Publicado el 2018-01-24 In Proyectos

Encontramos a Jesús en el cansancio y el silencio del camino

CRUZADA DE MARIA 2018, Andrés Romero •

El día comenzó bien temprano. Ya desde las 4 de la mañana fuimos despertándonos para salir a tiempo y ganarle al sol.

La primera hora de camino tiene algo peculiar, es en silencio, y va ayudándonos a conquistar nuestra misión interior. Partimos ya sintiendo las molestias y dolores por el cansancio del día anterior. Caminamos otros 28 kilómetros y, a través del silencio y del cansancio, Cristo se hacía cada vez más presente.

En cada paso que di, estuviste junto a mí

Me viene a la cabeza cómo recreamos a los discípulos de Emaús, que encontraron a Jesús en el camino, pero no se dieron cuenta sino un poco después. Hoy mi historia fue similar; estaba tan cansado y dolorido que no me daba cuenta del paisaje que me rodeaba. Picos nevados, montañas, un lago de fondo. Y como dice la canción, «voy a volver atrás y fijarme sin dudar, que en cada paso que di, estuviste junto a mí”.

Así sigue nuestra historia, un kilómetro a la vez. Un rosario a la vez. Voy conquistando el hombre nuevo, y despojando el hombre viejo.

Que a través del dolor, pueda encontrarme con Cristo, porque como dice San Pablo, «cuando soy débil, soy fuerte».

Álbum de fotos de la Cruzada 2018

Cruzada de Maria 2018

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2 Responses

  1. Tita Ravera de Andras dice:

    Querido Andrés, gracias por tu testimonio. En tus palabras ya puedo sentir la presencia viva de Cristo en tu alma. Me siento muy orgullosa de ti y de todo ese grupo de jóvenes que están luchando contra el calor, el cansancio, las distancias, los dolores musculares y tambien aquellos dolores del alma que en el silencio comienzan a doler mucho más. Que Dios y la Mater los bendigan y les regalen copiosas bendiciones. Desde Viena los acompaño con mucho cariño y ofrezco mi capital de gracias hoy por ustedes.
    Tita Ravera de Andras

  2. Nora Pflüger Totti dice:

    ¡Qué testimonio fuerte! Así como en el camino es en la vida: se empieza con el empujón del entusiasmo ; después viene el tiempo del cansancio, pero también del silencio y la maduración interior. ¡Que la fatiga no los desanime, que puede ser el momento más fecundo!
    Nora Pflüger Totti, La Plata, Argentina

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