Publicado el 2015-12-24 In 100 casas, Alianza solidaria, Campaña

Ahora ya es Navidad

PARAGUAY, por Maria Fischer •

Cuando el P. Juan Pablo Catoggio abrió, el 13 de diciembre, la «Puerta Santa» del Santuario Original, mostraba las dos dimensiones de la misericordia:  “La primera y más fundamental es la misericordia de Dios Padre, “del Dios compasivo y clemente, lento para la ira y abundante en misericordia y verdad” (Ex 34,6), la que una y otra vez se nos dará y que siempre experimentaremos. La segunda dimensión es nuestra actitud de misericordia frente a las personas, especialmente frente a los más necesitados.

Dos parábolas del Evangelio de San Lucas – el Evangelio de la misericordia – nos ilustran ambos aspectos. La primera, por así decirlo la dimensión vertical, se expresa en la parábola del ‘hijo pródigo’ y del padre misericordioso (Lc 15). Dios nos abraza en su misericordia y su perdón”, así lo explicaba. “La segunda, la dimensión horizontal, se puede ver claramente en la parábola del buen samaritano (Lc 10): él ejerce la misericordia con el desconocido a quien considera y trata como a su prójimo. Misericordia tiene que ver con hacer obras, con actuar, tal como lo hemos escuchado en el Evangelio”.

Misericordia tiene que ver con hacer obras

20151224000906Misericordia tiene que ver con hacer obras; «Schoenstatt en salida» tiene que ver con misericordia, ver con hacer obras, con actuar… «Schoenstatt en salida» se concretiza, se hace real en obras sociales, en proyectos misioneros y sociales como Maria Ayuda, Dequeni, 100 casas solidarias, Pastoral Carcelaria, Mercy Home, Casa del Niño y tantos más – y se concretiza y se hace real también en lo que Mima Cardona, de la Campaña del Rosario de la Virgen Peregrina del Interior de Paraguay, compartió unos días antes de la Navidad:

«Estoy a full, y dentro de un rato prepararemos las cajas conteniendo pan dulce o pan de navidad como lo llamamos. Van para el norte, a Vallemi para los nativos, Yby yau para los abuelitos y Concepción para las familias de la ribera del rio que ahora está bajo el agua. Colaboran con este gesto generoso tres familias de Schoenstatt de Ciudad del Este.

Es muy lindo, no es mucho, pero hacemos un poquito como el picaflor que lleva una gota de agua para ayudar a apagar el incendio…»

El 23 de diciembre, misioneros fueron a repartir pan de Navidad en un asentamiento indígena en nombre de la Campaña. Ahora ya es Navidad.

 

 

 

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