ARGENTINA, City Bell, por Cristina Levaggi •
Schoenstattianos de la ermita de la Madre tres veces admirable en City Bell, Argentina, comparten una alegría enorme que vivieron el domingo 17 de mayo de 2015.
Hace cuarenta años sueñan y plasman cultura de Alianza en todas sus actividades pastorales y sociales en el Barrio El Ombú. Ahora se trataba de un proyecto que combinaba arte y amor en honor a la Virgen de Schoenstatt: el mural de la Mater.
El 17 de mayo han inaugurado el mural como obsequio por los cien años de la Alianza que el Padre Kentenich selló con la Madre de Dios y también por los cien años de City Bell.
Con el arte y el corazón
Comparten con alegría con toda la familia de Schoenstatt cómo lo hicieron:
«La técnica que usamos es Mosaiquismo y hemos utilizado trozos de cerámicos, lajas, azulejos, platos rotos, etc. que recogimos en el barrio y que mucha gente nos donó para la Ermita (calle 28 e/ 473 y 473bis).
Gisela Galván estuvo a cargo de la dirección del mural que hicimos con amor entre todos, reuniéndonos los jueves y sábados durante casi un año. Gracias a la Virgen formamos un bello grupo bautizado “Los amigos muraleros de la Mater”, abierto a todo aquel con voluntad de ayudar al otro con el arte y el corazón. ¡¡¡Es un regalo especialísimo a la Mater que combina arte y amor infinito!!!».
el mural mas bello , mas lindo , mas emocionate, mas alegre del mundo !!!!!!!!!!!!que idea tan genial , que alianza tan bella tiene uds con y entre uds, El mejor mural , el mejor santuario, la mejor ermita,tan llenos de alegría , de la alegría de la alianza………no hay palabras para descrivir , lo que este mural despierta en mi alma, an mi corazon gracias hermanos gracias Dios los bendeiga siempre La MATER , INDUDABLEMENTE LOS COBIJA ….EL pADRE jOSÉ , SONRIE EN EL CIELO ……..
¡GRACIAS POR ESTE REGALO! Emociona hasta las lágrimas ver tanto esfuerzo, dedicación, horas de trabajo, en síntesis: TANTO AMOR POR LA MATER Y EL PADRE FUNDADOR. No falta nada, ahí están el ojo del Padre y la Cruz de la Unidad también. Felicitaciones y espero verlo personalmente en algún momento. Nada sin Ti, nada sin nosotros, Madre.