Publicado el 2015-04-29 In Schoenstatt en salida

Un elemento especial de la pastoral del Santuario de Tuparenda: la Misa para enfermos y ancianos

PARAGUAY, por María Fischer, Rita y Wilson Santacruz, Mariela Beatriz Vignola •

¿Cómo lo hacen? ¿Cuál es el misterio del Santuario de Tuparenda? ¿Qué tiene el Santuario que uno se enamora al instante? ¿Qué fenómeno sucede que tantas personas se sienten cerca de Dios en este Santuario?

Son preguntas que surgen al leer los testimonios, ver las fotos… y más aún al estar en medio de este misterio, en medio de este fenómeno de Santuario abierto, de Santuario de todos, de Santuario que te roba el corazón y te hace pensar en cómo volver lo antes posible…

Una y la primera respuesta es “gracia”. Otra y no menos importante es “capital de gracias”, y en esto: la pastoral del Santuario, a cargo del rector, el P Antonio Cosp, y un gran equipo de laicos capaces, comprometidos y creativos, coordinados por Diana y Alejandro Caballero. Una de las inquietudes de la pastoral del Santuario es simplemente que todos encuentren su lugar, su bendición, su gracia en Tuparenda. Es así que surgió la Misa para enfermos y ancianos.

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Cómo llegar a los enfermos y ancianos

Comparten Rita y Wilson Santacruz:

El 15 de marzo realizamos nuestra tercera Misa Especial para enfermos y ancianos en Tupãrenda. Una experiencia única es vivir tan de cerca el duro transitar que llevan nuestros hermanos que se encuentran privados de la salud, como también de nuestros ancianitos que cada vez se van haciendo más niños, se vuelven de nuevo niños de espíritu y carácter; en espera del retorno a la casa del Señor.

Hemos hecho una fructífera campaña de difusión, prueba de ello es que hemos tenido la visita de más de 300 enfermos catastrados, considerando aquellos anotados después de las misas dominicales, a quienes buscamos de sus hogares con los móviles voluntarios; como también aquellos que fueron recibidos por el equipo de recepción, a cargo de la JM y JF. Hubo muchos que llegaron con sus respectivos familiares, lo que ocasionó que perdiéramos la cuenta del número de enfermos presentes.

Para llevar adelante este maravilloso y enriquecedor encargo de la Mater, nos organizamos en varios equipos:

  • Comunicación y Difusión
  • Primer anillo (como baqueanos)
  • Transporte (móviles de hermanos voluntarios, para búsqueda y retorno posterior)
  • Estacionamiento y ordenamiento de vehículos
  • Recepción y ubicación de invitados (colocando stickers para identificar a los invitados)
  • Infraestructura (colocación de sillas, ventiladores)
  • Equipo confesión (prioridad para los invitados)
  • Sanidad, un médico de Guardia
  • Logística; silla de ruedas, agua, merienda
  • Liturgia, Ministros, Sacristía (se repartieron más de 500 botellitas con agua bendita)

El momento fuerte de la Misa, fue cuando nuestro Padre Antonio Cosp impartía la Santa Unción. Vimos rostros llenos de Fe y Esperanza, ojos que nos enseñaban que jamás debemos perder la confianza en el buen Dios.

Es importante recordar que habíamos conseguido junto con el albergue La Providencia, del Hospital del Cáncer Areguá, traer a 15 enfermos con tratamiento oncológico, que fueron recogidos por un micro especial (hermoso regalo de la Mater) quienes finalizada la Misa, pidieron se les acerque hasta el Santuario; muchos no podían caminar, por lo que algunos fueron con el mismo micro, otros, ayudados por nuestros servidores. …Otro momento muy fuerte

Queremos agradecer a DIOS y a todos los que colaboraron, por habernos dado la oportunidad de servir a estos hermanos que están pasando por momentos difíciles.

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La respuesta de amor de DIOS

Mariela Beatriz Vignola comparte su testimonio personal de las Misas para ancianos y enfermos:

Les hablo de mi propio testimonio, he participado en las Misas de ancianos y enfermos hechas anteriormente, y cada una de ellas se ha robado mi corazón, al ver a estos enfermos niños y abuelitos. Ver los rostros de cada uno de ellos al inicio la Misa y el cambio obrado en ellos al final de la Misa como les dije antes “¡No tiene igual!”.

Es un momento muy fuerte, se siente el Espíritu Santo, y no sólo ellos que reciben la unción salen sanados, todos los que colaboramos de alguna manera lo hacemos. El gozo que cada uno siente es la respuesta de amor de Dios Trino y de nuestra mamá María.

Les puedo contar dos testimonios; uno de la lectora de turno: Sandra Landraida, que por ser su primera experiencia como lectora se preparó con anticipación para estar al frente leyendo…y al ver a los abuelitos tenía tanta emoción que se quebraba su voz. Como era de esperar su papá Marco le dio la bendición antes de cumplir la tarea, y ella se decía a sí misma: “¡Tengo que poder!…ayúdame Mater no te puedo fallar ni a vos ni a los abuelitos”.

También la Coordinadora de la Ciudad de Capiatá, Nilsa Fernández, que participó por primera vez, estaba envuelta en llanto y de repente dice: “no sé qué me pasa”…Al decirme eso le contesto que es la manifestación del Espíritu Santo que te hace ver la necesidad que hay y que te llama para servir y para estar acá la próxima Misa.

Las JF y JM, más acostumbrados a este tipo de apostolados por su audacia y juventud, se sintieron con pertenencia. Personalmente los felicité por la buena convocatoria y por la tarea cumplida extraordinariamente bien. Aclarando a los muchachos que ganaron a las chicas 6-2, pero no sin antes también reconocer que estuvieron espectaculares con la acogida a los ancianos desde transporte a la ISMT para los que accedían en sillas de rueda.

Personalmente este año pude llevar a mi padre y a mi tío, que es como mi papá también. Les puedo decir que estuve muy emocionada, y que ellos salieron ¡Felices!

Mi papá conoce al P. Kentenich por las historias que le cuento y en todo el camino de regreso a casa él le relataba eso mismo a mi tío, no dejaban de comentar lo linda que estaba la Iglesia. Ellos son devotos de la Virgen de Caacupé y rezan el Santo Rosario todos los días a las 18.00 hs. en nuestro Santuario Hogar; pero lo que ahí experimentaron no lo hicieron en otro lado. ¡Qué grande es la Virgencita!

Esta Misa es de sanidad para todos los que participamos y especialmente es un llamado muy fuerte hacia la Misericordia de Dios. Cuando me invitaron a la Pastoral de Sanación no me sentía digna de pertenecer a este Apostolado; pero el primer año que participé la Mater me mostró y me hizo sentir que podía ser un instrumento para servir en esa tarea, y lo confirmó en mi corazón…

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Con material de la revista Tuparenda, 4/2015

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1 Responses

  1. Susana Llorente dice:

    Para Amar como Dios nos ama, debemos ser coherentes. Cuando visitamos o estamos con un enfermo, la única verdadera esperanza que podemos aportarle es el agua viva que el Señor nos da para él en aquel momento. Debemos señalar a Dios como fuente de todo bien. Testimoniar que estamos allí porqué Dios nos ha hecho experimentar su Amor y que sólo podemos atenderlo en su nombre.
    Por eso Jesús dice que cuando visitamos a un enfermo estuvimos con Él: «Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo». (Mateo 25, 40).

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