Publicado el 2015-04-28 In Proyectos

El fuego arde

de Maria Fischer •

Abril 2015, un equipo de schoenstatt.org – Cecilia, Claudia y María – visitan el Instituto José Manuel Estrada, en City Bell, uno de los primeros colegios de Argentina, en el que se enseña siguiendo la Pedagogía – Kentenich. “Y aquí está nuestro colaborador en la pastoral…” El joven, que en este momento baja la escalera – habría que ponerle encima la chaqueta de corredor de la Fackellauf y una antorcha en la mano, y se le reconocería – “Santiago, es el único corredor de Buenos Aires”. Aclara Claudia en este momento, y por unos instantes, olvidamos el colegio. “¡Fackellauf!”

Y Santi cuenta que ya está en marcha su proyecto de un intercambio internacional de voluntarios para proyectos de Schoenstatt. Es su fruto de la Fackellauf. Se trata de historias, jubileo, deseos, vínculos, colaboración…”Fackellauf, eso fue realmente también nuestro proyecto”, dice Cecilia. ¡Cuántos artículos ha traducido! Y se hacen vida ahora, como muchas historias. “Debería hacerse una película! ¡O un libro!” dice Claudia. „Debería no“, es la respuesta. Ya existe. Ambas cosas. En breve.

El sábado de Pentecostés, en Schoenstatt: Presentación de la película y el libro Fackellauf

plakatEl fuego, que vino Jesús a echar sobre la tierra (Lc. 12,49) ha encendido a los hombres durante siglos. También arde en ochenta jóvenes, que para celebrar el centenario de Schoenstatt, partieron desde el valle de Pompeya, con una antorcha encendida en la mano, para recordar las chispas encendidas, que llevaron la luz desde el santuario de la Virgen, en Pompeya, a un pequeño santuario en Schoenstatt…

Así escribe el arzobispo emérito Dr. Robert Zollitsch en el prólogo del libro, cuyo título se decidió en los últimos días: “Uno la tiene que llevar.” A ella, a la antorcha. Un libro que no informa solamente de la Fackellauf. Eso lo vimos en vivo, en octubre. Un libro, que es más, un libro, en el que la Fackellauf se convierte en mensaje, a través de historias reales, para jóvenes y para todos los que tengan un corazón joven para dejarse desafiar a llevar el fuego a través del viento y la lluvia, los charcos, los perros ladradores, transeúntes heridos…

Con el primer ladrido estaba claro: no sólo nosotros nos habíamos dado cuenta de los perros salvajes, sino que los perros también se dieron cuenta de nosotros. Se acercaban unos treinta perros sueltos, visiblemente furiosos. ›Franco. ¡Vamos, ahora! ¡Sube al bus!‹, gritó junto a mí Stephan por la ventana.

En el autobús estaban ya todos muertos de miedo y yo intentaba concentrarme lo mejor posible en el camino. A Franco, de Argentina, toda esta excitación le impresionó poco. Agarró la antorcha con más fuerza y pasó corriendo por delante de la puerta abierta del autobús, directamentehacia los perros. Me quedé con la boca abierta.

Realmente, deberíamos encontrar el camino, pero a partir de ese momento, ese valeroso argentino, con la antorcha en la mano, nos mostraba por dónde seguir. Más tarde, cuando hablé de esto con Franco, me contestó con una gran sonrisa: ›¿qué perros?‹”

“Les invitamos cordialmente a revivir de cerca la Fackellauf. Póngase en camino con nosotros en la película, el encuentro y el relato. Se proyectará por primera vez la nueva película y se presentará el libro sobre la Fackellauf 2014. Será una tarde con mucho espacio para conversaciones, gofres y café…”, así es la invitación para el sábado, 23 de mayo, a las 15.00 horas en la Casa José Kentenich, en Schoenstatt.

Se han rodado las últimas entrevistas para la película y editado conjuntamente sobre los mensajes clave. Cualquiera que haya visto el trailer, sabe que hay escenas indescriptiblemente fuertes.

Se han revisado las historias recientes para el libro, el diseño está, la decisión del título y la foto de portada se han decidido esta semana.

Vivir de cerca la Fackellauf, tan auténtica y real, como en las historias verdaderas y en las fotos.

petersplatz

¡No renunciamos, la antorcha continúa!

Fue un gigantesco golpe. Me desperté asustado. Un rayo centelleó por la ventana, acompañado de un trueno amenazador y del viento, que abrió y cerró en segundos las contraventanas.Una mirada al reloj me reveló que no merecía la pena seguir durmiendo. En veinte minutos, comenzaba nuestra etapa. Los demás también estaban despiertos, sentados en sus camas. Con la tormenta no hacía falta despertador. Recogí rápidamente y salí a la puerta. Surgieron las dudas. Estábamos en el centro de la tormenta. Al llegaral autobús de los corredores estábamos empapados. Los siete corredores pensaban lo mismo: «¿vamos a correr con este tiempo?». Uno dijo: «Renunciar no es una opción, ya he leído mi pedido, la antorcha debe continuar». Se despertó el coraje para luchar, pero los pantalones mojados ya se pegaban a las piernas. Al meter las cosas en el bus nos dimos cuenta de que la tormenta amainaba y pasaba a ser lluvia normal. Mientras me até los zapatos, me di cuenta de que había parado de llover. La antorcha ardía y Mariano esprintaba con la antorcha en la mano. Fue una sensación increíble y era cierto: «No renunciamos y la antorcha continúa».

Trailer

Más información: www.fackellauf2014.org
Original: alemán – Traducción: M. Paz Leiva, Madrid, España

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4 Responses

  1. Santiago dice:

    Que lindo que es encontrar historias que yo mismo viví narradas de tal manera!

    Gracias por el gran esfuerzo que hacen a todo el equipo de Schoentatt.org!

    Nos vemos en Schoenstatt!

    Santi (FACKELLAUF!!!!!!!!!!!)

  2. Cecilia dice:

    “No renunciamos y la antorcha continúa”: sin dudas el lema que debe impulsar a muchos jóvenes para seguir adelante en la vida. ¡Fuerza!

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