FRANCISCO EN MÉXICO, por Maricarmen Cereceda •
En cuanto supe que el Papa Francisco llegaría a Morelia, hice planes para ir a verlo ya que mi hijo vive allá y eso me facilitaría las cosas. Tuve la suerte de que me consiguiera boletos para asistir al estadio donde estaría con los jóvenes, y aunque yo ya soy de la tercera edad (J) me entusiasmaba oír su mensaje. Ese día lo esperé desde las 7 hs. sabiendo que llegaría a las 16 hs.
El mensaje a los jóvenes de Su Santidad me dejó cautivada, porque los invitó a tener esperanza, dignidad, a soñar y a no permitir que nadie les quite sus sueños.
Estando ahí, me imaginé cómo sería estar junto a Jesús cuando predicaba y me pregunté si hoy en día yo haría lo mismo si estuviera esperando la llegada del Mesías.
Un efecto personal
Me considero afortunada por haber tenido tan cerca a un Pastor de la calidad del Papa Francisco, que me compromete en este año de la Misericordia a salir de mi comodidad para ir a los más necesitados y no quedarme en una religión de templo y rezos.
Me percaté de que si era capaz de ir hasta Morelia, con todo lo que implican los preparativos del viaje y el estar todo un día parada esperando a que llegara el Papa, ¿por qué había escatimado el tiempo junto al sagrario visitando a Jesús mismo, que está tan cerca de mi casa, sin tener que hacer un largo viaje? Regresé a mi visita diaria al sagrario y a seguir trabajando por los más pequeños de mis hermanos, por aquellos que no han tenido oportunidades como yo.
Texto completo del discurso del Papa Francisco en Morelia
¡GRACIAS MARICARMEN!!! Desde Santa Fe de la Vera Cruz Argentina… un abrazo en A.A. de Schoentatt.