugar de encuentro para los jóvenes, para las familias. Mi sueño es que toda la familia de Schoenstatt mundial tome conciencia de este centro que es el centro de todos, el santuario de todos nosotros.
    Ayer, día de alianza, un grupo de amigos de Belmonte nos unimos en oración desde el santuario nacional o santuario hogar o santuario del corazón con el santuario de Belmonte como signo vivo de solidaridad.

  2. Nora Pflüger Totti dice:

    Querida María, agradezco su respuesta. Ya sé que el Padre Crhistian no vinculó el sueldo con lo de «mejor» o «peor», pero los que a veces lo vinculamos somos los argentinos, por situaciones que se dan de hecho en países como el nuestro, donde los problemas económicos generan serias diferencias y limitaciones. A veces se genera un halo de «santidad » alrededor de una persona sólo porque tiene la posibilidad económica de viajar a un lugar de peregrinación. Ése es mi temor, que tal vez usted encuentre exagerado, pero que forma parte de nuestra tontería nacional. Es como lo que sucedía antes, en otro plano, con los «niños bien» que viajaban a París. Por eso me alarmé (tal vez en exceso). De ningún modo pienso que el Padre Crhistian intente cerrarle la puerta a nadie. Y si alguna vez tengo la posibilidad de peregrinar a Belmonte, créame que lo haré con todo gusto, y mientras tanto, estoy vinculada en la oración. Gracias de nuevo.
    Nora Pflüger Totti, La Plata, Argentina.

  3. Nora Pflüger Totti dice:

    Maravilloso, pero no me queda claro qué criterio se establecerá para definir quiénes son «lo mejor» de cada Rama o comunidad y por lo tanto, los más adecuados para ser recibidos en Belmonte. Soy sudamericana y a los schönstattianos de Sudamérica nos resulta mucho más complicado y costoso que a los europeos peregrinar a Roma. Sólo pueden hacerlo unos pocos. ¿Serán por eso, necesariamente, los «mejores»? En mi caso personal, llevo décadas de fidelidad al Movimiento, pero soy una docente con un sueldo mínimo. ¿Seré entonces «la peor de todas»? ¿Y qué decir, por ejemplo, de los chicos de la Villa 31? ¿Nunca podrán estar incluidos entre «los mejores»? Por favor, que alguien me aclare esto, porque me deja mal y muy confundida.

    • Estimada Sra Pflueger, creo que malentendió algo de la entrevista con el P. Christian Löhr. El no habla de «los mejores», simo de llevar DESDE Belmonte lo mejor de todo lo que surgió en las ramas y los paises, al servicio de la iglesia.

      Queda claro:
      «aquí llegue lo mejor de los diferentes ramas y comunidades en una colaboración y convivencia ejemplar visible y fecunda para todos»

      Por supuesto que desde el momento de tener la casa de retiro en función, todos estan muy bienvenidos a pasar el tiempo de una peregrinacion o visita a Roma, en Belmonte. No entiendo porqué esta vinculando el sueldo con «mejor» o «peor», de esto nunca nadie habló.
      Lo que el P Christian además pone es que unos schoenstattianos pueden ofrecerse a vivir duranta un tiempo como voluntarios en Belmonte, aportando asi. Cierto que no todos pueden hacerlo, pero esperamos que unos.

      Lo mas importante: Aun sin poder peregrinar a Belmonte fisicamente, todos pueden vincularse con la visión y misión y aportar lo suyo.

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