CHILE, María José Zanetta •
¡Dios no tiene miedo! ¿Sabían esto ustedes? ¡No tiene miedo! ¡Está siempre más allá de nuestros esquemas! Dios no tiene miedo de las periferias. Por eso, si ustedes van a las periferias lo encontrarán allí” (Papa Francisco).
Acogiendo estas palabras del Santo Padre, la Juventud Femenina de Schoenstatt se puso en marcha a la luz del llamado a la misión territorial.
En Bellavista
Desde el 15 al 18 de julio, nueve Aliadas de Bellavista estuvieron misionando de manera muy concreta en el sector más próximo al Santuario. El lema que las congregó fue: “Con tu amor María, ¡transformemos el mundo!”. Ellas, junto con su asesora, fueron diariamente a una casa donde viven dos mujeres, ambas postradas. El objetivo de las jóvenes era hacer una limpieza profunda, para así ayudar a que esta madre e hija tuvieran un hogar cálido y digno para acoger a la Mater. Porque la idea era regalar lo que María nos regala en su Santuario. Comenzaban todas las mañanas con una oración en el Santuario, donde juntas miraban qué es lo que convierte a este lugar en un trono para María, y de qué manera podían transformar la casa de estas dos señoras en un hogar donde la Mater reinara. De este modo, luego de tres mañanas de mucho trabajo, limpieza, oración y orden, las Aliadas dejaron el lugar dispuesto para recibir el cuadro de la Madre tres veces Admirable, el cual fue regalado por parte de las niñas para las señoras.
En la zona del Santuario de Providencia
Las Aliadas del Santuario de Providencia también acogieron el llamado del Papa Francisco, y comenzaron sus segundas misiones territoriales de invierno, las que se llevaron a cabo desde el 13 al 18 de julio, bajo el lema: “Cenáculo vivo, regala tu Santuario”. Quince Aliadas realizaron distintas actividades, como la visita a hogares de ancianos o la salida puerta a puerta para compartir con sus propios vecinos el mensaje del Evangelio y entregar compañía y esperanza a quienes necesitaban de Jesús. Las Aliadas también fueron a la feria del barrio, pusieron su propio puesto con una imagen de la Mater y conversaron con los vendedores, quienes aprovecharon de escribir sus capitales de gracias, que fueron quemados posteriormente en la Misa de Alianza en el mismo Santuario. Una de las instancias más atractivas fue el show en los semáforos. Las Aliadas se situaron en dos esquinas y por medio de una breve presentación, le recordaron a todos quienes circulaban por el sector que aún en los minutos difíciles, de tristeza o de soledad, Dios siempre está con nosotros. Las niñas, junto con su asesora y una dirigente, aprovecharon todas las oportunidades que se les presentaban para poder compartir la alegría de la fe, y la alegría de la Alianza, incluso en el transporte público, donde más de una vez fueron cantando. Estas misiones terminaron con una peregrinación desde el Santuario de Bellavista al Santuario Cenáculo de la Providencia, donde participaron de la Misa de renovación de Alianza.
Cabe destacar que ambas misiones se realizaron en estrecha unión con las parroquias a las cuales los respectivos Santuarios pertenecen. De este modo, la comunidad parroquial se unió en oración por la fecundidad de este apostolado, así como también acogió a la Juventud en sus misas, donde participaron activamente.
En la conciencia de que el llamado del Papa Francisco es ahora y urgente, quisimos como Juventud Femenina ponernos al servicio de la Iglesia, para regalar eso que la Mater nos ofrece desde su Santuario y que el tiempo y nuestra ciudad necesitan tanto.
Fuente: Revista Vinculo, Movimiento de Chile
