Publicado el 2017-07-23 In Casa Madre de Tuparenda, Obras de la misericordia

Sebas: un ejemplo vivo de que sí se puede romper el círculo vicioso de pobreza, abandono y criminalidad

PARAGUAY, Ani Souberlich, directora de la Casa Madre de Tupãrenda •

El 30 de junio la Casa Madre de Tupãrenda nuevamente se vistió de fiesta porque celebramos la graduación de un participante en el proyecto de 9 meses. Un joven más que nos demuestra que sólo necesitaba la oportunidad para conocer otra opción de vida, necesitaba de alguien que le indicara el camino correcto para aprender a caminar y elegir lo mejor para él y su familia. Participaron en la graduación los familiares del egresado, el P. Pedro Kühlcke y Lourdes Marín, en representación de Fundaprova (Fundación para la Promoción de los Valores y Prevención de la Violencia).

«Existe en medio de nosotros Alguien que es más fuerte que el mal»

La fiesta comenzó con un almuerzo en la Casa Madre de Tupãrenda y luego nos dirigimos al Santuario de Tupãrenda, donde el P. Pedro celebró la Sta. Misa en gratitud por el regalo de un joven que pudo mirar sus errores, reconocerlos, pedir y aceptar ayuda, y libremente a diario renovar su deseo de cambio por una mejor vida para él y su familia. Como siempre ocurre en las Misas que se celebran una vez por semana con los jóvenes de la Casa Madre de Tupãrenda, todos quisieron ser monaguillos para estar, vestidos de blanco, cerca del altar, del P. Pedro y cerca también de Jesús, aunque el mismo Jesús seguramente tiene aún más ganas de esta cercanía, ya que vino a salvar a los heridos, abandonados, hambrientos de pan, de amor y de vida digna. Los jóvenes sienten así que «existe en medio de nosotros Alguien que es más fuerte que el mal, más fuerte que las mafias, que los oscuros engaños, de quien lucra sobre la piel de los desesperados, de quien aplasta a los demás con prepotencia… Alguien que escucha desde siempre la voz de la sangre de Abel que grita desde la tierra», como dijo el Papa Francisco en la Audiencia General antes de la fiesta de Sebas, el 28 de junio de este año.

La madre de Sebas no pudo contener las lágrimas al ver a su hijo “tan distinto” desde lo exterior en su manera de vestir y de hablar, pero sobre todo porque veía el cambio real en su hijo, quien le causó mucha preocupación y desvelos por tanto tiempo. Ahora Sebas, de tan sólo 17 años, ya puede empezar su pasantía en la panadería de un supermercado y por ende ayudar a su familia y apoyarlos económicamente.

Sí se puede romper el círculo vicioso de pobreza, abandono y criminalidad

Recordar  cómo llegó a la Casa Madre de Tupãrenda  hace 9 meses y verlo ahora vestido de traje y orgulloso de haber llegado a la meta es un gozo  y una satisfacción inmensa para todos los que trabajamos en la Casa Madre de Tupãrenda , pero sobre todo nos alienta a seguir apostando por este proyecto que en sus 10 meses de existencia ya ha dado frutos en 4 egresados que terminaron sus 9 meses del proyecto, aunque en realidad ya son 5, pues cuando cumplió 4 meses en la Casa Madre de Tupãrenda, Juan Ramón nos dijo que ya se sentía preparado para salir a trabajar y así lo hizo. Desde hace 6 meses trabaja en una gran quinta en la huerta.  La Casa Madre de Tupãrenda ha dado ya 5 frutos que se mantienen en pie, que trabajan con honestidad para ganarse el pan de cada día y pueden ser soporte para sus familias.

Primera feria de garaje para recaudar fondos

La Casa Madre de Tupãrenda es una casa de esperanza y de milagros de transformación, donde la Sma. Virgen es Dueña y Señora y ha establecido su morada en este lugar. Si bien recibimos el gran apoyo del Ministerio de Justicia y, gracias a Dios, algunos aportes privados, las necesidades son muchas y no alcanza para cubrir todo lo necesario, por lo que en junio hemos organizado una feria de garaje para recaudar fondos. El resultado fue bueno considerando que fue la primera vez. La recaudación sirvió para comprar insumos para la panadería y así poder seguir con nuestra pequeña producción para venderla en el santuario los domingos. Lo que sigue es preparar también galletitas y alfajores, vamos ampliando la oferta.

Necesitan una ayuda integral

Se escucha mucho hablar de los pobres, de los limpiavidrios, de los drogadictos, de los motochorros etc., pero qué podemos esperar si “nadie los ve”, “si no existen”.  NO SE TRATA de sólo darles  un trabajo si antes no se los forma y entrena  para ello. Hay que darles una ayuda integral, es como primero tener que moldear la arcilla de sus vidas ayudándolos a reconocer y mirar lo que los llevó a estar donde están y eso implica abrir heridas profundas en su interior, heridas que a veces no pueden mirar porque implica recordar y volver a sufrir el abandono de sus padres, la muerte de alguno de ellos, la explotación de tener que traer a diario dinero a sus casas para evitar los maltratos físicos con alambre. Desde pequeños han tenido que aprender a “sobrevivir” en las calles, y sobrevive el más fuerte, como en la “ley de la selva”.

Después necesitan ser conducidos al trato amable, confiado, con normas básicas de urbanidad y luego habilidades para el trabajo, donde aprenden a llegar puntuales, a respetar jerarquías e indicaciones laborales. Si no reciben todo esto antes de trabajar nunca durarán en algún empleo.   Sólo por un milagro están con vida, y para todos los que tenemos fe y creemos en la conducción de Dios podemos decir que la Casa Madre de Tupãrenda brinda esa ayuda integral que necesitan para ser hombres de bien y poder conservar un empleo.

Pero solos no podemos, La Casa Madre de Tupãrenda tiene capacidad para 20 participantes y en este momento tenemos 23 y una pequeña lista de espera que se ha habilitado. Por ratos “nos asusta” no llegar a cubrir todos los gastos, pero por otra parte creemos firmemente que la Mater, como Dueña y Señora de su casa, despertará muchos corazones generosos que nos ayuden a sacar adelante a más jóvenes que van sin rumbo por la calle.  Gracias por creer en nosotros y apoyarnos con su aporte y oración.

Somos lo que somos gracias a donde estamos

Hace falta paciencia, confianza y resiliencia alta en el trabajo con los jóvenes en Casa Madre de Tupãrenda, pero hay momentos donde se muestra con claridad enorme que Jesús tiene a estos jóvenes como sus predilectos, y a los que les dan una mano (y un corazón y dinero y futuro y…) también.

Cuando Ulises escribe en su perfil de Facebook:

Somos lo que somos gracias a donde estamos– Gracias Papá Dios.

O cuando Sebas vuelve a la Casa Madre de Tupãrenda, radiante de alegría, y podría así aparecer en cada foto de un encuentro de la Juventud Masculina de Schoenstatt.

Sí, es posible romper el círculo vicioso de pobreza, abandono y criminalidad. Es posible comenzar un nuevo círculo de confianza, trabajo digno, autoestima, amor.

Es posible.

Sebas me dio un abarzo el último día y me dijo: «Voy a extrañar Casa Madre de Tuparenda y atodos ustedes. Gracias Sra. Ani por todo lo que hiciste por mi».

Qué honor y qué alegría poder ser parte de este milagro. Ser parte de lo que hace Jesús hoy en medio de nosotros.


Cuenta bancaria:

Fundaprova, Cuenta: 102792992, Sudameris Bank SAECA, BIC/SWIFT  BSUDPYPXXXX, RUC80079669-1
Schönstatt-Patres International e. V., IBAN: DE91 4006 0265 0003 1616 26, BIC/SWIFT GENODEM1DKM, Uso previsto: P. Pedro Kühlcke, Casa Madre de Tupãrenda

Los primeros egresados de Casa Madre de Tupãrenda

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1 Responses

  1. Alexandra Kempff dice:

    ¡Felicidades a la familia paraguaya por todas esas vidas a las que ayudan a encontrar su camino! Son un ejemplo muy inspirador para las otras familias de Schoenstatt de Sudamérica.
    ¡Que la Mater los siga bendiciendo y los medios ecónomicos que necesitan sigan llegando en abundancia!

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