Publicado el 2017-12-08 In Proyectos

“Marriage Camino”. Al servicio de la vida familiar

SUDAFRICA, Hna. Suzanne Duncan, Sarah-Leah Pimentel •

En un tiempo en que el matrimonio y la vida familiar están en crisis, la Rama Familiar de Ciudad del Cabo tomó un programa húngaro para matrimonios,  y lo adaptó al contexto local sudafricano. Dos años después, el Marriage Camino (Vía Matrimonial) ha dado muchos frutos y, con la alianza de amor de 11 familias en el Santuario de Constantia, ha revitalizado la Familia de Schoenstatt.

Nacido en Hungría, adaptado para Sudáfrica

La idea y la inspiración de un estilo de peregrinación para las parejas se originó en Óbudavár, Hungría. El padre Tillman Beller lo creó con 11 parejas húngaras pertenecientes a la Federación de Familias. El Eheweg  se estableció varios años después en Schoenstatt, Alemania, el 19 de octubre de 2013.

El padre Michael Hagan lo trajo a Sudáfrica en octubre de 2014 y lo presentó a la Obra de Familias  en Ciudad del Cabo durante la Jornada de Octubre. ¡Un increíble regalo del jubileo 2014! Un regalo durante un año jubilar, nos desafía a una tarea mayor aún.

Obtuvimos el permiso de copyright de la Federación de Familias de Alemania para cambiar el título y adaptar la traducción al inglés. Lo rebautizamos como “Marriage Camino” porque sentimos que una vía de peregrinación es más realista y apropiada para las parejas en la vida cotidiana, por eso le dimos el nombre de “Camino”.

En peregrinación en un grupo de parejas

Anunciamos la jornada de de la vía matrimonial en las parroquias y de boca en boca, dando fecha y detalles. Las parejas deben inscribirse con anticipación. El día comienza al aire libre con café humeante y rosquitas mientras las parejas se registran, depositan una donación y reciben un folleto con el material del día.

Los cuidadores de niños están a mano para mantener a los niños ocupados en actividades diseñadas para ellos. Esto permite a las parejas tener tiempo ininterrumpido juntos, pudiendo descansar  tranquilos sabiendo que sus hijos están cerca, seguros y entretenidos.

Después de la bienvenida y una breve introducción sobre el valor del diálogo entre parejas y la interacción personal, el grupo procede a la primera estación  en el jardín. Cada estación ofrece una oportunidad para que las parejas hablen sobre un aspecto de su relación y se sientan juntas durante aproximadamente quince minutos en sillas livianas que llevan consigo durante todo el día de estación en estación.

A mediodía hay un descanso de aproximadamente una hora para almorzar. Las parejas con sus hijos disfrutan de un almuerzo campestre en el césped con lo que han traído con ellos. Es alentador ver a los padres y niños hablando y relajándose en el bello entorno de Schoenstatt.

Después de la Estación 15, que se encuentra cerca del santuario, los miembros del Movimiento  reúnen a las parejas debajo de los árboles para hacer una recapitulación y comentarios. Este es un momento muy importante porque queremos que el Camino se mantenga relevante y desafiante. En el santuario, un sacerdote se encuentra con el grupo y les algunas palabras de aliento antes de que las parejas renueven sus votos matrimoniales. A partir de entonces, las familias se reúnen fuera del santuario donde los niños les muestran sus trabajos y el resultado de sus actividades.

Una jornada hacia la Alianza

En febrero de 2017, los participantes de los dos últimos Caminos fueron invitados a continuar profundizando su matrimonio y espiritualidad familiar participando en ocho reuniones que concluyen con consagraciones familiares.

El 18 de noviembre, once parejas sellaron su Alianza de Amor con nuestra Madre y Reina Tres Veces Admirable de Schoenstatt. El matrimonio jefe de la Liga de Familias, Marcel y Kathleen Barry, promueven Nuestro Camino Matrimonial con energía y compromiso, y trabajan con otros miembros de la Rama Familiar. Es un apostolado importante de nuestra Familia local donde vemos la realidad vivida de Solidaridad en la Alianza de Amor – la misión del Santuario en Constantia.

Este es realmente un servicio único de familia a familia y pareja a pareja. Preferimos usar palabras que enfaticen FAMILIA en lugar pareja porque toda la familia participa. El  Camino del Matrimonio está demostrando ser un alimentador útil en la Rama Familiar y nos brinda una oportunidad apostólica única en la Arquidiócesis de Ciudad del Cabo, donde estamos al servicio de la Iglesia.

 

Una imagen dinámica del matrimonio

Estar juntos en un camino de peregrinación desafiante es una imagen dinámica del matrimonio. Las parejas están juntas en el camino a través de los altos y bajos de la vida, a través de la felicidad y la desesperación. Los invitamos a dialogar entre ellos como pareja. Las parejas se preguntan: ¿cómo están las cosas entre nosotros? Lo que me hace bien; ¿Qué nos sirve? ¿Estamos en el camino correcto o tenemos que cambiar de dirección? ¿Hay momentos en que experimentamos la cercanía y la guía de Dios? ¿Qué caminos queremos analizar juntos?

Mientras las parejas van en peregrinación a lo largo del Marriage Camino de Schoenstatt, los invitamos a discutir todas las facetas de su matrimonio, y en el proceso de crecer entre ellos y el uno con el otro.

¿Por qué ir en peregrinación?

Una participante reciente, Catherine, expresa un poco de lo que significaba para ella el Camino del Matrimonio:

«Esta fue una peregrinación ligeramente diferente. No iba a caminar kilómetros para visitar sitios religiosos, sino que estaba en un viaje para acercarme al hombre que amo. Eso no quiere decir que profundizar las relaciones sea necesariamente más fácil que caminar largas distancias. Pero la gente encantadora y el bello entorno hacen que el proceso sea mucho más fácil. Hace poco, mi pareja y yo nos unimos a otras 15 parejas para reservar un día para tener un tiempo de relación seria al participar en un Camino de matrimonio. Esto no es lo que podrías pensar como consejería de parejas tradicionales. Suzanne Duncan, quien ayuda a ejecutar el Camino, lo llama ‘enriquecimiento de relaciones’. Está diseñado para ayudarte a relajarte y hablar mientras te acercas el uno al otro y a Dios (o, el Dios de tu comprensión).

Miramos un poco más profundo que lo que normalmente haríamos en cosas como la intimidad, las necesidades emocionales e incluso las influencias de nuestras familias en nuestras relaciones. Es difícil, incluso imposible, abrirse realmente a alguien en medio de la actividad normal de la vida. Pero cuando mi compañero y yo tomamos la decisión consciente de dejar a un lado las preocupaciones y las distracciones durante un día completo e iniciar nuestro Marriage Camino, pudimos entrar en la relación profunda que creo que todos deben explorar para estar más sanos y felices como pareja. También fue tranquilizador saber que el consejero de parejas siempre estaba disponible en caso de que nos tropezáramos, o simplemente teníamos alguna pregunta.

El Marriage Camino  es un viaje sagrado que termina en un sitio sagrado real, uno de los más de 200 santuarios de Schoenstatt en todo el mundo. Un sacerdote visitante, el padre David Musgrave de Manchester, había venido y ofrecido renovar los votos de las parejas casadas. Entonces las parejas casadas se pusieron de pie, se tomaron de las manos y se miraron a los ojos con una ternura real y muy valiosa. Escucharlos recitar las palabras del sacerdote en ese entorno sagrado fue una de las experiencias más conmovedoras que he tenido.

Soy un gran creyente de los pequeños milagros: una planta que cuido para la floración, mi gato que viene a sentarse en mi regazo cuando me siento deprimido, y encuentra un fruto maduro cuando me muero por un guacamole. Me esfuerzo por tratar de recordar cuánta belleza puede haber en los pequeños detalles de la vida. Pero soy un novato cuando se trata de milagros más grandes. El hecho de que 15 parejas se me unieron en el Camino, tomaron un día completo para dedicarse el uno al otro y hacer un trabajo emocional duro, es increíble.

Que hayan dejado la experiencia sintiéndose más livianas, fortalecidas con nuevas habilidades para ayudarlas a enfrentar problemas de relación y más comprometidos el uno con el otro, es extraordinariamente sorprendente. Y definitivamente no es un pequeño milagro. El Camino al Matrimonio de Schoenstatt fue un recordatorio para mí de creer en algo más grande que yo, incluso si ese es solo el poder de amar verdadera y profundamente».

 

Cuando estamos en peregrinación, una gran tendencia se abre paso de manera elemental y gráfica: ¡lejos de las simples ideas! ¡Entra en lo que es fuerte, práctico y vital, y rico en sacrificio!»

P. J. Kentenich, 25 de noviembre de 1965.

Con material de www.schoenstattsouthafrica.org.za Original: Inglés. Traducción: Kikito Vazquez, Asunción, Paraguay/cmr

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