Publicado el 2016-09-16 In Schoenstatt en salida

La marcha por la familia: “Hay que estar atentos a los signos de los tiempos”.

MEXICO,  Ana Echavarría Barrios •

Una multitud de mexicanos salieron, este sábado 10 de septiembre, a las calles de varias ciudades de México, a manifestarse en pro de la familia. Las multitudinarias marchas en varias ciudades de los 31 estados, anticipan la Gran Marcha Nacional que se realizará el 24 de septiembre en la Ciudad de México. La convocatoria, organizada por personas de distintas confesiones y convicciones, entre ellos evangélicos y mormones, contó con la presencia de algunos obispos. Los organizadores dejaron muy claro que su manifestación “no busca ofender a nadie”, porque “respetamos la dignidad de toda persona, independientemente de su forma de vivir y convivir, porque sabemos que, ante todo, somos seres humanos y hay un lazo fundamental que nos hermana”.

Ese día, fuimos convocados a las 17.00 hs. a la Marcha por la Familia en la Plaza de Tequis, en San Luis Potosí, México.

Mi primer pensamiento hacia esta convocatoria fue: «Nada sin Ti, Nada sin Nosotros». «Tengo que ir y dar de mí» pues de nada sirve decir que me parece muy bien que protesten y alcen la voz, si me quedo en mi casa cómodamente, viendo como otros sí tienen el valor, dando de su tiempo, por algo que nos atañe a todas las familias mexicanas.

Me vino a la mente el P. Kentenich: “Hay estar atentos a los signos de los tiempos”.

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Ésta fue la primera vez que me unía a una marcha ciudadana, y al llegar al punto de reunión, sobre una de las principales avenidas de nuestra ciudad, grande fue mi sorpresa al ver a tanta gente llegando, familias completas, jóvenes y niños. Al mezclarme entre todos, empecé a encontrarme con amigos de nuestra querida familia de Schoenstatt; me sentí feliz de formar parte y supe, inmediatamente, que estábamos haciendo bien al unir nuestras fuerzas y corazones por esta causa tan importante como es la familia, base de nuestra sociedad y el futuro de nuestro país. De forma pacífica, vestidos de blanco, caminando junto a tanta gente, sentí la fuerza de cada paso ofrecido como oración… Porque todos comulgamos con la idea firme de defender lo que nos identifica como mexicanos: somos un pueblo orgulloso de nuestros valores, un pueblo católico, guadalupano, con un amor profundo a la familia tradicional.

Mientras cientos de ciudadanos -familias comunes- recorríamos las calles para llegar a nuestro punto final, frente al Palacio de Gobierno en el centro de la ciudad, meditaba en el gran regalo y la responsabilidad que Dios nos da, la familia, con el fin de colaborar con Él en la creación. Es ahí donde aprendemos a crear vínculos que nos dan seguridad, alegría y sobre todo, principal y fundamentalmente, el amor.

¡Qué bendición podernos unir en causas nobles y alzar la voz para defender nuestro más grande tesoro: nuestras familias.

Estemos atentos participando. Dios nos quiere aquí ayudándole, necesita de cada uno de nosotros. Caminemos de su mano y de la mano de la MTA para defender lo que Él nos ha regalado con tanto amor.

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