PARAGUAY, por María Fischer, con el P. Pedro Kühlcke •
«Después de haber leído el Evangelio, Orlando se acercó a saludarme y me dijo: ‘Te pido que reces por la libertad de cada uno de nosotros, de todos’. Es la bendición que pidió Orlando para cada uno de nosotros. Es la bendición que pedimos ahora todos juntos: la libertad«. Así comenzó el Papa Francisco el domingo 12 de julio, su discurso más espontáneo del viaje por Latinoamérica.
«Orlando, el joven que hizo cambiar al Papa su discurso…» – titularon varios diarios de Paraguay, unos días después del emotivo encuentro del Papa Francisco con la juventud paraguaya, y de tantos otros países, en la Costanera de Asunción. Francisco se reunió con cerca de un millón de jóvenes en el atardecer del domingo, a horas de despedirse de tierras latinoamericanas. En ese encuentro, Orlando, de 17 años, leyó un fragmento del Evangelio y emocionó al Pontífice con su pedido: libertad para él y sus compañeros del Centro Educativo – la cárcel de menores donde el Padre Pedro Kühlcke, hace casi un año, lo acompaña a él y a los demás adolescentes, como Padre y amigo en todo sentido.
«Ocho menores internos del centro reclusorio La Esperanza de Itauguá participarán el domingo del evento con el Papa Francisco en la Costanera. Incluso, uno de ellos hará la lectura de un pasaje bíblico. Así informó Orlando Castillo, titular del Servicio Nacional de Atención al Adolescente Infractor del Ministerio de Justicia. Comentó que son jóvenes que están involucrados en un proceso de trabajo desde hace un año y medio con el Padre Pedro Kühlcke, del Santuario de la Virgen de Schoenstatt, de Ypacaraí. Explicó que los menores que asistirán a la celebración litúrgica con el Santo Padre forman parte de un proceso semiabierto, pues no tienen problemas de conducta.» – Así se pudo leer un día antes en uno de los diarios más importantes de Paraguay (Última Hora). «Al final, pudimos llevar a cuatro jóvenes, no más, pero ¡es un comienzo!», comentó el P. Pedro Kühlcke, quien los acompañaba también en el encuentro con el Papa Francisco, como lo hace en la cárcel.
Caminando juntos
«Le decía a Orlando, camino a la Costanera: ‘No te pongas nervioso, total solamente tenés que proclamar el Evangelio delante del Papa y del mundo entero’…», relató el Padre Pedro Kühlcke. La foto que muestra ese momento se convirtiera en una de las más compartidas en las redes sociales.
Esa imagen es un símbolo de la pastoral carcelaria de un «Padre y amigo» que sale desde el Santuario de Tupãrendá a las periferias, al encuentro de estos adolescentes en la cárcel de menores. La Visitación de María (Lc 1,39), Estaba preso y me vinieron a ver (Mt 25,36), historia de la salvación e historias reales de schoenstattianos en salida misionera y solidaria, motivados por el Papa Francisco, el Padre Kentenich y la Virgen Peregrina… en el sendero que Jesús caminó primero.
«En esta cárcel, están privados de libertad unos 160 adolescentes varones de 14 a 18 años, en condiciones bastante difíciles. Lo que más me duele es constatar que, prácticamente, todos ellos son de las clases sociales más desfavorecidas; viven en barrios de emergencia o directamente en la calle. Muchos con familias muy disfuncionales, o directamente sin familia; la gran mayoría con tremendas carencias afectivas, desde chicos; y también con problemas de adicciones. Me llama mucho la atención que no hay chicos de clase media ni alta en la cárcel …», comentó el Padre Pedro Kühlcke.
«Hemos podido formar un equipo de Pastoral penitenciaria muy guapo, la gran mayoría son integrantes del Movimiento de Schoenstatt, de Tupãrendá y Asunción. Encontré personas muy generosas, que con gran sacrificio, entregan amor, tiempo y dinero para regalar algo del amor de Dios y de la Mater a estos chicos tan carenciados. Todos los sábados, compartimos con ellos cantos, oraciones, abrazos, y sobre todo una merienda abundante. También vivimos muy de cerca la situación tan difícil y dolorosa de muchos de ellos – situación familiar, social, jurídica, médica, etc. – y les damos una mano en lo que podemos». Dándoles un mano también para que, al fin, cuatro adolescentes pudieran participar en el encuentro con Francisco.
«Qué gran trabajo de la pastoral penitenciaria del Padre Pedro y equipo, ojalá salgan recuperados todos los jóvenes que están en el Centro Educativo y encuentren hogar; los jóvenes no van a caer si fortalecemos las familias de bien. Trabajemos por los niños en situación de calle», comentó Agustín Saldivar, en uno de los diarios de Paraguay.
La bendición del Papa Francisco para todos los adolescentes privados de la libertad
«Le pude pedir su bendición para todos los adolescentes privados de libertad. Y Orlando también se lo pidió después. En eso se inspiró el Papa para cambiar todo su discurso. ¡Demasiado emocionante! Que los dos estemos en el escenario tan cerca del Papa no estaba para nada previsto – una delicadeza especial de la Mater para la Pastoral penitenciaria!», relató el P. Pedro Kühlcke el día después del encuentro, y antes de salir a las Misiones Familiares. «Le pedí al Papa una bendición especial para todos los adolescentes privados de libertad», repite. «Escuchó atentamente, y la dio con una sonrisa bondadosa.»
«Sos un valiente»
«Antes de iniciarse todo, conversé con el Papa. Me preguntó mi nombre y de la emoción no pude hablar, no me salían las palabras, era demasiado emocionante, luego de mucho esfuerzo le conté y también que iba a leer», cuenta Orlando mismo en una entrevista a Última Hora, y sigue:
«¿Te animás a hacerlo?, me dijo, y sí, le respondí. El Papa me contestó: Sos un valiente»
«Al término de la lectura, me acerqué para abrazarlo porque él me llamó. Sentí que volaba en las nubes, sentí una paz y que todo lo que pedí, se iba a cumplir. Puedo decir que el abrazo del Papa vale oro».
«Cada vez que le hablaba, me pedía que no me olvide de rezar por él. Le insistí que ore por mi libertad y por toda mi familia. Luego me pidió permiso para mencionar en público lo que le dije, pero que se iba a referir sobre la libertad en general. Convirtió en una reflexión mi pedido y cada vez que mencionaba mi nombre, yo sentía emoción y sentía que volaba», recordó.
La Peregrina no puede faltar en el lugar
Lo más emocionante para Orlando fue el intercambio de obsequios. «Le regalé un cuadro que tiene un denario bordado en Ñandutí, le escribí una carta en la que le cuento mi historia, pedí que me ayude a cambiar mi vida, por mi familia».
«También por los niños de la calle a los que le faltan abrigos, alimentos y, sobre todo, que con su oración Dios toque el corazón de cada joven; y que si quiere, se comunique conmigo en el teléfono de mi mamá o del director de La Esperanza, que figuran en la carta», comentó.
«La lectura, el abrazo y el rosario son mi mayor regalo. Me tocó muy en el fondo del corazón. Mi compromiso es ayudar a mis compañeros a que crean en Dios, que le dediquen su tiempo. Demostrar que Él ayuda y cambia nuestras vidas. Cuando salga de acá, voy a llevar la palabra de Dios, primero en mi familia. Luego ayudar a que los jóvenes piensen dos veces para hacer las cosas, que un error puede costar muy caro»,
Toda la entrevista: http://www.ultimahora.com/historia-del-joven-que-inspiro-al-papa-cambiar-su-discurso-costanera-n913934.html
Foto: Sebastián Woitas, Asunción, Paraguay
Gracias, Santo Padre, por bendecir a los adolescentes del Centro Educativo. Gracias, Santo Padre, por bendecir la Pastoral Carcelaria del P. Pedro Kühlcke, y de todos los que le acompañan con su presencia, sus oraciones, y sus donaciones.
Gracias, Orlando, por regalarnos el discurso más espontáneo del Santo Padre en esta visita.
Te damos gracias repitiendo las palabras del mismo Papa Francisco:
«Así que todos juntos, agradeciéndole a Orlando que haya pedido esta bendición, tener el corazón libre, un corazón que pueda decir lo que piensa, que pueda decir lo que siente y que pueda hacer lo que piensa y lo que siente. ¡Ese es un corazón libre! Y eso es lo que vamos a pedir todos juntos, esa bendición que Orlando pidió para todos».
Gracias, Orlando, por ofrecernos la posibilidad de ser parte de esta bendición. Cuenta con nuestras oraciones para vos y para todos tus amigos en la cárcel, para el P. Pedro y su equipo.
También, queremos ayudar con nuestras donaciones generosas y solidarias para la Pastoral Carcelaria y la anhelada Casa «Madre de Tupãrendá», que permitirá que vos y tus compañeros, el día que salgan de la cárcel, puedan seguir adelante con fe y con trabajo, con amigos y solidaridad…
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Uso previsto: P. Pedro Kühlcke, Casa Madre de Tuparenda
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Todos Juntos podemos salir al auxilio de los Niños y Jovenes Caidos en malos caminos , pero no debemos olvidar que la exclusion social es el caldo de cultivo de actos delincuensiales . Que bien nos hiciste sentir Papa Francisco por tu Visista al Paraguay quisieramos que siempre estes en frecuencia Guarani , te necesitamos